jueves, 13 de marzo de 2014

CAPITULO 73

Ya se habían ido todos los invitados pero nosotros seguíamos ahí, con los chicos. Estaba sentada junto a Julian en uno de los sillones, pasando mis piernas por encima de las de él y abrazándolo. Ya había amanecido y nosotros seguíamos afuera, en las peores condiciones. Peter, Maxi y Agus se nos sentaron al lado y se pusieron a comer lo que había sobrado de la tarde anterior, mientras que Lola, Nico, Pablo y Julian seguían tomando las cervezas que quedaban. Yo no lo podía creer realmente, ya eran como las ocho de la mañana, se había terminado el cumpleaños y ellos seguían tomando como si nada.

- Soltá eso Julian, después te pones pesado - dije intentando sacarle la botella de las manos pero aunque estuviera en pedo, siempre iba a tener más fuerza que yo
- Mira quien habla - dijo riéndose y le pegue - Ayyyy bruta - se quejó exagerando mientras cerraba los ojos y tiraba la cabeza para atrás
- Comportate entonces - dije riendo ante su expresión
- Sí mamá - contestó divertido y me abrazó, con tanta fuerza que pensé que me quebraría.

- Que flojita resultó ser tu novia - me gritó Pablo de lejos, refiriéndose a Juli, obviamente, y lo fulminé con la mirada
- Posta primito, no te tenía así eh - agregó Peter mientras comía
- Basta chicos, no sean malos - hice una pausa y lo miré a Juli que estaba a punto de dormirse sobre mis piernas - Pobrecito, es más tierno - agregué en voz baja mientras le acariciaba el pelo.

Ya habíamos planeado con las chicas que nos íbamos a quedar a dormir ahí después de la fiesta, pero definitivamente no estaba en mis planes que Julian terminara tan borracho.

- Lola - susurré y me miró - te enojas si no me quedo a dormir? Es que está muy mal - dije mirando a Julian - lo voy a llevar a su casa y después de paso me quedo en la mía que me queda más cerca
- Obvio gorda, no pasa nada - dijo muy tranquila, supuse que no le afectaría en lo más mínimo que no estuviera yo, seguramente se quedaría Nico y si no le avisaba ni se enteraba
- Gracias amiga, mil perdones - dije y me sonrió - me llamas un taxi?
- Eu no, banca Ori, yo los llevo - dijo muy amable Peter, con quien ya casi no tenía relación, no hablábamos nunca y menos ahora que yo estaba con su primo
- Seguro? - pregunté y asintió con una sonrisa - ay muchas gracias
- Dejame que te ayudo a llevarlo al auto - dijo riendo al ver que intentaba levantar a Julian y no podía
- Ay si, por favor - dije contagiándome de su risa.

Se levantó de su asiento y con mucho cuidado lo levantó a Julian, pasando un brazo de él por encima de sus hombros y yo hice lo mismo del otro lado, de tal forma que quedó Juli entre medio de los dos, ya que caminar solo no podía. Nos despedimos de forma general y nos dirigimos al auto, dejamos a Juli acostado en la parte de atrás y yo me senté adelante junto a Peter.

- No sabía que habían vuelto - dijo sin despegar su mirada de la calle mientras manejaba
- Eh, ponele...
- Nunca tuve la oportunidad de felicitarlos, que se yo, es raro que justo estés con mi primo, pero yo no sabía que tenían tanta historia y que ya se conocían - hizo una pausa en la que yo solo asentía - me lo contó él eso, y me alegro mucho de que vuelvan a estar bien - dijo sonriendo
- Gracias Peter, enserio, gracias - dije un poco tímida.

Al cabo de diez minutos ya estábamos en la puerta del edificio de Julian. Con ayuda de Peter lo bajamos y subimos por el ascensor.

- Te ayudo a acostarlo y te llevo a tu casa, dale? - preguntó mientras yo buscaba las llaves en el bolsillo de Juli
- Ay no, no te preocupes, me quedo un ratito con él hasta que se duerma y después me tomo un taxi - dije abriendo la puerta
- Segura?
- Si obvio, aparte ya hiciste demasiado, mil gracias - dije sonriéndole - dejalo ahí en el sillón, así le hago un café y después si que vaya a dormir - agregué y asintió
- Bueno dale, no querés que te ayude en nada? Hago el café? - preguntó y negué con la cabeza
- No te preocupes, yo puedo, muchísimas gracias - dije nuevamente mientras lo acompañaba a la puerta
- No agradezcas más, es mi primo, es lo mínimo que puedo hacer por él - dijo y asentí - solo lamento que el boludo te haya arruinado la noche así, y que haya terminado de esta forma
- No, no me arruinó la noche, es una lástima que se sienta mal pero por lo otro nada que ver, a mi me encanta poder cuidarlo, enserio - dije con una sonrisa
- Sos más buena vos! Bueno te dejo, suerte con el pendejo, que te sea leve - dijo riendo y le di un beso en la mejilla para luego cerrar la puerta tras él.

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