martes, 4 de marzo de 2014

CAPITULO 59

- Julian me pasas una servilleta? - pregunté largo rato después, para romper el hielo, y para que me diera bola de una vez.

Me alcanzó una sin ni siquiera mirarme, ni decir nada. Genial, había perdido mi dignidad al pedo.

- No es necesario que me trates así - susurré para que solo él escuchara
- Me aburrí Oriana, me cansé de vos y tus histeriqueos, ya fue, hacé tu vida - dijo en mi mismo tono de voz y mi corazón se rompió en mil pedazos, tanto por que me llamara "Oriana", como por el "ya fue".

No me dejó contestarle que se paró y se fue, saludando solo a Pablo con la excusa de que tenía que ir a cuidar a su hermana. Estando con los chicos intenté disimular aunque me estuviera muriendo por dentro, pero una vez en casa, en mi cuarto, me encargué de desahogarme. Le dediqué mil puteadas a Julian, patalee y lloré hasta quedarme dormida.

Me desperté con los gritos de mi hermana, no se cuanto tiempo había pasado pero si me llamaba para la cena era porque había dormido un largo rato.

- No tengo hambre Titi - dije sin abrir los ojos
- Te sentís bien? - preguntó preocupada
- Si, solo que no tengo ganas de comer - mentí
- Esta bien, le digo a mamá que te guarde algo por si te da hambre después - dijo alejándose
- Gracias pendeja - grité con pocas fuerzas y la escuche reír antes de cerrar la puerta.

Apenas se fue, me senté en la cama, sin dejar de pensar en ningún momento en él. Decidí mandarle algo por whatsapp, no se si era lo mejor, pero estaba decidida a dejar de lado mi orgullo.

"Se puede saber por qué me ignoras así?" - le puse y al instante me arrepentí, pero ya se lo había mandado.

"No será porque me lo pediste? No me pediste que te de aire? Eso estoy haciendo, o ya te arrepentiste?" - respondió después de cinco minutos de nervios constantes

"No te pedí que hagas como si yo no existiera, solo te pedí que no me presiones"

"Que egoísta sos, querés que todos estén atrás tuyo, que si te insisto no te gusta, si te ignoro tampoco te gusta. Nunca vas a dejar de ser tan histérica?" - eso dolió bastante, me había dejado sin palabras, simplemente tenía razón.

"Tenés razón, pero no soy histérica! Vos habías dicho de ser amigos, no querés más eso?"

"No quiero ser tu amigo sabiendo que no tengo más chances con vos, eso de amigos era algo que me daba un poco de esperanzas, pero ya se fue todo a la mierda, no tiene sentido seguir fingiendo llevarnos bien" - respondió y un par de lágrimas rodaron por mi rostro

"Es injusto que todo termine así, nos vamos a seguir viendo, tenemos amigos en común, me vas a ignorar de por vida?"

"Si es necesario, sí. Ya fue Oriana, estas saliendo con un pibe, preocupate por no ignorarlo a él, olvidate de mí, como estoy haciendo yo con vos" - cuando leí esa última parte las lágrimas comenzaron a caer con más intensidad que antes, eran cada vez más.

"Te estás olvidando de mí?" - escribí con dificultad

"Si, por suerte. Tenías razón, así tenía que ser, vos deberías hacer lo mismo. Chau Ori, que seas feliz" - respondió y tiré el celular con toda la fuerza y rabia contenida, haciéndolo rebotar en la cama antes de caer al suelo.

Llevé las manos a mi cabeza y me maldije mil y una vez por ser tan boluda, por haberlo perdido, y lo peor de todo, por saber que ya me estaba olvidando.

1 comentario: