viernes, 7 de marzo de 2014

CAPITULO 65

Dudé si contestar, cortarle o despertar a Julian, pero morí de celos y no me quedó otra que atender y ponerle los puntos.

- Hola
- Quien habla? Está Juli? - preguntó y volver a escuchar su voz me generó más bronca aún
- Oriana, la novia - mentí - Juli está durmiendo, querés que le diga algo?
- Ah, no, prefiero hablar después con él - dijo bajando el tono de voz y le corté enseguida cuando vi que Juli se empezaba a despertar.

- Con quien hablabas? - murmuró casi con los ojos cerrados
- Con Sabri - contesté, diciendo de mala gana el "Sabri"
- Qué? - preguntó sentándose rápidamente y abriendo los ojos - me llamó y la atendiste?
- Sí - dije cortante - por qué te llama a esta hora un domingo?
- Que se yo, si no sabes vos que hablaste con ella
- No me quiso decir, prefiere hablarlo después con vos - dije y me volví a acostar, dándole la espalda
- Eu - gritó tirándose arriba mío, y aplastándome - que te pasa?
- Julian salí, pesas mucho - me quejé pero ni se movió
- Que te pasa? - volvió a preguntar
- Basta, no me molestes - dije cerrando los ojos para no verlo
- Que te pasa? - insistió, sí, no se cansaba nunca
- Que denso - bufé y él rió
- Que te pasa? - volvió a preguntar y tuve que contener la risa
- Me molesta mucho que te llame, me pone de mal humor - dije sincera y se puso serio, pero sin dejar de mirarme a los ojos
- Pero no es mi culpa Ori, qué querés que haga?
- Que le cortes el rostro, que no le des motivos para que te siga llamando, es mucho pedir? - pregunté y negó con la cabeza, lo que me tranquilizó un poco
- Igual me encanta cuando te pones celosa - dijo para luego dejar una serie de besos que iban desde mi hombro hasta el cuello, donde se entretuvo un largo rato.

- Juli - susurré y se detuvo
- Qué? - dijo volviéndome a mirar a los ojos
- Odio desconfiar de vos, ser así de celosa, yo te juro que no soy así, pero a veces no lo puedo controlar - dije con los ojos llenos de lágrimas
- Y vos como te crees que me pongo cada vez que te veo con ese pibe que ni siquiera lo puedo nombrar? Te entiendo, y voy a intentar no darte más motivos para que te sientas así - dijo acariciando mi mejilla
- Aww, te quiero - dije y sonrió
- Yo tanto más - susurró para luego acercarse y cerramos todo con un simple pero gran beso.

- Mmm Juli - dije entre besos, intentando separarme pero él claramente no quería
- Shhh - dijo continuando con lo suyo
- Para, en serio - susurré empujándolo un poco hasta lograr que me mirara - tengo una sorpresa, ponele...
- Por qué ponele? - preguntó riendo - qué es?
- Porque capaz que no te gusta - dije un poco tímida
- Dale decime ya - dijo divertido
- Mira tus fotos, las del celular. Pero primero dejame salir de acá así cumplo con mi promesa y cocino algo - dije y salió de arriba mío para dejar que me parara

- Que linda que estás - gritó desde la cama cuando caminaba hacia la cocina y le dediqué una guiñada antes de salir por la puerta.

La cocina era realmente un desastre, o sea, estaba limpia y ordenada, pero no tenía absolutamente nada. Abrí la heladera y estaba completamente vacía, solo había un limón, un par de manzanas, y manteca. Hombre tenía que ser. Igual me alivió ver que el freezer tenía varias cosas congeladas. Decidí hacer lo único que había, hamburguesas, y papas fritas. Era eso o pedir delivery, pero yo cumplo mis promesas, aunque eso no contara como "cocinar".

Mientras preparaba las cosas sentí sus manos rodear mi cintura por detrás y sonreí. Dejó un beso en mi cuello y luego se acercó a mi oído, logrando estremecerme.

- Para siempre - susurró - me encantó
- Sí? - pregunté entusiasmada
- Obvio, hasta la subí a instagram - dijo y giré enseguida
- Me estas jodiendo? - pregunte aterrada y largó la risa
- Si, pero me muero de ganas de subirla, de que todos se enteren - dijo y me besó
- Yo también, pero no da. Aunque la podrías subir cortando mi firma - dije sonriendo
- Eso va a traer polémica - dijo divertido y me encogí de hombros
- No me importa lo que digan, mientras no se lea mi nombre, quién va a sospechar? - pregunté y asintió
- Estas loca, y eso me encanta - dijo y me colgué de su cuello para dejar un beso tierno en sus labios antes de seguir con la comida.

Julian fue a bañarse y cuando salió yo ya tenía preparada la mesa, con la comida lista. Se acercó con el pelo todo mojado, con un par de gotas que caían por su rostro, sin remera, como solía hacer, lo cual me mataba, y con un jean todo gastado.

- Al fin, tardas más que yo bañándote - dije y ambos reímos
- Nooo, que rico - dijo mirando el plato como si no comiera hace tres días
- Exagerado, es lo más normal del mundo - contesté riendo.

Terminamos de comer y nos tiramos en el sillón a mirar tele, seguía lloviendo afuera así que no nos quedaba otra.

- Nooo - gritó seguido de una risa mientras miraba su celular
- Que pasó?

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