CAPITULO 56

Desperté con los rayos del sol golpeando directamente sobre mi cara e intenté moverme pero no pude, ya que el brazo de Julian me rodeaba y parecía aferrarse con fuerza a mi cintura a pesar de estar profundamente dormido. Sonreí como una boba al verlo, era tan tierno, estaba acostado boca a bajo y con su cara sobre mi hombro. Cómo habíamos llegado a esa posición? Miré atentamente su espalda y noté enseguida el efecto del sol sobre su piel, estaba exageradamente rojo. En ese momento agradecí el hecho de no haberme destapado en toda la noche, o mejor dicho, en toda la mañana.

- Juli, despertáte - susurré mientras intentaba mover su brazo para que reaccionara
- Mmm - dijo finalmente, con los ojos aún cerrados
- Dale Juli, tenés toda la espalda quemada, salí ya de sol - dije un tanto preocupada
- Qué? - preguntó abriendo sus ojos
- Lo que escuchaste, dale movete - insistí y con toda la pereza del mundo se separó de mí y se sentó
- Era posta lo de la espalda? O era solo para que me despierte? - preguntó refregándose los ojos
- Es en serio tarado, estas demasiado rojo, tendrías que ponerte alguna crema, posta - dije y se empezó a reír, y ahora cual era la gracia?

- Qué me miras así Julian? - pregunté y no pude evitar reír, es que esa risa mezclada con la cara de sueño que tenía era muy contagiosa - Jodete por haber dormido de espalda - agregué viendo que no pensaba hablar
- Y vos jodete por haber dormido boca arriba - dijo aún riendo y levanté una ceja, la verdad que no estaba entendiendo mucho
- Eh? - dije y señaló mi cara
- Tu cara boluda, seguro esta peor que mi espalda
- Me estas jodiendo? - pregunté en un tono muy elevado - me mato, y te mato a vos por haber insistido en dormir acá
- No exageres, te queda lindo - dijo sonriéndome y le dediqué mi peor cara
- Si no? Es re lindo tener la cara roja y el resto del cuerpo blanco - dije irónica y eso pareció hacerle más gracia
- A vos todo te queda lindo Ori, no me jodas, mirate, estás re buena - dijo e inevitablemente reí.

Cómo podía ser que con un simple comentario y una simple sonrisa me cambiara el humor automáticamente?

- Voy a buscar una crema para que nos pongamos - dije parándome y dirigiéndome hacia adentro.

Me ponían nerviosa ese tipo de comentarios así que no se me ocurrió mejor excusa que esa. Él solo asintió con una sonrisa en su rostro. La verdad que lo admiraba, realmente parecía no importarle nada, no importaba cuantos problemas tenía, él jamás perdía su sonrisa.

Entré a la casa y estaban los chicos desayunando, o almorzando mejor dicho, y todos me miraron con cara rara.

- Si ya se, soy un tomate, no tengo ganas de escuchar burlas - dije antes de que dijeran algo
- Que te pasó boluda? - preguntó Lola y todos rieron
- Me dormí de frente al sol, y bueno, así quedé
- Ponete una crema - dijo Jenny preocupada y se dirigió a su novio - mi amor no tenés alguna crema para quemaduras?
- Fijate en el baño, mamá debe tener, ni idea - dijo Pablo y Jenny se paró para luego acompañarme.

- Acá! - grité emocionada mientras revisábamos los estantes del baño
- Bien, querés que te ayude a ponértela? - preguntó y negué con la cabeza
- Primero se la voy a llevar a Juli, te aseguro que su espalda está en peor estado que mi cara - dije volviendo a mirarme en el espejo y Jenny abrió los ojos como platos
- Que Julian qué? - gritó y tapé su boca enseguida
- Shhh - dije cuando saqué mi mano de su boca y largó una carcajada
- Me equivoco o te dormiste de frente al sol con Julian al lado? - preguntó emocionada y asentí
- Al lado y muy cerca - dije remarcando el "muy" y sonriendo
- Awwww - se limitó a decir mientras salíamos del baño
- Después te cuento, voy a llevarle esto a... bueno, ya sabes - dije cuando nos acercábamos a donde estaban los chicos y me sonrió cómplice.

Me dirigí nuevamente al jardín y Julian estaba tirado en el borde de la pileta, con los ojos cerrados. No pude evitar sonreír al verlo.

- Te estás emparejando el bronceado? - dije riendo y se levantó enseguida
- Me cansé de esperarte lo que pasa - dijo sentándose a mi lado
- Exagerado, no demoré ni diez minutos - dije golpeando su hombro
- Igual no lo decía por eso, sabes hace cuanto te estoy esperando? Años - dijo poniéndose serio
- Em, te traje una crema - lo interrumpí, nerviosa, y él lo notó
- Perdón, no se por qué lo dije - dijo un tanto apenado
- No importa, date vuelta así te paso esto - dije volviendo a sonreír y me hizo caso.

Se sentó delante mío, dándome la espalda y, wow, wow, wow. Quedé inmóvil mirándolo, acaso podía estar más bueno? Giró su cabeza después de un rato largo de silencio e intenté disimular, pero creo que mi cara me delataba.

- Ya va, impaciente - dije tartamudeando un poco y él rió, volviendo a mirar hacia el frente.

Apenas puse en contacto la crema con su piel se quejó, y sí, no había forma de que no le ardiera.

- Perdón, perdón - dije bajito y volví a pasar mis manos por su espalda, esta vez un poco más suave.

Me tomé mi tiempo, es que, bueno, este tipo de oportunidades no se pueden desperdiciar. Luego él hizo lo mismo en mi cara y no pare de reírme, no se si de nervios, o qué, pero él se enojaba porque no me quedaba quieta.

- Ah bueno - dijo Lola pasando parándose al lado nuestro mientras Julian me pasaba la crema por la cara.

Lamentablemente venía seguida por todos, quienes se sumaron a los chistes, pero nosotros ni nos enganchamos.

- Estuvo complicada la noche - agregó Nico viendo la espalda de Julian
- No, están muy mal de la cabeza si durmieron acá - dijo Pablo y me encogí de hombros
- Durmieron juntos? - preguntó enseguida Lola y sí, definitivamente había empezado el cuestionario
- Si, pero porque había una sola manta - dijo Julian en un tono muy inocente y todos se tentaron, hasta yo
- No aclares que oscurece - le susurré.

Nos tuvimos que bancar las jodas de los chicos durante un rato largo hasta que por suerte me sonó el celular y me tuve que alejar de ellos para poder hablar tranquila. Por suerte o por desgracia? Sí, era Francisco, y realmente no sabía cómo hablarle después de todo lo que había pasado con Julian.