lunes, 31 de marzo de 2014

CAPITULO 91

- Que pasó? - gritó preocupado acercándose a mí y cerré los ojos, estaba agotada y no quería escuchar sermones, de nadie
- Tuve un pequeño accidente, después te explico Julian, es largo - dije y rápidamente me abrazó por los hombros
- Pero estás bien? - preguntó separándose y agarrando mi cara entre sus manos
- Si, si, solo me duele un poco la pierna, pero estoy bien - dije intentando tranquilizarlo y asintió.

Hasta entonces me había olvidado que Sebastián seguía ahí, creo que a Julian le había pasado lo mismo, porque cuando reaccionó no pudo evitar mirarlo con mala cara.

- Quien sos vos? - preguntó serio
- Ehhh yo después te explico Juli - interrumpí para evitar que Julian lo viera como "el que me chocó con el auto" y lo tratara mal
- Bueno, me voy Ori, cuidate y cualquier cosa tenés mi número - dijo y asentí con una sonrisa
- Si, muchas gracias por todo, nos vemos Seba - dije para luego darle un beso en la mejilla.

Julian le cerró la puerta en la cara prácticamente y me miro con pésima cara, mientras se cruzaba de brazos, esperando explicaciones.

- Contame todo ya! Lo de "Ori", "Seba", "tenés mi número", el beso y las sonrisitas lo podemos hablar después, pero contame que te paso - dijo mientras me ayudaba a sentarme en el sillón
- Bueno, iba corriendo, escuchando música, re distraída y crucé la calle sin mirar, él venía con el auto y me aparecí de la nada y bueno, me chocó. Pero fue bastante suave, solo me pasó esto de la pierna - dije señalándola, de mal humor - y bueno nada, un amor él, me llevó al médico y después me trajo hasta acá
- Si un amor, lo voy a re contra cagar a piñas, mira lo que te hizo - dijo alterado y bufé
- Julian, ya te dije que fue mi culpa, él se portó demasiado bien, otro me hubiera dejado ahí tirada - dije y me miró con cara triste
- Ay no me hagas pensar en eso, yo tendría que haber estado ahí - dijo luego de dejar un beso sentido en mi frente y sonreí
- Ya está Juli, ya estoy bien, lo importante es que no me pasó nada grave - dije y asintió
- Le avisaste a tus padres? - preguntó y negué con la cabeza - Cómo que no?
- No los quiero preocupar al pedo ni cagarles las mini vacaciones, igual ya vuelven mañana
- Esta bien, entonces hasta mañana estas a mi cargo, yo te voy a cuidar y no me voy a separar de vos, te juro - dijo agarrando con fuerza mi mano y dejando un beso en mi mejilla
- Gracias Juli, pero no hace falta
- Si hace, y no se discute - dijo y asentí - te duele?
- Un poco, pero porque me dieron unos calmantes - dije sacando un papel de mi bolsillo - estos eran, me los tengo que comprar y tomar cada ocho horas creo, no se ahí dice
- Bueno ahora mismo te los voy a ir a comprar
- Sos un amor - dije mirándolo detenidamente y me dedicó una de sus sonrisas perfectas - Que hacías acá cuando llegué?
- Es que no me avisaste si habías llegado y ya habían pasado horas desde que te habías ido, te llame mil veces y como no me atendías vine para acá. Tu hermana me dijo que no habías vuelto y me preocupé mucho - dijo bastante apenado y sonreí, era un divino
- Gracias por preocuparte tanto por mí, sos muy tierno - dije abrazándolo por la cintura y pegando mi cabeza a su pecho
- Siempre me voy a preocupar por vos - dijo para luego rodearme con sus brazos y dejar otro beso en mi cabeza - Te amo pendeja, pero no me des más estos sustos
- Yo a vos Juli - susurré aferrándome más a él y sonriendo.

Julian se fue a los cinco minutos para comprarme los calmantes y me quedé hablando con Agus y Titi que acababan de llegar y no podían creer lo que me había pasado. Me contaron que las chicas se habían ido cuando las pasaron a buscar Pablo y Nico y a las amigas de Titi ya las habían pasado a buscar también. Nos pusimos a comer algo y al rato llego Juli, un divino, me había comprado todo.

- Vos te pensás quedar a vivir acá? - le pregunté a Agus y Tiziana me fulminó con la mirada
- Si, hasta que tu hermana me eche - dijo sonriéndome y ella lo abrazó entre risas
- Bajate del pony Agustín - dije enojada y Julian largó la risa
- Dale gorda, anda a descansar, te dijo eso el médico, o no?
- Si pero no quiero, me aburro - dije haciendo puchero
- Dale Ori, yo me quedo con vos, pero tenés que hacer reposo, si vas de acá para allá no te vas a curar nunca
- Bueno pero te quedás - dije y sonrió
- Si, dale vamos - dijo parándose y ayudándome con las muletas.

Insistí en acostarme en la cama de mis padres ya que era más cómoda y grande y hasta ahí me llevó.

- Me incomoda un poco estar acá - dijo mientras me ayudaba a acostarme, y luego se sentó a mi lado
- Por qué?
- Porque sí, siento que tu viejo me esta vigilando, no puedo hacer nada - dijo y largué una carcajada
- Pero si no vamos a hacer nada tarado - dije aún riendo
- Ah yo pensaba que si - dijo haciendo puchero y le pegué
- Julian mira como esta mi pierna, que pensabas hacer? - pregunté con los ojos bien abiertos y sonrió pícaro
- Igual según lo que yo imaginaba no tenías ni que mover tu pierna - dijo y le pegué
- Julian por favor callate, me das miedo, deja de imaginarte esas cosas!
- Y bueno, que querés que haga? Mira como me tenés...
- En serio, no sigas porque me voy a enojar - dije seria y él se empezó a reír
- Te estoy jodiendo boluda - dijo acostándose a mi lado, apoyando su cabeza en mi hombro y rodeando mi cintura con su brazo
- Mmm vos no perdés oportunidad para tocarme eh - dije apoyando mi mano sobre su brazo y sonrió
- No, nunca, aprovecho todo - dijo y reí.

Dejó un beso en mi hombro y escondió su cara en mi pelo. Creo que se quedó dormido enseguida, ya había pasado como una hora y yo no podía pegar un ojo. En eso me sonó el celular y lo saqué del bolsillo con cuidado de no moverme mucho y despertar a Julian. Era un mensaje de "Seba", así lo había agendado.

"Estas mejor Ori? Necesitas algo? Cualquier cosa no dudes en decirme" - ay era más tierno

"Estoy bien, ya me compraron lo que me recetó el médico y estoy haciendo reposo, aunque ya no aguanto más, quiero tirar las muletas a la mierda jajajaj. Gracias Seba!"

"Uy si, me imagino! No te tenía tan obediente, muy bien, así me gusta"

"Ah si, no me conoces pero soy re buena eh, no se que imagen tendrás de mi"

"La mejor, jaja. Y tu novio un celoso, casi me parte la cara al medio con la puerta"

"No tengo novio! Jajaj Julian no es mi novio, es un amigo" - escribí, dudando un poco. En realidad era verdad, no somos nada.

"Ah bueno, esta bien... No te molesto más Ori, mejorate!" - me puso y no se por qué, pero sonreí.

- Con quien hablás? - preguntó Julian medio dormido mientras intentaba leer la conversación
- Con nadie - dije dando vuelta el celular rápidamente - dormiste eh, me dejaste mirando el techo, aburrida, como una hora
- Si me re dormí perdón - murmuró y le arreglé un poco el pelo con mi mano, ya que estaba todo despeinado.

Aprovechando mi distracción, en tan solo un segundo me agarró el celular y salió corriendo, sabiendo que yo no me podía ni mover para perseguirlo.

- Julian vení para acá, soltá mi celular - grité pero no me hizo caso
- Así que no hablabas con nadie eh - dijo mientras leía y me tapé la cara con ambas manos, esto recién empezaba - que tierno Seba - agregó de mala gana
- Basta por favor, no empieces
- Si lo agarro te juro que lo mato, encima que te choca te tira onda, y vos se la seguís - decía muy mal humorado
- No le sigo nada y no me tira onda, Julian en serio basta, devolveme el celular - grité
- Ah mira que interesante, no tenés novio y yo soy tu amigo - dijo para luego mirarme con seriedad - me explicas?
- Dije alguna mentira? Somos novios y yo no me enteré? - pregunté muy tranquila y él puso los ojos en blanco
- Pero no somos amigos - dijo un poco enojado y se sentó a mi lado, dejando el celular en la mesita de luz
- Bueno no se, en realidad si, por lo menos ahora, sí - dije mirándolo a los ojos
- Ah mira vos, no sabía que con tus amigos hacías esto - dijo serio, sin despegar su mirada de la mía
- Que cosa? - pregunté confundida

- Esto - murmuró tomando mi cara entre sus manos y capturando mis labios con total suavidad, delicadeza  y ternura.

domingo, 30 de marzo de 2014

CAPITULO 90

- Estás bien? Te duele algo? Perdoname te juro que no te vi, apareciste de la nada y no pude frenar - dijo bastante alterado
- Estoy bien, me duele mucho la pierna, pero estoy bien - dije a punto de llorar, realmente dolía - y la culpa fue mía, iba escuchando música y no vi el auto
- Shh, tranquila, dejame ayudarte, te llevo al médico a que te revisen - dijo agarrándome del brazo y negué rápidamente con la cabeza
- No, no, ya se me va a pasar - murmuré sosteniéndome de su hombro para poder pararme.

Cuando me paré el dolor aumentó el triple, pegué un grito de desesperación y me abracé de sus hombros con total confianza para poder mantenerme parada.

- En serio, dejame llevarte a que te revisen, de lo contrario, no voy a poder estar tranquilo - dijo preocupado y asentí.

Me llevó con cuidado hasta el auto, depositándome en el asiento del copiloto. En cinco minutos ya estábamos en emergencias, esperando a que nos atendiera un médico, el dolor persistía y ya no sabía como disimularlo para que él no se sintiera culpable.

- Cómo te llamas? - preguntó corriendo el pelo que caía sobre mi cara
- Oriana, y vos? - respondí, levantando la cabeza para poder mirarlo
- Sebastián, una lástima habernos conocido en este contexto, pero un gusto Ori - dijo extendiendo su mano y sonreí para luego hacer lo mismo
- Gracias por todo, y perdón por el garrón que te tuviste que comer por mi culpa - dije con vergüenza y él rió
- Ningún garrón, es lo mínimo que puedo hacer por vos - dijo y sonreí, por primera vez me olvidaba del dolor que sentía en la maldita pierna.

No me había detenido a mirarlo hasta ahora. Era lindo, bastante lindo. Tendría unos 25 años aproximadamente, y la sonrisa extremadamente perfecta. Morocho, de ojos indefinidos, una mezcla entre gris, celeste y verde que me tenía totalmente atrapada, hipnotizada.

- No querés avisarle a tus padres o a alguien? - dijo extendiéndome su celular y negué con la cabeza
- Mis padres están de viaje, vuelven mañana y no es nada grave como para preocuparlos y hacerlos volver antes - dije y asintió - gracias igual!

En ese momento dijeron mi nombre y él se paró enseguida para llevarme hasta la puerta del consultorio. Me hicieron un par de estudios, placas, etc, y lo mejor de todo es que no había sido tan grave como para poner yeso, solo tendría que hacer reposo, no apoyar el pie, por lo tanto usar muletas, que me las prestaron ahí mismo y volver dentro de un par de días para controlar que todo siguiera bien. Por suerte me dieron unos calmantes y casi ni sentía el dolor.

Intentando acostumbrarme a las muletas, caminé con ellas hasta el auto de Sebastián, él me ayudo a sentarme y emprendimos camino hasta mi casa. Durante el viaje hablamos un poco de nosotros, era muy buena onda, hasta nos pasamos nuestros celulares y se ofreció a ayudarme si necesitaba algo. Creo que era porque todavía sentía culpa por el accidente, aunque ya le hubiera explicado infinidad de veces que la culpa había sido mía.

- Gracias Seba, de verdad no se como agradecerte todo lo que me ayudaste - dije cuando llegamos a la puerta de casa
- Cualquiera en mi lugar hubiera hecho lo mismo - dijo sonriendo - mejorate eh, y cualquier cosa me llamas - agregó y asentí - ah y tene cuidado la próxima, yo venía lento con el auto, pero hay cada bestia suelta, cuidate en serio Ori
- Si, olvidate, ahora voy a estar re contra atenta. Gracias de nuevo - dije y me sonrió de oreja a oreja, uffff!

Me ayudó a abrir la puerta ya que con las muletas no podía hacer todo. Apenas abrió la puerta apareció Julian preocupado. Al parecer me iba a putear hasta que se dio cuenta de que iba en muletas y su cara se transformó de golpe.

sábado, 29 de marzo de 2014

CAPITULO 89

Me tiré en la cama con una sonrisa de oreja a oreja. Como me podía la puta madre.

- Que onda ustedes dos? - preguntó Lola con los ojos apenas abiertos
- Estamos peleados - dije girando mi cabeza para poder mirarla
- Si, eso se re nota - dijo irónica luego de reírse un buen rato
- Ayer me dejo tirada en el boliche por ir a hacerle la fiestita a "Sabri" - dije de mal humor
- Que qué? - preguntó abriendo bien los ojos y reí al ver su expresión
- A festejarle el cumpleaños - aclaré y suspiró aliviada
- Y te enojaste? - dijo poniéndose seria y asentí
- Vos no te enojarías si Nico te hace eso con una ex? - pregunté y dudó un rato
- Si, obvio, pero Juli te re contra ama boluda, no podes desconfiar de él
- Ya lo se, no desconfío de él, desconfío de ella, no se por qué pero todavía le debe tener las re ganas a Julian, y me molesta que él haga como si eso no fuera así, que se le haga el amiguito, no se, me saca - dije sincera y asintió, mientras me escuchaba atenta
- Te entiendo, pero veo que el enojo no te duró mucho, cuando llegamos estaban durmiendo cucharita, que onda? - dijo riendo y me tapé la cara con la almohada, que vergüenza
- Le apliqué el freezer y lo mandé a dormir al piso, pero se ve que se paso a la cama en cuanto me dormí - dije con una sonrisa, recordando cómo me abrazaba cuando me desperté
- Ay que forra que sos - dijo riendo y me encogí de hombros
- Prefiero ser forra y no darle a entender que con un beso o abrazo lo voy a perdonar siempre que se mande una cagada - dije y asintió.

- Y que onda tu hermanita con Agus? Estaban durmiendo juntos en el sillón, quedamos de cara cuando los vimos - dijo sorprendida y reí
- Que se yo, se tienen ganas pero son re lentos
- Salió a la hermana - dijo interrumpiéndome y le dediqué un gran "fuck you" - igual Agus no es tan lento, si hubieras visto como la abrazaba - agregó
- No me hagas imaginar cosas, por favor, porque te juro que bajo ahora mismo y lo echo de mi casa - dije poniéndome seria y ella rió
- Celosa que sos, dejala que se lo re curta y listo - dijo muy tranquila y la fulminé con la mirada
- Lola! No hables así, es mi hermanita, chiquita...
- Va a cumplir quince boluda, chiquita de donde? - dijo y le tiré otra almohada como para callarla.

Con toda la pereza del mundo, me levante para lavarme los dientes, la cara (ya que todavía tenía restos de maquillaje de la noche anterior) y peinarme un poco. Era un desastre, no se como Julian no se había asustado al verme.

Ante un momento de locura me vestí como para salir a correr. Me ayudaba a pensar y relajarme, y la verdad que me vendría muy bien en estos momentos. Me puse una calza y top negro, una campera atada a la cintura, del mismo color y bajé las escaleras corriendo.

- Dice Julian que no podes pasar a la cocina - gritó Titi desde el sillón cuando me vio
- Qué? Por qué no? - pregunté intrigada y se encogió de hombros
- Julian - grité acercándome a la puerta - abrí, no jodas
- Esperame cinco minutos, no seas pesada - gritó desde adentro y bufé.

- Que miran? - pregunté sentándome con Titi y Agus
- Una película - contestó él sin despegar la vista de la pantalla
- Y tus amigas? - pregunté, esta vez mirando a mi hermana
- Duermen, en mi cuarto - dijo sin darle mucha importancia
- Ajam, y? Cómo durmieron? Re cómodos me imagino...
- Sos re cargosa Oriana! - se quejó Titi y le pegué
- Ella comodísima, yo tengo el cuello duro, y encima me re aplastó la forra - dijo Agus y ella le sonrió, cómplice
- Apa... no me quiero imaginar nada así que por favor no sigan contando - dije tapándome los oídos y ambos rieron
- Igual obvio que no te pensábamos contar - dijo ella aún riendo
- Ay los odio! - grité y me levanté para volver a tocar la puerta de la cocina.

- Uy sos re impaciente - dijo Julian cuando por fin me abrió
- Quiero tomar un café nene, es mi casa y puedo entrar a donde quiera - dije quejándome y rió
- Bla, bla, bla... Cerrá los ojos - me ordenó y levanté una ceja
- Qué? - pregunté y sin decir nada me tapó los ojos con sus manos
- Camina - dijo y di unos pasos
- A donde vamos? - pregunté ansiosa
- Al jardín, es una sorpresa, camina dale, no hagas preguntas - dijo y bufé
- A esta altura tendrías que saber que odio las sorpresas - dije quejándome - para Julian, me voy a caer - agregué extendiendo mis manos
- Deja de hablar, te estoy llevando bien, no te vas a caer
- Pero...
- Sos infumable boluda - me interrumpió riéndose.

Seguimos caminando hasta que de pronto nos detuvimos. Sacó despacio sus manos de mis ojos y por fin los abrí.

- Ay, Juli - dije impresionada y me sonrió de oreja a oreja - que lindo!
- Se que no es mucho, pero la tengo que remar de a poco - dijo encogiéndose de hombros y sonreí, me iba a matar de amor un día de estos!

Me había preparado una especie de picnic en el jardín, había puesto un mantel, y sobre él, el desayuno. Puso un montón de cosas, café, jugo, tostadas, galletitas, torta de chocolate. Era algo sencillo pero extremadamente tierno, o sea, se había tomado su tiempo para hacerme una sorpresa y preparó todo él solo, eso lo hacía muy meritorio y especial.

- Gracias - dije sentándome en el pasto y haciéndole señas para que se sentara a mi lado
- De alguna forma tengo que arreglar mis cagadas - dijo y asentí - sume puntos?
- Mmm sí, algunos, pero todavía no llegas Julian - dije riendo
- Ay que difícil me la vas a hacer - dijo mordiéndose el labio y negando con la cabeza
- Un poquito - dije sonriendo para luego dejar un beso en su mejilla.

Desayunamos entre charlas, risas, indirectas, directas, palasos, entre otras cosas. Hablamos de todo menos de lo ocurrido ayer, es que, bueno, él sabía que no me iba a poder hacer cambiar de opinión, y también sabía que se la había re mandado.

- Che, hablando en serio, por qué estás así vestida? Querés que me de un infarto? - preguntó de la nada
- Sos un idiota - dije riendo - tenía pensado salir a correr, por eso
- Y te hice cambiar de planes? Ahora te vas a quedar conmigo? - dijo acercándose y lo frené
- Justamente, después de todo lo que me diste de comer, si no corro voy a estar en graves problemas
- Puedo ir con vos? - preguntó y negué con la cabeza
- Me gusta correr sola, me ayuda a pensar, me vendría bien justo ahora - dije y asintió, apenado
- Esta bien, entonces junto todo esto y ya me voy yendo - dijo serio
- Espera que te ayudo!

Entre los dos entramos todas las cosas y le tuve que insistir para que no lavara nada, yo después me encargaría de eso.

Nos dimos un pequeño abrazo en la puerta de mi casa en forma de despedida, ya que él se iba caminando para un lado y yo para el otro.

- Avisame cuando vuelvas, no se, si querés nos vemos a la noche o...
- Si Juli, te hablo después - dije interrumpiéndolo y sonrió
- Y cuidado... Tapate bien con la campera porque esa calza te marca todo - dijo y le pegué
- Julian, basta, no tenés ningún derecho de reprocharme nada
- Tengo sí, vos sos mía loca, que te quede bien claro - dijo acercándose a mí hasta el punto de rozar mis labios con los suyos
- Nos vemos Juli - dije alejándome, con toda la fuerza de voluntad del mundo, cuando moría por darle un beso.

Hizo un saludo con su mano y se quedó mirándome por unos segundos mientras me iba. Me coloqué los auriculares y puse la música a todo volumen mientras empezaba a correr.

Sentir el viento en mi cara y el sonido de la música, me hacía olvidar de absolutamente todo lo malo. Iba en mi mundo, reflexionando sobre la vida en general, sobre Julian, sobre nosotros. Estaba tan concentrada en eso que no prestaba atención a nada, y cuando quise acordar ya estaba en el suelo. El impacto había sido leve, pero fue tan de golpe que me asusté mucho. Hice un gesto de dolor y un chico bajó corriendo del auto para agacharse a mi lado, con una cara de susto peor que la mía.

viernes, 28 de marzo de 2014

CAPITULO 88

Después de diez minutos aproximadamente decidí abrir los ojos para ver si dormía. Al parecer sí, estaba acurrucado en el piso, abrazando la almohada. Me daba ternura y lástima a la vez, pero bueno, no podía aflojar tan fácil, y aparte por dentro seguía con bronca. Suspiré para luego volver a cerrar los ojos y entrar en un sueño profundo.


Me desperté con los rayos de sol golpeando sobre mi cara y lo maldije a Julian por no haber cerrado la cortina cuando entró por la ventana. Abrí los ojos con dificultad y me quedé tranquila al ver que las chicas estaban durmiendo allí, y solas, sin los chicos, por suerte...

El que no estaba donde lo había visto esa mañana era Julian, lo que me preocupó bastante. Pero solo hasta que intenté desperezarme y ahí me di cuenta de lo que estaba ocurriendo. Estaba casi contra el borde de la cama y sin poder moverme. Sus brazos rodeaban mi cintura por detrás y sus piernas pasaban por encima de las mías, enredándose entre ellas. Mierda, cómo habíamos llegado a esto? Cómo no me había dado cuenta antes de que se había pasado a mi cama? Igualmente tengo que admitir que morí de amor cuando giré un poco mi cabeza y vi como dormía enterrando su cara en mi pelo. Me generaba tanta paz verlo así, tan tranquilo y relajado. Deposité mi mano sobre la suya, la cual reposaba sobre mi panza y suspiré, que linda forma de empezar el día.

Giré intentando no despertarlo para quedar frente a él. Era extremadamente tierno cuando dormía, ya dije eso antes? Me quedé observándolo por un largo rato, en silencio, escuchando su respiración y sonriendo como una boba. Por qué lo odiaba y lo amaba al mismo tiempo? Jamás me había pasado una cosa así, con nadie. Todavía tenía unas tremendas ganas de putearlo y a la vez lo miraba y tenía que contar hasta cien para no comerle la boca. Bueno, yo y mi "bipolaridad", por así decirlo, es un tema aparte.

Aún dormido se movió un poco en el lugar y me aferró más a su cuerpo. Cómo iba a poder aguantar estar enojada con él si me hace estas cosas? Encima estaba en cuero el muy hijo de puta. Aprovechando que estaba dormido y que no iba a poder usar esto en mi contra luego, llevé mi cara a su cuello y deje varios besos allí, suaves, delicados, procurando que no se despertara. Bueno, de alguna forma tenía que sacarme las ganas, me estaba tentando demasiado. Apenas se despertara iba a seguir haciéndome la dura, por lo menos para que aprenda y se de cuenta de las cagadas que se manda, así que pensaba aprovecharme ahora mientras dormía como un tronco.

Riéndome en silencio seguí dejando besos por toda su cara y cuello. No se despertaba pero hacía muecas cada vez que sentía algo.

Me quedé durita en mi lugar cuando noté que se empezó a estirar, ya consciente.

- Se puede saber que haces acá? Agarrándome así? - pregunté seria apenas abrió los ojos y no pude evitar largar la risa cuando me miró, tenía los ojitos chinos y no entendía nada
- Mmm shhh - fue lo único que pudo decir antes de volver a cerrar los ojos y abrazarme con más fuerza, escondiendo su cabeza en el hueco de mi cuello
- Julian - dije enojada pero sonriendo a la vez y largué un suspiro al ver que no se pensaba mover
- Quiero despertarme así todos los días - susurró en mi oído, matándome de amor
- Para, cortala, te deje todo bastante claro ayer, o bueno, hoy - dije empujándolo un poco por los hombros
- Claro y después me obligas a que duerma con vos - dijo sonriéndome y le pegué suave
- Vos te metiste, nadie te obligó a nada
- Y vos no te negaste, bien que lo disfrutaste pendeja - dijo mordiéndose el labio mientras sonreía
- Ah no, listo, te fuiste, chau, volá - grité furiosa, empujándolo y logrando que cayera al suelo.

No pude evitar tentarme al ver esa imagen, hubiera sido ideal filmarlo y verlo por un año seguido.

Su cara de enojo y venganza ya me empezaba a dar un poco de miedo, era una combinación mortal. De un momento a otro lo tenía tirándose sobre mí para hacerme cosquillas. El forro sabía que eran mi punto débil, que no las podía soportar. Empecé a gritar desesperada con risas de por medio y patadas que iban y venían para todos lados.

- Se pueden ir a garchar a otro lado? Quiero dormir! - gritó Lola enojadísima porque la habíamos despertado.

Julian dejó de hacerme cosquillas en ese instante y nos miramos por un segundo para luego reírnos a carcajadas.

- Tomatelaaaa - gritó Julian riendo
- Desubicada - agregué yo, tirándole una almohada en la cabeza y bufó, tapando su cabeza completamente con las sábanas.

- Y si le hacemos caso? - dijo sonriendo, pícaro
- En que? - pregunté levantando una ceja
- En ir a otro lado a...
- Te vas, Serrano, te fuiste - grité sin dejar que termine la frase
- Que mal pensada que sos, iba a decir "a hablar", desubicada, mal pensada, no es mi culpa que quieras abusar de mi y pienses siempre en eso - dijo agarrando la remera que había dejado en el piso y abriendo la puerta del cuarto
- Juliaaaaaan - grite y se fue corriendo antes de que le tirara con algo.

jueves, 27 de marzo de 2014

CAPITULO 87

Ignorando la cara de Agus al no entender nada de lo que pasaba, volví a mi cuarto, con peor humor del que tenía y más enojada de lo que estaba. Odiaba que hiciera esto, o sea le había dicho que no quería hablar con él y viene igual? Cuál parte del NO no entiende?

Me volví a acostar pero esta vez intentando dejar mi mente en blanco y sin pensar en él, aunque se me hiciera difícil. Estaba quedándome dormida finalmente cuando unos ruidos me sobresaltaron. Abrí un poco los ojos y vi lo que menos quería ver en ese momento. Estaba ahí, en mi cuarto, cerrando cuidadosamente la ventana por la cual había entrado hace tan solo un par de minutos. Me refregué los ojos intentando darme cuenta si era él, o si había sido tan solo un sueño, pero parecía bastante real.

- Que haces acá? - murmuré de mala gana
- Necesitaba verte, y no me abriste la puerta así que entré por la ventana - dijo encogiéndose de hombros, como si entrar en una casa a las 6 de la mañana por la ventana fuera lo más normal del mundo
- Estas mal de la cabeza Julian - dije bastante enojada - ya me viste, ahora te podes ir
- No me pienso mover de acá hasta que hablemos - dijo muy tranquilo, sentándose en el borde de mi cama
- Espera tranquilo porque no pienso hablar, hasta mañana - dije dándole la espalda y cerrando los ojos
- Dale Oriana no seas pendeja - susurró apoyando su mano en mi brazo
- Yo pendeja? - grité dándome vuelta - vos sos el pendejo, que nunca valoras ni cuidas nada
- Por qué decís eso? - preguntó con el ceño fruncido
- Porque sí, porque ayer te dije que te amaba y te importó un carajo, no me diste bola en toda la noche, me dejaste tirada como tres horas en el boliche, encima por irte con... ellos
- Te puedo pedir perdón por eso? Por haberte dejado sola? Puedo o me vas a revolear la almohada por la cabeza? - preguntó bastante tierno y tuve que disimular una pequeña sonrisa
- Solo si tenés una buena excusa, creíble - dije recostándome sobre el respaldo de la cama
- Es que no se, me los encontré a los chicos, y justo le estaban festejando el cumple a Sabri. Me sentí bastante forro por haberme olvidado entonces me quede ahí - dijo y mi cara se iba transformando a medida de que iba largando las cosas
- Ah claro, le querías hacer la fiestita - dije furiosa y él rió, como para darme más bronca
- No seas celosa eu - dijo tirandose arriba mío con una sonrisa
- Salí Julian, tenes que darte cuenta cuando algo no da, y ahora no da, estoy enojada y te quiero re cagar a puteadas - dije y volvió a sentarse bastante apartado
- Puteame - dijo divertido y negué con la cabeza - dale, descargate
- No te hagas el gracioso eh, que bien que te la mandaste - dije cruzándome de brazos - y no estoy celosa, solo estoy enojada porque quería estar con vos, bailar, divertirnos y me la pase sola toda la noche
- Aww perdoname, se me re pasó la hora pero yo también quería estar con vos y todo eso, y también cuidarte de que no se te acerque nadie
- Bueno jodete porque se me tiraron todos, tuvo mucho éxito el short - dije para provocarlo y su cara se transformó
- Qué? - su mirada estaba prendida fuego, la cosa se estaba poniendo bastante divertida, aunque en el fondo seguía con ganas de matarlo
- Sí, no sabes, no estabas vos pero por suerte no me faltó compañía, así que quedate tranquilo - dije con una sonrisa
- Igual no te creo, vos solo me querés a mí - dijo y se ganó un golpe en el hombro
- Ves, odio que seas así, no te la creas Julian, no sos el centro del mundo. Y te aviso que no te perdono, si querés que lo haga vas a tener que sumar muchísimos puntos - dije volviéndome a acostar
- Qué? Encima la voy a tener que remar? Yo?
- En dulce de leche Julian! Ahora andate, y apaga la luz antes - dije dándole la espalda
- Na, yo de acá no me voy ni loco, haceme un lugar ahí que me quedo a dormir - dijo sacándose la remera
- Que haces? Que te fumaste? - pregunté gritando
- Me pongo cómodo, dale movete gorda que tengo sueño - dijo empujándome para un costado y levantando las sábanas
- No boludo, te estoy hablando en serio, ni se te ocurra - dije volviéndome a tapar
- Me vas a decir que no queres que duerma contigo? - dijo con una sonrisita la cual se la tendría que haber borrado de una piña
- No - dije segura, aunque por dentro moría por decirle que sí - que parte no entendiste?
- Dale Ori, no me hagas dormir en el piso - dijo haciendo puchero y puse los ojos en blanco
- Vos sos el que te querés quedar, yo no te lo pedí, y ni se te ocurra acostarte en los colchones que ahí van a dormir mis amigas
- Bueno pero por lo menos prestame una almohada, vos tenes como cuatro, no vale - dijo y le tiré una por la cabeza
- Sabía que ibas a hacer eso - dijo riendo y no pude evitar reirme yo también - que duermas bien, linda - agregó tirándome un beso a lo lejos
- Que duermas mal, por forro - dije seria y él largó una carcajada.


miércoles, 26 de marzo de 2014

CAPITULO 86

Apenas nos subimos al taxi me tire en los brazos de Agustín, realmente necesitaba de sus abrazos. Y así fue el viaje, en silencio, él solo me acariciaba el pelo mientras yo me aferraba a su pecho, dando suaves golpes en él para intentar sacarme un poco la bronca. Porque no era tristeza, era bronca.

Pagó él y entramos a casa intentando hacer el menor ruido posible. Con todo esto que había pasado nos habíamos olvidado de avisarle a Titi que venía Agus a verla, así que simplemente me dirigí a su cuarto y la desperté sacudiéndole el brazo.

- Que haces tarada? - dijo aún medio dormida
- Esta Agustín esperándote abajo - dije con mi peor cara y la suya se transformó, hasta pensé que se le saldrían los ojos de la cara
- Qué? Es en serio? - preguntó un tanto alterada y asentí - pero estoy en pijama y toda dormida Oriana - dijo quejándose
- Ah porque él nunca te vio en pijama y dormida, no jodas pendeja, baja que en un ratito ya se va - dije para luego cerrar la puerta.

Bajé al living, donde estaba Agus y me senté a su lado mientras no bajaba mi hermana.

- Estaba durmiendo, no te asustes cuando la veas - le dije y se rió
- Estas mejor vos? - preguntó cambiando el tema y me encogí de hombros
- Que se yo, tengo bronca más que nada, y pienso que no se me va a ir hasta que lo cague bien a puteadas, pero bueno...
- Eso no estaría nada mal, pero no te zarpes que no mató a nadie el pibe - dijo defendiéndolo y le pegué en el hombro
- Sos mi amigo o el suyo? Ubicate porque te echo eh - dije riendo
- Ahí va, reíte, cambia esa cara de culo - dijo despeinándome.

Me di vuelta cuando escuché unos ruidos y no pude evitar reírme. Era Titi bajando las escaleras, extremadamente torpe, con una cara de dormida terrible y en pijama. Por lo menos se había atado el pelo, porque cuando la fui a despertar, éste era lo más parecido a un nido de pájaros.

- Que ganas de joder ustedes eh, hacerme levantar a esta hora - dijo refregándose los ojos y acercándose a nosotros
- Tu voz Tiziana - dijo Agus entre risas y ella agarró el almohadón más cercano para revoleárselo por la cabeza, sin culpas.

Digna hermana mía. El mal humor y el odio cuando se burlan de nosotras debe ser hereditario.

- Te odio idiota, estoy acá por tu culpa y encima te reís - dijo quejándose y él se levantó de un salto para abrazarla por la cintura
- Aw son muy tiernos - grité cortando el momento tierno y ambos me miraron serios - ya entendí, interrumpo, sobro acá, no? Voy a buscar algo para comer, sigan ustedes eh - dije para luego dirigirme hacia la cocina, dejándoles aunque sea cinco minutos de privacidad, pobres, no los había dejado solos en toda la noche.
- Traenos algo gorda - gritó Titi y asentí a lo lejos.

Había sobrado un poco de pizza de la noche anterior así que la puse a calentar y serví tres vasos de coca. Mientras esperaba a que se detuviera el microondas me empezó a vibrar el celular. Con un poco de torpeza, fruto de la ansiedad, lo saqué del bolsillo y me estremecí cuando leí su nombre en la pantalla. Por suerte no era una llamada sino un mensaje.

"Ori necesito hablar con vos, voy a tu casa"

Me congelé. A mi casa? Ahora? Qué?!

"No Julian, no te gastes en venir porque no te pienso abrir. No estoy de humor para pelear con vos, y si hablamos ahora se que vamos a terminar muy mal" - le mandé todo de una porque no quería que me siguiera hablando, quería cortar la conversación ahí, por lo menos por hoy.

No me contestó y eso me alivió, por suerte no se había puesto insistente, eso era bueno. Volví con todas las cosas al living, y morí de ternura con la primer imagen que vi. Estaba Titi acurrucada apoyando la cabeza en el hombro de Agus, quien la rodeaba con su brazo. Eran lo más tierno del mundo.

- Pasame el plato - me gritó mi hermana y bufé
- Parate y agarralo vos flaca - dije mientras mordía un pedazo de pizza
- No, no te pares - gritó Agus, agarrándola entre sus brazos
- Salí tarado - dijo ella riendo y luego de un forcejeo se pudo parar para agarrar finalmente un pedazo de pizza.

- Y? - dije cuando terminamos de comer y volvieron a la posición en la que estaban cuando llegué de la cocina
- Y qué? - preguntó él
- Ya chaparon? - largué muy directa y la cara de Tiziana me hizo largar una carcajada
- Siempre te desubicás, te das cuenta? - dijo nerviosa
- No me contestaste - insistí y puso los ojos en blanco
- No, que vamos a chapar si no me da ni bola - dijo él y Titi le pegó, bien, va aprendiendo de mí
- Como que no te da bola? - pregunté riendo
- Si no se, me boludea, creo que me quiere como amigo - dijo haciendo puchero y nos tentamos los tres
- Callate Agustín, no jodas - dijo Titi volviendo a apoyar su cabeza en el hombro de él y tapándose la cara con una mano
- Bueno chicos los dejo solos porque no estoy de humor para presenciar este tipo de escenitas cursis - dije y me despedí de ellos para volver a mi cuarto.

Pasaban los minutos y yo no paraba de dar vueltas en la cama, no me podía dormir. No podía dejar de maquinarme con todo lo que había pasado esa noche. Desde mi primer "te amo" hasta el maldito "chau Julian". Pero un ruido insoportable me sacó de mis pensamientos. El timbre. Las maldije a las chicas por volver a esta hora y tener que bajar a abrirles pero bueno, no me quedaba otra.

Sacando fuerzas de algún lugar que ni yo conozco, me levanté de la cama y bajé las escaleras sin ningún apuro.

- Seguís acá? - le pregunté a Agus cuando lo vi recostado sobre el sillón, con Titi completamente dormida sobre su pecho
- Si, ya me voy eh, es que se durmió y me daba cosa despertarla - susurró mirándola con ternura y sonreí
- Quedate si querés Agus, no hay problema, mientras no te zarpes - dije y rió
- Bueno, me quedo acá en el sillón, a menos que ella me eche
- Na olvidate, no se despierta hasta mañana al mediodía más o menos - dije y sonrió
- Gracias Ori
- A vos por cuidarla, la verdad que te juzgué mal - dije mientras me dirigía a abrir la puerta.

Gracias a Dios se me ocurrió la brillante idea de mirar por el agujerito de la puerta antes de abrirla. Definitivamente no eran las chicas, era él, Julian. Mi corazón se detuvo y nuevamente mi maldito cuerpo no reaccionaba.

Decidí mandarle un mensaje ya que no me daba la cara para decírselo de frente.

"No te quiero ver ni escuchar Julian, deja de tocar timbre! No insistas porque no te voy a abrir, estoy intentando dormir"

martes, 25 de marzo de 2014

CAPITULO 85

- Yo... te... amo... más - dijo con dificultad ya que yo no me desprendía de sus labios - Ori... mmm... para...
- Qué? - pregunté separándome un poco y me dedico una enorme sonrisa
- No sigas porque sino no vamos nada al boliche y nos quedamos acá eh, y ahí si que no zafas - dijo riendo y le pegué
- Julian! Ya tenías que cagar todo, ubicate - dije haciéndome la enojada y él solo se acercó para dejar un beso en mi cachete y luego morderlo con delicadeza.

Bueno, él era así de normal. Me quejé por eso pero no hizo otra cosa que reírse.

A eso de las tres de la mañana pedimos los taxis, íbamos a ir en tandas ya que éramos varios. Yo me fui recién en el último junto con Peter, Maxi y Agus, después de despedirme de Titi y de sus amigas y cerrar todo. El viaje fue puras risas, cargadas a Agus con respecto a mi hermana, charlas profundas con el taxista, y al cabo de diez minutos ya estábamos en la puerta del boliche. Habíamos quedado en encontrarnos ahí con el resto de los chicos pero solo estaban Jenny, Pablo, Lola y Nico.

- Y Juli? - pregunté mientras lo buscaba con la mirada
- Entró con Eli que estaba un poco ansioso y no quería esperar - dijo Pablo guiándonos hacia la cola, ya que estaba lleno de gente
- Ah bueno - dije un poco molesta y él se encogió de hombros.

Una vez adentro nos dirigimos al baño con las chicas, era como un ritual cada vez que salíamos. Luego a la barra a comprar unas cervezas y con éstas en mano empezamos a buscar a los chicos. El lugar estaba lleno, no podías dar un paso que ya te estaban empujando y dando codazos. No hay nada que me ponga de peor humor que esa situación.

- Eli - grité emocionada, encontrar a alguien conocido entre tanta gente era un milagro - Julian no estaba con vos? - pregunte al ver que él bailaba muy entretenido con una rubia, y no había ni rastros de Julian
- Eh... no sé - dijo apenas mirándome
- Pero no entró con vos? - pregunté un poco confundida
- Si entró conmigo pero enseguida se encontró con unos amigos creo que de su facultad y se fue con ellos
- Amigos o amigas? - pregunté empezando a ponerme nerviosa, odiaba la palabra "facultad" cuando se refería a algo de Julian, lo único que me venía a la mente era la famosa Sabrina
- Ehhh, las dos cosas, amigos y amigas - dijo muy relajado - qué tiene de malo?
- No, nada - contesté furiosa y me alejé de él, seguida por las chicas que no entendían mucho mi reacción
- Para Ori, qué pasa? - preguntó Jenny frenándome
- Nada, debe estar con Sabrina, eso me pasa, pero ya fue, que se maneje, vamos con los demás - dije decidida y ambas asintieron.

Después de dar un par de vueltas al rededor del boliche encontramos a los chicos, todos menos Julian, que seguía sin aparecer. Nos quedamos bailando con ellos, y yo estaba en tal estado de euforia que por un largo rato hasta me olvide de Julian y de todo lo que tenía que ver con él que me preocupaba.

- Espero que le estés mandando mensajes a mi hermana y no a otra mina eh, mira que si me entero de algo te la corto - dije elevando la voz para que Agus me pudiera escuchar, ya que la música sonaba muy fuerte
- Si, tranquila, le quiero mandar algo pero no se que ponerle - dijo haciendo dar mil vueltas el celular en sus manos
- Aw sos más tierno - grité abrazándolo por los hombros
- Se, dale, que le digo? - preguntó separándose de mí y me encogí de hombros
- No se, pero si querés me podes acompañar hasta mi casa y la ves aunque sea cinco minutos - propuse y se le formo una sonrisa gigante - ay que buena que soy, ojalá mañana no me arrepienta
- Sos la mejor cuñada y amiga del mundo - dijo dandome aproximadamente diez besos en la mejilla
- Dale, vamos, y mandale algo recién cuando estemos llegando, Tiziana odia que sean cargosos, tenelo en cuenta - dije y asintió
- Ya te querés ir? No vas a esperar a Juli? - preguntó y lo fulminé con la mirada, me había hecho acordar de ese temita
- No me hables de Julian, te lo pido por favor, estamos hace como tres horas acá y todavía no apareció, si hubiera querido que lo espere me hubiera buscado, ahora que se joda - dije bastante enojada y Agus no se animó a decir nada.

Nos despedimos de los chicos y Lola y Jenny quedaron en ir más tarde a casa, acompañadas por Nico y Pablo. Recorrimos de nuevo todo el boliche para encontrar la salida y ahí, cerca de la puerta divisé a Julian, en un rincón donde habían varios sillones y mesitas. Estaba rodeado de gente, supongo que eran esos "amigos" de los que hablaba Eliseo. Entre ellos Sabrina, bueno, la chica que había visto aquel día en el departamento de Julian. Estaba sentada a su lado y se sonreían mutuamente, cosa que me partió al medio. Quedé dura y mi cara se transformó al instante. Agus, quien me llevaba de la mano, se detuvo para ver que me pasaba, pero las palabras no me salían, no sabía ni que decir.

- Ju... Julian - dije tartamudeando un poco y señalando en aquella dirección
- Vamos Ori, después hablan, si le hablas ahora en caliente va a ser peor - dijo intentando llevarme hacia afuera pero mi cuerpo no se lo permitía
- No, no le voy a hablar, solo necesito ver qué hace - dije angustiada y Agustín bufó
- No seas masoquista - insistió pero no me moví del lugar - igual, no está haciendo nada malo, confiá en él y vamos, dale
- Me dejó tirada toda la noche por quedarse acá, no tiene nada de malo eso? - murmuré y en ese momento vi como Julian levantó la mirada y ésta se choco con la mía.

Lo vi pararse enseguida y caminar hacia donde estábamos nosotros y mi corazón se aceleró automáticamente. Mierda, no pretendía que me viera, no quería ni cruzar palabra con él, no quería que me viera quebrarme y parecer una pendeja celosa. Le agarré fuerte la mano a Agus y lo arrastré hasta la salida con una fuerza que no se de dónde saqué.

- Ey, Ori - gritó su voz en mi espalda, logrando agarrar mi muñeca y haciéndome girar en el lugar
- Julian, no - dije negando con la cabeza, intentando contener las lágrimas - no quiero hablar con vos ahora, por favor - supliqué
- No es lo que pensás, te lo juro - dijo colocando sus manos en mis hombros y buscando mi mirada con la suya
- No pienso nada, ya se que no estabas haciendo nada, yo no desconfío de vos, pero en este momento no tengo ganas de escucharte
- Pero yo...
- Vos nada, chau Julian, Agus me acompaña hasta casa, si es que te llega a preocupar eso. Listo, ahora podes seguir divirtiéndote tranquilo - dije dándole la espalda y dejándolo con la palabra en la boca.

lunes, 24 de marzo de 2014

CAPITULO 84

Estuve un largo rato controlando de lejos que Agus no se hiciera el vivo con mi hermana, pero a medida que el vaso se vaciaba, más relajada estaba. Hasta les llegué a gritar cosas como "quedan divinos juntos", "potros", "esa cuñadito", sí, mencioné la maldita palabra. Cuñadito. La odiaba, pero estaba tan contenta que ni siquiera me molestaba decirlo. La cara de Titi hablaba por si sola, me quería asesinar ahí mismo, estaba toda colorada y escondía su cabeza atrás del hombro de Agus cada vez que yo decía algo. Él solo se reía aunque conociéndolo bien, sabía que lo ponían muy nervioso estas situaciones. No había pasado nada entre ellos, simplemente hablaban, había buena onda y mucha química y eso se notaba a kilómetros, pero eran los dos muy tímidos, y estando nosotros ahí, molestándolos y mirándolos a cada rato, obviamente no iba a pasar nada.

- Que mala que sos, la cohibís - susurró Julian en mi oído, rodeando mi cintura por detrás para luego dejar un beso en mi cuello
- Aw es tímida como la hermana - dije y largó una carcajada
- Si, si, claro - dijo irónico, aún riendo - dale, dejalos que hablen tranquilos, no seas cuida por favor - agregó y giré para quedar de frente a él
- Qué? Vos no sos cuida con tu hermana? - pregunté curiosa, creo que nunca me había hablado de Yol
- Na... Va, lo justo y necesario, no soy tan cargoso, ella sabe lo que hace - dijo muy serio y sonreí
- La tengo que conocer - dije pasando mis brazos alrededor de su cintura y acercándome más a él
- Ya la conoces tonta - dijo sonriendo
- No jodas, hace como ocho años que no la veo, esta enorme, la vi el día que te fuiste de Punta del Este, pero solo un segundo y seguro habrá pensado que estoy re loca -dije y reí
- Nada que ver, yo le hablo mucho de vos, ya la tengo un poco harta, pero te quiere conocer también - dijo volviendo a sonreír, me daba ternura como se le iluminaban los ojos cada vez que la nombraba o hablaba de ella
- Ay me muero, le hablas de mí, sos más tierno - dije para luego darle un beso que duró bastante poco, ya que fue interrumpido por nuestras sonrisas - La extrañas? - pregunté mientras pegaba mi frente a la suya y él solo asintió
- Mucho - murmuró haciendo una mueca de dolor y lo abracé aún más fuerte, mientras él hacía lo mismo pero con sus brazos alrededor de mis hombros - es muy complicado esto de estar lejos de casa, vivir solo, sentirte solo, que llegue el domingo por ejemplo, que allá en Paraná siempre lo pasábamos en familia, todos juntos, y encontrarme comiendo solo en la cama, hablando conmigo mismo, es difícil - agregó y se notaba la angustia que sentía en cada una de las palabras que pronunciaba
- Y cuándo los ves?
- Algún que otro fin de semana vienen a quedarse conmigo, o yo voy para allá si no tengo mucho que estudiar, y la mayor parte del verano la paso con ellos - dijo y asentí
- Igual ahora me tenés a mí, y la próxima vez que te escuche decir que te sentís solo te juro que te pego - dije y ambos sonreímos - No, enserio, yo voy a estar siempre con vos, y voy a ir a tocarte timbre cada vez que te sientas solo. Voy a pasar con vos todos los domingos para que sientas que estas en familia, y te voy a llenar de besos cada vez que te vea triste, así - dije empezando a darle besos por toda la cara, provocando un par de risas en él - Te quedó claro? - agregué y él asintió
- Gracias - dijo para luego dejar un beso en mi frente y sonreí
- Gracias por qué? - pregunté frunciendo el ceño y él se encogió de hombros
- Por lo que me decís, porque se que va a ser así, porque con vos siempre me siento acompañado, feliz. El día que no se me forme una sonrisa cuando te veo, o mientras estoy con vos, ahí si preocupate - dijo sincero
- Me vas a hacer llorar idiota - me quejé, cortando con el momento romántico y Julian se limitó a besarme, como solo él sabía hacer, logrando dejar mi mente en blanco por un par de minutos, que parecían eternos.

- Te amo - susurré sobre sus labios y él abrió los ojos de golpe, sorprendido
- No, para, para, decilo de nuevo - dijo con una sonrisa de oreja a oreja
- Qué? - pregunté frunciendo el ceño
- Eso, decilo que me parece que no escuché bien - insistió y reí, era un niño
- Te amo Julian - dije nuevamente, mirándolo a los ojos, con un poco más de vergüenza - te amo, te amo, te amo, te amo - susurré entre besos.

Jamás había dicho algo tan sincero en toda mi vida. Lo amaba, realmente lo amaba, estaba completamente segura de eso, y con charlas como estas lo comprobaba una y otra vez. Ya se que soy bastante fría con respecto a mis sentimientos, mejor dicho cuando quiero demostrarlos, pero con Julian era distinto. Con él era todo tan fácil, era solo mirarlo a los ojos y las palabras salían de mi boca sin ni siquiera pensarlas. Me había animado a decirle lo que sentía y no me arrepentía en lo más mínimo, al contrario. Lo amaba y cada vez que lo veía, cada vez que me sonreía, cada vez que me abrazaba o me besaba, lo amaba aún más. Ni siquiera se si eso es posible, no se puede entender como puede caber tanto amor en una sola persona.



Aviso, aunque ya se deben haber dado cuenta, que estoy subiendo solo un capítulo por día, y va a ser así siempre, porque empecé la facultad y cada vez tengo menos tiempo para escribir. Nada, les digo para que no me tengan que preguntar si subo otro. Muchas gracias por leer, en serio, me alegra saber que les va gustando!


sábado, 22 de marzo de 2014

CAPITULO 83

 Cocinas vos? - preguntó cuando nos separamos y largué una carcajada
- No, ni loca, que cocine el del delivery - dije y se rió
- Vaga - gritó Agustín y lo fulminé con la mirada
- Mejor callate vos porque mira que hablo eh - dije y se puso serio enseguida.

- Que sabes vos del pendejo? - me preguntó Julian en el oído y reí
- Que le tiene ganas a mi hermana - susurré y abrió bien los ojos
- Pero si ella también... Por qué no...
- Te callás - lo interrumpí y frunció el ceño, sin entender nada - ni se te ocurra, es un fiestero, no quiero que este con ella - dije sincera
- Sos celosa con tu hermana también? No lo puedo creer - dijo mordiéndose el labio y negando con la cabeza
- Nada que ver, la cuido nada más. Aunque quedarían re lindos juntos - dije mirando como hablaban y se reían
- Dejala que haga lo que quiera, se sabe cuidar sola - susurró para luego dejar un beso en mi mejilla y asentí, no muy convencida.

En menos de media hora ya estaban las chicas en la puerta, junto con Pablo y Nico, que al parecer no se les despegaban ni un minuto.

- Pedí las pizzas gorda, tengo hambre - se quejó Julian y le hice caso, porque se ponía insoportable sino.

- Ya está, contento? - pregunté cuando corté el teléfono y asintió con una sonrisa enorme
- Chicas, vamos a arreglarnos? - pregunté entusiasmada y los tres bufaron, si, odiaban los planes que no incluían hombres.

Las chicas asintieron enseguida y subimos a mi cuarto, sin antes decirles a los chicos que nos avisaran cuando llegara la comida. Me sequé el pelo, nos pasamos la planchita y todas esas cosas, y dejamos la parte de maquillaje para después de comer porque sino iba a ser un desastre. Le presté algo de ropa a Jenny que no estaba muy convencida con lo que traía puesto y bajamos a comer cuando los chicos nos gritaron.

Nos sentamos todos juntos a comer, Titi y sus amigas, Agus, y las tres parejas. Al cabo de diez minutos ya habíamos terminado, pero ninguno se movió.

- Y el fernet? - preguntó Julian y puse los ojos en blanco
- Vos no vas a tomar, no se por qué preguntas - dije seria y todos se rieron
- Es un chiste, no?
- Bueno hace lo que quieras, pero después no voy a estar cargándote por todo el boliche y cuidándote
- Me voy a controlar, te lo prometo - dijo muy serio y me dio tanta ternura que me acerqué a darle un beso
- Dominado - gritaron los chicos al mismo tiempo y reí
- Putos - respondió él y me acercó agarrándome por la cintura para que me siente sobre su falda
- Envidiosos - agregué yo, rodeando el cuello de Julian con mis brazos.

Pasamos un rato así, todos juntos, charlando, riéndonos, hasta que se hizo la hora en que llegarían el resto de los chicos y nosotras nos fuimos a maquillar mientras los demás se encargaban de ir a comprar el alcohol.

Eran la una y ya estábamos todos prontos, tomando tranquilos en el jardín. Estuve un rato chusmeando y hablando con las chicas hasta que los vi a Juli y a Agus hablando muy serios, sentados en el pasto, y no dudé en acercarme. Me senté sobre Julian y se callaron enseguida.

- De que hablan que no me puedo enterar? - dije entre risas
- Nada, estábamos terminando de arreglar las cosas entre nosotros, bueno... por todo lo que paso en el verano - dijo Julian bastante serio y asentí
- El pajero este pensaba que yo te tenía ganas y estaba celoso - dijo Agus riendo y Julian lo fulminó con la mirada
- Aw en serio? - pregunté abrazándolo por el cuello y sonriéndole
- Si, pero ahora que se que le tiene ganas a tu hermana y no a vos, me quedo más tranquilo, hasta le estaba dando para adelante para que la encare - dijo contento y le pegué
- Julian, te dije que no - grité
- No seas ortiva cuñadita, donde queda nuestra amistad? Ayudame - dijo y bufé
- Solo si no me decís cuñadita, y mira que no estoy muy convencida, mañana cuando esté sobria me voy a arrepentir, tenelo en cuenta Agustín - dije seria y saltó arriba mío abrazándome, provocando que caigamos los dos sobre Julian, quien no paraba de quejarse.

viernes, 21 de marzo de 2014

CAPITULO 82

Mis brazos rodearon sus hombros y apoyé con delicadeza mi cabeza en el hueco de su cuello. Nos quedamos un largo rato así, abrazados, flotando en el agua.

- Te entiendo si vos no - dijo rompiendo el silencio y me separé para poder mirarlo a los ojos
- No Juli, yo... si, es que ya sabes como soy, nunca digo lo que siento, me cuesta un poco expresarme, pero ya me va a salir - dije un poco angustiada y asintió
- Esta bien Ori, no pasa nada, no te voy a forzar a nada, se lo que sentis y con eso me alcanza, aunque no lo digas - dijo para luego dejar un beso sentido en mi mejilla.

- Salimos? - pregunté temblando un poco - tengo frío
- Si, flojita - dijo riendo y me trepe en su espalda para que me llevara hasta la escalera de la pileta.

- Tiziana - grité con todas mis fuerzas para que me escuchara desde adentro - traenos dos toallas!

Julian me abrazaba por atrás tratando de que se me vaya el frío durante esos cinco minutos que tardo Titi en traernos las toallas. Ya se había ocultado el sol y realmente estaba empezando a refrescar.

- Al fin nena, me estaba cagando de frío - me quejé cuando me alcanzó la toalla
- Bueno jodete por lo que me dijiste adentro - dijo poniendo mala cara y Julian solo reía
- Mmm que venga rápido Agustín así se te va ese mal humor enseguida - dije graciosa y me pegó en el hombro para luego entrar corriendo a la casa.

- Es brava la pendeja - dijo Julian que no paraba de reírse y lo empujé - ya veo a quien salió - agregó
- Sos un tarado - dije riendo y me abrazó - no pará, cómo haces ahora para irte todo mojado? - pregunté y se encogió de hombros
- No se, no pasa nada, me voy así
- Estas loco? Le digo a alguno de los chicos que venga ahora y de paso te traiga algo de ropa, o preferís que te preste ropa de papá? - pregunté y abrió los ojos bien grandes
- De tu papá no Ori, que vergüenza - dijo rápidamente y reí - y ninguno de los chicos va a querer traerme ropa hasta acá
- Mi primo vive re cerca, y Agus también - dije mientras entrábamos y buscaba mi celular.

Le mande un mensaje a Pablo, que era con quien tenía más confianza y no tardó ni cinco minutos en contestar. Había salido con Jenny y no estaba en su casa, genial. Probé con Agus quien no se negó y dijo que en diez minutos llegaba.

- Anda a bañarte que en diez llega Agus y te alcanzo la ropa, dale no pierdas tiempo que después me toca a mi - dije y me dio un beso antes de salir corriendo hacia el baño.

- Titi si suena el timbre abrí que es Agus - dije y se puso pálida - es enserio boluda, viene a traerle ropa a Julian - agregué mientras me dirigía a mi cuarto a ver que me iba a poner
- Esta bien - gritó.

Elegí un conjunto y lo dejé sobre la cama. Bajé corriendo las escaleras cuando escuché que había llegado Agus y ahí estaba saludando a mi hermana y a las amigas.

- Agus - grité y lo abracé
- Ori - dijo contento - para, soltáme que me mojas todo - agregó riendo y me separé enseguida
- Ay perdón, me olvidé, trajiste lo que te pedí? - pregunté y asintió
- Sino para que vine? - contestó riendo - acá está - agregó dándome una bolsa y sonreí
- Mil gracias Agus, ya vengo, se lo voy a llevar a Julian.

Deje todo en la puerta del baño y le avisé a Juli antes de volver al living con las chicas y Agus.

- Agus te quedás a comer? Vienen las chicas en un rato, así no tenés que ir y volver de nuevo
- Eh, no se, no quiero molestar - dijo dudando
- Estas loco? No molestás, te estoy invitando - dije con una sonrisa mientras Titi me hacía señas de que me iba a matar luego
- Bueno, si insistís - dijo sonriendo y aplaudí, no se por qué, pero amaba cuando me decían que sí.

Cuando salió Julian de bañarse, entré yo. Por lo general me tomaba mi tiempo, siempre tardaba alrededor de veinte minutos, pero sabiendo que estaban los chicos abajo, en menos de diez minutos ya estaba en mi cuarto, cambiándome ya para la noche. Me puse un short negro y una camisa estampada, unos zapatos negros con plataforma y bajé con los chicos.

La cara de Julian se transformó apenas me vio, su mirada lo decía todo, se venía el sermón.

- Ese short no puede ser más corto, no? Y una camisa más transparente no encontraste? - preguntó en mi oído y puse los ojos en blanco
- No empieces, por favor te lo pido - susurré
- Voy a tener que ser tu guardaespaldas por todo el boliche, se te van a tirar todos arriba - dijo y reí
- Sos un tarado, no exageres - dije abrazándolo por el cuello y me hizo el maldito puchero que me re contra puede, y como cada vez que lo hace, terminó en beso.


jueves, 20 de marzo de 2014

CAPITULO 81

Cuando llegamos a casa estaba Titi con las amigas, merendando.

- Que vas a hacer a la noche? - me preguntó cuando me acerqué a la mesa a robarle algunas galletitas
- Invité a los chicos, hacemos previa acá y después salimos, vos?
- Que chicos? - preguntó abriendo bien los ojos
- Si, viene Agus, si es eso lo que querés saber - dije y Julian que estaba atrás mío largó la risa.

Sabía que a Titi le encantaba Agus desde hacía mucho tiempo y por eso me encantaba joderla, es divertido hacerla enojar y ver como se pone toda colorada.

- Que idiota que sos Oriana - dijo enojada y me reí - las chicas se quedan a dormir, eso voy a hacer
- Ah buenísimo, dejen lugar para nosotras, mis amigas también se quedan - dije y Julian bufó, me había olvidado de contarle ese pequeño detalle
- Y ustedes - dije dirigiéndome a sus amigas, con las cuales ya tenía suficiente confianza - dejen de mirarlo que es mío - agregué abrazando a Julian por el cuello
- Dejate de joder Oriana, váyanse de acá - gritó Titi tirándonos un almohadón y salimos al jardín, riéndonos.

- Mira como marcas territorio, "es mío" - dijo imitándome y me encogí de hombros
- Qué? No sos mío? - pregunté rodeando su cuello y sonrió
- Ponele que si... Igual me gusta que seas celosa - dijo depositando sus manos en mi cintura, para acercarme más a él
- Y si, no sabes como son estas, ven a un pibe así de potro como vos y atacan, enseguida - dije haciendo puchero y largó una carcajada - en serio tonto, no te rías
- Que linda que sos - dijo todo serio y me mordí el labio, moría de amor.

Acortó por fin la poca distancia que quedaba y me besó, haciendo que me temblaran las piernas como si fuera el primer beso. Así era cada vez que me besaba, y con ningún otro chico me había pasado algo así.

- Vamos al agua - susurró sobre mis labios y lo empujé
- Ni loca, anda vos - grité
- Dale, me estas jodiendo? No me voy a tirar solo - dijo agarrándome de las muñecas
- No Julian, no te tires entonces, pero yo ni loca, ya hace un poco de frío - dije intentando zafarme de su agarre, pero era inútil
- Que va a hacer frío? - dijo soltándome para, de un solo movimiento, sacarse la remera - dale, o te cambias o te tiro así con ropa - me amenazó y negué con la cabeza
- Ni me voy a cambiar, ni me vas a tirar, basta - dije desesperada y el solo rió para luego cargarme sobre su hombro.

Si, siempre se termina saliendo con la suya. Y ahí estaba yo, pataleando y pegándole en la espalda para que me bajara, pero nada parecía dolerle, simplemente lograba que se riera aún más, lo cual me llenaba de bronca. Llegamos al borde de la pileta pero no hizo caso a mis súplicas y de un salto se tiró al agua, conmigo arriba.

- Te odio, siempre haces lo mismo - grité cuando salimos a la superficie
- Porque no me gusta que me digan que no - dijo acercándose y le tiré agua en la cara
- Sos un tarado Julian, esta helada - me quejé, enojada
- Ayyy mirala, se ofendió - dijo abrazándome, con una sonrisa enorme
- Salí - dije manteniendo mi postura
- No - me respondió escondiendo su cabeza en mi cuello y dejando un largo beso allí.

Mierda, por qué siempre hace cosas como estas cuando intento parecer enojada? Llevé una mano hacia su espalda y con la otra lo agarré con fuerza por su nuca, acercándolo más a mí, mientras jugaba con su pelo. Lo aparté de mí porque sentía la necesidad de volver a sentir sus labios sobre los míos, y esa sensación única que recorría todo mi cuerpo cada vez que lo besaba. Él me siguió el beso sin dudarlo, mientras subía sus manos por mi espalda, por debajo de la remera, provocándome escalofríos. Sí, el muy tarado me había tirado con ropa.

Estuvimos varios minutos así, hasta que nos tuvimos que separar por falta de aire. Apoyó su frente sobre la mía, aún con los ojos cerrados y la respiración entrecortada. Luego de varios segundos así, en silencio, por fin habló.

- Te amo - susurró sobre mis labios y automáticamente abrí los ojos.

Me miraba serio, a los ojos, parecía tan sincero cuando lo decía que inevitablemente se me llenaron los ojos de lágrimas. Jamás alguien me había dicho algo así, algo tan real. Sin dudarlo lo volví a besar, con menos pasión que antes, pero más ternura. Quería demostrarle con actos, ya que las palabras no me salían, que yo sentía lo mismo que él.

miércoles, 19 de marzo de 2014

CAPITULO 80

- Por qué no contestaste lo que puse en el grupo de whatsapp? - pregunté después de un momento de silencio mientras caminábamos - vas a venir, no?
- Y si, si no queda otra... - dijo y bufé - no contesté porque ya te dije que yo prefería que estuviéramos solos, hacer algo solos, que se yo - agregó mirando hacia adelante
- Ay Julian, no seas así - dije y me miró extrañado
- Así como? - preguntó frunciendo el ceño
- Así, estas siendo egoísta. A mi me encanta estar con vos, lo sabes, pero también tengo amigos, y me gusta juntarme con ellos como hacía antes de estar con vos. Siempre estuvieron los chicos en el medio, por qué te molesta ahora?
- Porque ahora por fin estamos bien, y quiero aprovecharlo, pasar más tiempo juntos, solos... - dijo parándose frente a mí
- Podemos estar juntos aunque estén ellos - dije y negó con la cabeza
- No es lo mismo - dijo haciendo puchero y sonreí al instante
- Por qué tenés esa capacidad de hacerme odiarte y amarte al mismo tiempo? - pregunté y se le dibujo una sonrisa enorme en el rostro
- Me amas? - preguntó sorprendido y me puse colorada enseguida
- Qué? Yo no dije eso - hice una pausa - vos me amas!
- Pfff si claro - dijo riendo
- Los borrachos siempre dicen la verdad - dije y se puso serio
- De que hablas? Eso te dije? - dijo y asentí riendo
- Si, me dijiste que me amabas, no me digas que era mentira porque te juro que te voy a odiar, muchísimo - dije mirándolo amenazante
- Ehh... Si, bueno, si es verdad - dijo nervioso y sonreí
- Sos un tierno - susurré y luego lo besé.

No pretendía que lo volviera a decir, ya lo había escuchado una vez y si bien me encantaría que me lo dijera más seguido, me alcanzaba con saber que realmente lo sentía.


Quedaba solo una hamaca libre en la plaza a la que llegamos y lo tuve que frenar porque estuvo a punto de sacar a un nene para sentarse él. Nos sentamos los dos en una, yo sobre su falda, realmente parecía que tuviéramos cinco años cada uno. No parábamos de reírnos, se siente tan bien esto de divertirse con tan poco.

Mientras nos hamacábamos, Julian se puso hablar con el nene de al lado, el mismo al que le quiso robar el lugar. Me daba tanta ternura ver como lo trataba, como peleaban jodiendo y cómo se reía con él.

- Cómo te llamas? - le preguntó luego de un rato
- Francisco, vos? - dijo el nene y largué una carcajada cuando vi la cara de bronca de Julian
- Te re cabe - dije entre risas, sí, no podía parar
- No te rías eu - me susurro - re copado el nombre eh - dijo irónico, dirigiéndose a él - yo me llamo Julian
- Que lindo nombre Fran, yo Oriana - dije aún riendo, para provocar a Julian, y el nene me sonrió tímido.

- Es tu novia? - escuché que le susurró a Julian y me hice la distraída, para ver que le decía
- No - contestó en el mismo tono de voz
- Pero te gusta? - insistió y él rió
- Me gusta sí, mucho, pero shh, no le digas nada - dijo y sonreí, aprovechando que no me veía
- A mi también me gusta - susurró pícaro y Julian amagó con pegarle, en broma obvio
- Ojo que es mía eh - dijo marcando territorio
- De qué hablan? No me dejen afuera - interrumpí haciéndome la desentendida
- El pendejo dice que estás buena, que te re da - dijo riéndose y le pegué
- Julian! No digas esas cosas, es un nene - dije y Fran solo se reía
- Tienen que ser novios ustedes - dijo mirando como peleábamos
- Awww mira Juli, es más rápido que vos - dije rodeando su cuello con mi brazo y él bufó
- Ya vamos a serlo - le contestó guiñándole un ojo
- Si, en un año ponele - dije riendo
- Me estás apurando? - preguntó mirándome serio y negué con la cabeza
- Te estoy jodiendo tonto - dije dejando un beso en su mejilla, bueno, no era lo que quería pero teníamos público y no daba.

Pasmos un buen rato en la plaza, jugando y hablando con Fran, era un amor, y más amor era ver lo bien que se llevaba con Juli. Se notaba que le gustaban los niños, y eso lo hacía doblemente perfecto. Antes de que oscureciera decidimos volver a casa, ya que Julian se había encaprichado con que quería meterse a la pileta y bueno, cuando quería algo podía llegar a ser insoportable.

martes, 18 de marzo de 2014

CAPITULO 79

Eran las 12 de la noche y yo seguía despierta, esperando que Julian me hablara. Me dijo que iba a dormir la siesta a eso de las 7 y media, 8, todavía seguía durmiendo? Me decidí y le hablé yo, ya me había cansado de esperar.

"Julian seguís durmiendo? Si te desperté no te preocupes, seguí durmiendo que yo voy a hacer lo mismo. Te quiero, que duermas bien, nos vemos mañana por fin. Beso" - le mandé junto con unos corazones.

Esperé unos diez minutos más a ver si me respondía pero no, nada, así que me acosté y escondí el celular bajo la almohada.

Me desperté a las 11 de la mañana con los gritos de Tiziana. Se estaba peleando con mamá por toda la casa, qué necesidad de despertarme así?

- Cállense - grité aún con los ojos cerrados pero no sirvió de nada, se escuchaba todo desde mi cuarto - Tiziana - grité en un tono aún más elevado
- Que querés? - preguntó de mal humor cuando abrió la puerta
- Que pasa? - pregunté sentándome en la cama y refregándome los ojos
- Que mamá y papá se van unos días a Punta del Este y no me quieren llevar, eso pasa!
- Qué? - grité abriendo bien los ojos con una sonrisa enorme
- De qué te reís idiota? - preguntó con mala cara
- Casa sola para nosotras boluda, no se de que te quejas, es la mejor noticia que me pueden dar - dije emocionada y ella puso los ojos en blanco
- Claro vos porque tenés novio, yo que hago? Me siento entre los dos a mirar una película? - preguntó y reí
- Primero que no tengo novio, y segundo que podes invitar a tus amigos, que se yo, manejate, pero a la noche sale alta joda en casa - dije y bufó para luego salir dando un portazo.

Saqué el celular para avisarles a las chicas las buenas noticias. Era nuestra última semana de vacaciones antes de empezar nuestro último año de colegio y teníamos que aprovecharla al máximo. Cuando lo prendí tenía un mensaje de Julian, al fin daba señales de vida, pensaba que dormiría hasta el año que viene.

"Ori perdón que ayer no te contesté, me acabo de despertar. Si, seguí de largo, soy un boludo jajaj" - sonreí apenas lo leí, era tan lindo despertarse con un mensaje suyo

"Jajaja no pasa nada, lo suponía, yo me acabo de despertar y tengo buenas noticias"

"Buen díaaaaa! Que noticias? Contá, contá" - contestó en menos de un minuto

"Mis padres se van a Punta del Este un par de días, tengo casa sola, no se, pensalo..."

"Ah bueeeeeno, no me tires esa indirecta porque voy ya"

"Zarpado que sos! Yo pensaba invitar a los chicos a la noche, no se que te estarás imaginando vos"

"Jajajajaj jodeme? Otra vez los chicos? Cagan todo ellos, invitame solo a mi" - puso junto con una carita triste y no pude evitar reirme

"Que malo, tenemos toda la tarde para salir y hacer algo, esto es a la noche, aparte me quedan pocos días de vacaciones"

"Te re cabe, yo tengo como un mes más de vacaciones. Bueno dale pero a donde vamos?"

"Que se yo boludo, pasame a buscar después de comer y vemos, me voy a bañar, te quiero"

"Dale, yo más, te aviso cuando salga" - puso y guardé el celular.


Salí de bañarme y estaba Titi revisando mi ropero. Si había algo que odiaba era que me saquen la ropa, encima sin permiso.

- Que haces pendeja? - pregunté gritando y se sobresaltó
- Ay me asustaste Oriana - dijo volviendo su vista al ropero - estoy buscando algo para hoy a la noche, te hice caso e invite a algunos amigos, ahora jodete, me tenes que prestar ropa - agregó y bufé, tenía razón, fue idea mía, así que no dije nada.

Se llevó un par de cosas para probarse y yo me puse un short de jean y una remera negra, sin mangas. Sencilla, iba a ver a Julian pero tampoco me pensaba arreglar mucho.

- Mamá, por qué no me dijeron que se iban? - pregunté cuando me crucé con ella en la cocina
- Porque surgió ahora, nos invitaron unos amigos, te lo pensaba decir cuando te levantes - dijo dejando un beso en mi frente
- Titi se queda al final? - pregunté y asintió
- Pero más les vale que no hagan lio, nada de invitar gente, ni nada de eso, cuando vuelva quiero encontrar la casa como la deje
- No, má, quedate tranquila - mentí un poco nerviosa - a que hora se van y hasta cuando?
- Después de comer, y volvemos pasado mañana - dijo sonriendo y le devolví la sonrisa.

"Chicas, confirmado, casa sola desde hoy a la tarde hasta pasado mañana. Previa en casa, salimos y después se quedan a dormir, no acepto ningún no como respuesta, ni ninguna excusa, vengan a eso de las 10, 11" - escribí en el grupo de whatsapp con las chicas y enseguida confirmaron, les había encantado la idea.

Hace unos días habíamos armado otro grupo pero con los chicos incluidos, así que no dude en escribir también ahí.

"Chicos hoy previa en casa y después se sale, tengo casa sola. Más les vale que vengan, todos, a eso de las 11" - puse y no tardaron en llegar respuestas.

Agus: obviamenteeeee estoy ahí

Pablo: que grande primita!

Maxi: estoy acá con Eli, vamos los dos!

Peter: capaz que llego un poco tarde porque tengo un asado, pero claro que voy Ori!

Nico: te la jugaste pendeja, voy obvio!


Las chicas ya me habían confirmado, y el único que no dijo nada fue Julian, que raro...

Terminamos de comer, todos juntos, y despedimos a mamá y papá que ya se iban. Prometimos portarnos bien en su ausencia, pero no se si eso iba a ser posible. Una hora después de que ya se habían ido decidí mandarle un mensaje a Julian, quien todavía no llegaba.

"Juli ya comí hace rato, cuando pensas venir?"

"Estoy afuera" - me puso a los cinco minutos y salude a Titi antes de salir corriendo por la puerta.

Ahí me esperaba, recostado sobre la puerta del auto, con las manos en los bolsillos y mirando el suelo.

- Gordo - dije abrazándolo por el cuello
- Ori, te... - y lo interrumpí, callándolo con un beso tierno
- Me que? - pregunté con una sonrisa cuando nos separamos
- Te extrañe - dijo haciendo una mueca y lo volví a abrazar
- Yo a vos - dije y lo volví a besar.

Sí, como si no lo hubiera visto por años, y en realidad habían sido menos de 24 horas.

- A donde vamos? - preguntó pasando una mano por mi cintura y me encogí de hombros
- No se, caminamos? Hasta alguna plaza, o algo de eso? Después si querés volvemos y nos metemos a la pileta - dije y asintió, parecía un nene.



domingo, 16 de marzo de 2014

CAPITULO 78

Unanse a este grupo ORIAN, es una orden: https://www.facebook.com/groups/280708618762233

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Apreté el botón del ascensor y recién en ese momento reaccioné de que no había venido en mi auto, así que corrí de nuevo hasta lo de Julian para tocarle el timbre.

- Gorda, que pasó? Ya me extrañas? - preguntó con una sonrisa cuando me abrió la puerta
- No boludo, me acordé de que ayer no vine en mi auto, dejame llamar a un taxi y mientras espero acá - dije volviendo a entrar al apartamento
- Estas loca? Yo te llevo, tengo el auto abajo, ni se discute, esperame que me visto - dijo corriendo hacia el cuarto.

- Estas seguro? No te sentís mal como para manejar? - pregunté cuando lo vi venir, subiéndose el cierre del jean y con una remera en la mano
- Si obvio, estoy bastante mejor - dijo poniéndose la remera - vamos?
- Calzate antes Julian - dije riendo
- Uy que boludo - dijo y volvió correr hasta el cuarto.

- Ahora sí, vamos - dijo cuando volvió y salí delante de él.

Nos subimos al auto y enseguida prendí la radio, para cantarle mientras él manejaba. Cada tanto me miraba con una sonrisa y yo me acercaba a dejarle besos en la mejilla, intentando que no aparte la vista de la calle. En menos de diez minutos ya estábamos en la puerta de mi casa.

- Que lindo que cantas - dijo cuando apagó el auto y se giró para mirarme
- En realidad me da vergüenza cantar, no se por qué ahora no
- Porque tenés confianza conmigo? - preguntó acercándose y sonreí
- Puede ser - dije acortando la poca distancia que quedaba y besándolo.

- Gracias por traerme - dije cuando nos separamos, mientras le acariciaba la nuca
- Gracias a vos por todo lo que hiciste por mi hoy, por cuidarme - dijo serio y le sonreí
- Lo volvería a hacer mil veces más - susurré apoyando mi frente sobre la suya - y si te acordaras de todo, todo, morirías - agregué y frunció el ceño
- Que es todo? - preguntó confundido
- Todo, lo de la ducha, lo que me dijiste antes de dormirte, fue todo demasiado tierno - dije sin parar de sonreír, no podía evitarlo
- Me vas a decir algún día qué fue lo que te dije? Me das miedo Oriana
- No me digas Oriana o no te cuento nada - dije apretándole los cachetes y se quejó
- No te lo digo más pero contame - insistió y negué con la cabeza
- Igual no te iba a contar, pensalo vos, hace memoria - dije dándole un beso corto y saliendo del auto.

Lo salude con la mano a lo lejos y saqué las llaves para abrir la puerta, al fin en casa. Entré y enseguida la vi a mamá que estaba en la cocina, me acerqué a ella para saludarla pero la verdad que no entendía la cara con la que me miraba.

- Que pasa? - pregunté y se rió
- Lo mismo digo, que pasa?
- Eh? De que hablas? - cada vez entendía menos
- Ese no era el auto de Fran - dijo mirando por la ventana y me paralicé, mierda, me vio
- Eh, eh, no - dije toda roja y se le iluminó la cara
- Juliancito? - preguntó muy entusiasmada y le hice señas de que se callara
- Que decís mamá? - susurré y largó la risa
- Se le escapó a Titi
- Haceme acordar de que la mate, haceme acordar - dije con bronca
- Igual te acabo de ver Ori, y agradece que fui yo y no tu padre - dije y asentí
- Bueno si, era él, me trajo hasta acá, contenta? - no le podía mentir, no se cómo hacía pero siempre se daba cuenta de todo
- Estabas en su casa? - preguntó abriendo bien sus ojos
- Si mamá, pero no es lo que parece, solo me quedé a dormir con él porque se sentía mal y estaba solo, no te imagines cosas que no son - expliqué muerta de vergüenza y se tranquilizó un poco
- No, prefiero ni imaginarme - dijo haciendo caras - igual me encanta que vuelvan, son tan lindos juntos - agregó abrazándome
- Basta mamá, no jodas, si sabía que te ponías así no te contaba nada - dije separándome del abrazo - y ni una palabra a papá sobre donde estaba, se va a poner pesado sino - dije y asintió con una sonrisa.

Salí de la cocina y me dirigí al cuarto a cambiarme ya que seguía vestida como ayer a la noche. Me puse algo más cómodo y baje a mirar tele un rato con papá y Titi, que en cuanto estuviéramos solas me iba a encargar de dejarla pelada por haber abierto la boca.

Saqué el celular y tenía algunos mensajes en whatsapp, todos de Julian.

"Ya te extraño, cuando te veo?", "Te voy a matar, hay olor a vos por todo el departamento, olor a tu perfume, no aguanto, volvé ya" - escribió junto con una carita triste y un corazón.

No pude evitar sonreír, tanto que todos lo notaron enseguida.

- Ay sonríe, mirala pá - dijo Titi riendo y la mire amenazante
- Te callas - grite y rió aún más
- Quien es? Francisco? - preguntó papá
- Nadie, no, no me molesten más - dije e ignorándolos, volví a leer lo que me había puesto Juli, y obviamente volví a sonreír, era inevitable, por qué era tan tierno?

"Awww vos querés que yo me muera? Deja de ser tan tierno te lo pido por favor! Yo te extraño también, mucho" le mandé y en segundos volvió a vibrarme el celular.

"No me dijiste cuando nos vemos"

"Hoy ya no puedo volver, pero mañana hacemos algo, que no sea dormir por favor, salgamos a algún lado"

"Lo que vos quieras, arreglamos mañana. Ahora decime lo que te dije así puedo dormir tranquilo" - puso y reí en voz alta

"Jajajaj no te voy a contar, espero que aunque no te acuerdes, algún día me lo vuelvas a decir" - dije para dejar más intriga aún

"Mmm mala, creo que me imagino lo que pudo haber sido, pero no creo, no pude haber sido tan directo y tan sincero, así que debe ser otra cosa"

"Qué pensas? Mira que sí, fuiste bastante directo y sincero. Va... ESO ESPERO!"

"Jajajajaj no puedo creerlo, por las dudas no te digo, cuando nos veamos me contas, te guste o no!" - insistió

"Bueno, eso está por verse... Te dejo porque acá se quejan de que le sonrío mucho a la pantalla del celular, me van a sacar la ficha en cualquier momento. Hablamos más tarde. Te quiero Juli"

"Jajajaja que linda que sos! Cuando me despierte de la siesta te hablo, yo te quiero más" - volví a sonreír cuando lo leí y luego guarde el celular.

CAPITULO 77

- La comida boludo, se me va a quemar - grité dando un salto y corriendo hacia la cocina.

Sí, nos habíamos entretenido bastante y me había olvidado de que había dejado el horno prendido hasta que empecé a sentir olor a comida. Por suerte no se había quemado nada, pero si demoraba cinco minutos más, encontraba pedazos de carbón en lugar de nuggets. Puse todo en un plato y lo llevé al cuarto.

- Espero que no te moleste que coma en la cama porque no me pienso mover - dije cuando volví y él se rió
- No, yo hago lo mismo, son los privilegios de vivir solo - dijo haciéndome un lugar a su lado y me senté
- Que envidia, quien pudiera
- Bueno ahora digamos que podes, va, conmigo, pero eso es mejor que vivir sola - dijo mientras yo comía
- Pero yo tengo una casa Julian, una familia que me espera, no me puedo quedar mucho tiempo acá - dije y se encogió de hombros
- Pero podes venir seguido y quedarte a dormir más seguido todavía - dijo con una sonrisa y le pegué de costado
- Claro y mi papá te castra - dije riendo
- Ay no, tan cuida es? - dijo poniéndose serio
- No - reí y suspiró aliviado - pero no se debe tomar muy bien que yo venga a dormir a tu casa, obviamente le debe molestar
- Pero si yo soy un santo, incapaz de tocarte un pelo
- Ah si, seguro - murmuré y se acercó riendo para dejar un beso en mi mejilla.

Terminé de comer y me levanté para lavar todo lo que había usado, aunque Julian me insistiera con que no lave nada, que dejara que él lo hiciera, no le hice caso, obviamente. Cuando terminé me dirigí al baño, donde había dejado mi ropa esa mañana, y me cambié.

- Te dejo esto acá, cuando vuelva a venir me lo prestas eh - dije guardando la ropa que me había prestado y él sonrió
- Es muy corto eso - dijo mirándome de arriba a abajo - solo dejo que te lo pongas ahora porque estoy yo, pero esa ropa no va más para salir - agregó muy serio y levanté ambas cejas, no podía creer lo que escuchaba
- Es un chiste no? Julian es un short, obvio que voy a seguir saliendo con él - dije casi gritando y negó con la cabeza
- Boluda te marca todo el culo, y es re cortito - dijo aún muy serio y largué una carcajada - y ni hablemos de esas remeras que te gusta usar, que no se si encogieron cuando las lavaste o se les acabo la tela cuando las hacían, pero no da, son muy cortas
- Sos un tarado, son así, es un top no una remera, bruto - grité
- Es lo mismo, igual, sea lo que sea no me gusta que todos te vean así - dijo haciendo puchero
- Awww pero si sabes que es todo tuyo, tonto - dije acostándome a su lado para poder abrazarlo
- Bueno, técnicamente todavía no - dijo y me separé para poder pegarle
- Julian - grité y se encogió de hombros
- Qué? Si es la verdad - dijo riendo y no pude evitar sonrojarme
- No tiene nada que ver eso, basta, me pones incómoda - dije un poco nerviosa y me agarró con fuerza por la cintura para abrazarme
- Sos más tierna - susurró en mi oído y sonreí - te quiero tanto - agregó y suspiré, jamás me iba a volver a decir lo de esa mañana
- Yo a vos, muchísimo - dije y luego dejé un par de besos en su cuello.

Nos quedamos abrazados por varios minutos, ninguno de los dos tenía intenciones de moverse, pero tuve que hacerlo yo, ya que si me quedaba un rato más, no me iba a querer ir nunca, y si o si tenía que volver a casa.

- Me voy yendo Juli, se van a preocupar en casa - dije un tanto apenada y asintió
- Dame un beso y te dejo ir, pero espero que no tardes en volver, porque me aburro solo - dijo serio y me tiré sobre él para dejar un beso tierno en sus labios.

- Acompañame hasta la puerta, malo - dije cuando me separe y me dio la mano para que lo ayudara a levantarse - en un abrir y cerrar de ojos me tenés de nuevo acá - agregué mientras caminábamos hacia la puerta
- Más te vale - dijo apoyando su mano en mi cintura para darme un último beso antes de que me fuera
- Mejorate, te quiero - dije antes de que cerrara la puerta y asintió con una sonrisa
- Yo más - gritó y me quedé sola en el pasillo, caminando hacia el ascensor.

sábado, 15 de marzo de 2014

CAPITULO 76

Me fije la hora en el celular y eran casi las cuatro de la tarde, bastante temprano teniendo en cuenta que me pude dormir recién a las once de la mañana.

- Juli - dije pero él no apartaba sus labios de mi cuello - Julian, para - insistí elevando el tono de voz
- Ahora que? - preguntó separándose para poder mirarme a los ojos
- Van a ser las cuatro - dije mostrándole el celular y se encogió de hombros - no tenés hambre? - pregunté viendo que no decía nada
- No Ori, me siento como el orto - dijo poniendo cara de asco y reí
- Bueno, pero yo si, muero de hambre - dije haciendo puchero
- No me hagas más esas caras porque te juro que no te suelto hasta el año que viene - dijo acercándose para darme un beso
- Salí - gritaba entre risas pero no él no me soltaba - quiero algo para comer, enserio - logré decir cuando se separó un poco
- Me tenés a mí, que más querés? - murmuró con una sonrisa enorme
- Que tarado que sos - dije riendo y volvió a besarme, sí, no se cansaba nunca
- Mmm - me quejé entre sus labios pero él seguía en lo suyo.

Un poco por venganza, y un poco porque hace mucho me tentaba hacerlo, en medio del beso le mordí con bastante fuerza el labio inferior. No pensaba que eso le iba a gustar, pensé que me iba a putear pero todo lo contrario. Me agarró con más fuerza que antes por la cintura y se subió sobre mí, mientras se encargaba ahora él de morderme el labio a mí. No puedo explicar lo bien que se sentía eso. No pude evitar sonreír durante el beso, y él hizo lo mismo, para luego volver a mi cuello.

- Juli, no quiero ser cortamambo pero... enserio tengo hambre - susurré y él bufó
- Voy a empezar a pensar que me lo haces a propósito esto de dejarme con las ganas siempre - dijo acostándose a mi lado y mirando serio el techo
- No digas eso, ya te dije una vez que no lo hago a propósito, simplemente me dejo llevar y después reacciono. Perdón, no te enojes - dije un poco apenada
- No me enojo Ori, yo te dije que te iba a esperar y lo estoy haciendo. Nada más te pido que no me confundas si es que todavía no querés - dijo mirándome, serio, y yo simplemente asentí
- Perdón - repetí y negó con la cabeza
- No seas tonta - dijo estirando su mano y dibujando con ella una sonrisa en mi rostro - dale sonreí - dijo riendo - así me gustas más - agregó cuando le hice caso
- Te molesta si me voy a hacer algo para comer? - pregunté y se rió
- Cómo me va a molestar? Si compré un montón de cosas para que no te quejes más de que no tengo nada - dijo y no pude evitar reírme
- Eso te iba a preguntar, lo hiciste porque yo me quejé? - pregunté con una sonrisa
- Obvio, ahora que vas a venir más seguido tengo que estar preparado, y también lo hice por mí, porque no quiero morir de hambre
- Sos un tierno! Bueno voy a ver que hago - dije parándome - seguro que no querés nada?
- Si, solo quiero tomarme un litro de agua sin parar - dijo y reí
- Te está matando esa resaca eh, bueno ya te traigo - dije mientras me dirigía a la puerta del cuarto
- Para - gritó y me di vuelta para mirarlo - no me vas a dar un beso antes?
- Pero ya vengo Juli - dije riendo
- Ah no, dale, así te extraño menos - dijo haciendo puchero y corrí hasta la cama para tirarme arriba de él y darle un beso
- Contento? Puedo irme ahora? - pregunté separándome un poco y asintió con una sonrisa.

Me levanté y fui hasta la cocina, revisé la heladera y luego puse algunas nuggets en el horno. No tenía ganas ni tiempo de hacer algo más elaborado, y aparte solo iba a comer yo, así que no me preocupé mucho. Saqué una botella de agua y dos vasos y los llevé al cuarto. Julian estaba concentrado en su celular y cuando me vio entrar se le dibujó una sonrisa en el rostro.

- Acá tenés literalmente un litro de agua - dije mostrándole la botella y largó una risa
- Gracias linda - dijo todo tierno - me acaba de mandar un mensaje Peter preguntándome si estoy mejor, y que le debía una, sabes de qué habla?
- Si - dije riendo - él nos trajo hasta acá ayer, va hoy, y me ayudo a cargarte por todo el edificio, se re portó, es un divino - dije recordando y noté como su cara cambió con lo último que dije
- Es un re divino - dijo haciéndome burla y le pegué
- Julian! No seas celoso, se portó re bien contigo, tendrías que agradecerle en vez de poner esas caras
- Ya se que le tengo que agradecer, pero me enferma acordarme que estuvo con vos antes que yo, y que encima digas que es un divino - dijo un poco enojado y sonreí, me daba ternura que se ponga celoso de Peter
- Vos lo dijiste, antes que vos, pasado, ahora estoy con vos y no me importa nadie más. Solo te digo que se portó muy bien, y hasta me felicitó por lo nuestro - dije seria y asintió
- Está bien, ya fue, le agradezco y no hablemos más del tema porque no me quiero hacer más la cabeza - dijo y lo besé para que se olvidara de todas esas cosas.


viernes, 14 de marzo de 2014

CAPITULO 75

- No quiero tomar eso - dijo poniendo cara de asco
- Que malo, no está feo
- Pero si lo tomo lo vomito, posta - dijo agarrándose la cabeza y no le insistí más, me lo tomé yo.

- Ahora si lo quiero - dijo al rato, cuando vio que lo estaba terminando y levanté mis cejas sin poder creerlo
- Me estas jodiendo, no?
- Si - dijo intentando reír
- Sos un tarado, aún en este estado vas a seguir haciendo estas cosas? - pregunté y me hizo puchero, otra vez - awww - dije acercándome para darle un beso.

Me quedé sentada un rato más con él, esperando a que se le vaya un poco el mareo para que se pueda acostar. Lo intentaba distraer para que no se quedara dormido pero cada vez se me hacía más difícil. Me morí de ternura cuando se empezó a caer sobre mi hombro, sí, no podía más de sueño pobrecito.

- Ori - susurró mirándome con los ojos apenas abiertos
- Qué pasa gordo? - pregunté en voz baja
- Te... amo - dijo y me paralicé.

Jamás me había dicho una cosa así, nunca había pasado de un "te quiero" y la verdad que no me lo esperaba. Me empezó a faltar el aire y mi corazón latía a mil por hora.

- Qué? - pregunté para corroborar que no me lo había imaginado, que era real - Juli, Juli - susurré moviéndole el brazo pero no respondió, y cuando me asomé a verle la cara ya estaba dormido.

Moría de ternura, todavía no podía creer lo que había dicho. Se durmió apoyando su cabeza en mi hombro y lo único que hice fue acomodarlo sobre mi pecho y rodearlo con mis brazos. No podía creer estar así con él, finalmente, sin ningún problema ni nadie de por medio, era felicidad y tranquilidad absoluta.

El maldito café me había desvelado, habían pasado como dos horas y seguíamos igual, yo sentada, recostada sobre el respaldo de la cama y él durmiendo sobre mí. Era muy tierno, parecía un bebe, y ya se me había vuelto una adicción acariciarle el pelo. Eran como las once de la mañana cuando me vino el sueño e intentando no despertarlo me acosté. Igual él ni se movió, siguió durmiendo muy tranquilo en la misma posición.


- Ori - me desperté escuchando su voz, algo mejor que eso? Sí, que además me llene de besos hasta que abra los ojos, eso era mucho mejor
- Mmm que lindo - susurré mirándolo aún medio dormida
- Que haces acá? - dijo riendo
- No te acordás de nada? - pregunté mientras me sentaba en la cama y negó con la cabeza
- Lo último que recuerdo es estar en lo de Lola, con vos, y bueno ahora me despierto y te tengo durmiendo al lado... Este... - dijo agarrándose la cabeza
- Qué? - lo interrumpí levantando ambas cejas
- Pasó algo? - preguntó con miedo
- Sí, pasó - contesté seria, intentando aguantar la risa y su cara se transformó - me vas a decir que no te acordás?
- Ay no, me mato, te juro que me mato, que te hice Ori? Perdón, perdón, soy un boludo - dijo desesperado y largué la risa, no me aguanté
- No me hiciste nada tonto, solo me hiciste bañarme con agua helada, cargarte por todo el departamento y te dormiste arriba mío, digamos que me aplastaste un poquito, pero no más que eso. Ah y dijiste algunas cosas pero creo que era solo por el efecto del alcohol... - dije y suspiró aliviado
- Que forra que sos, casi me muero - hizo una pausa - para, para, qué te dije? - preguntó con el ceño fruncido y sonreí recordando sus palabras
- Mmm, no nada, cosas lindas - dije tirándome sobre él y comenzando a besarlo.

Estuvimos un rato así, no podíamos estar separados por más de cinco segundos.

- Estás mejor? - pregunté alejándome un poco y apoyándome en su pecho
- No se como estuve ayer, pero no te das una idea de la resaca que tengo, un asco - dijo con mala cara
- Awww pobrecito - dije haciendo puchero y él levantó la cabeza para capturar mis labios en un beso demasiado tierno.

jueves, 13 de marzo de 2014

CAPITULO 74

Me senté a su lado y con cuidado lo desperté.

- Mmm, qué? - murmuró abriendo apenas los ojos
- Ayudame a levantarte, no puedo sola con vos - dije y asintió.

Se colgó de mis hombros y con dificultad, ya que arrastraba los pies prácticamente, llegamos al baño.

- Dale, una ducha de agua fría y se te va todo - dije y se quejó
- Ni loco, no, no, no - gritó y reí, confirmadísimo, era un nene
- Te va a hacer bien Julian, no seas caprichoso
- Solo si te metes conmigo - dijo haciendo puchero.

Ya había vivido esto, la última vez le había dicho que no pero igual terminamos los dos adentro de la ducha, así que simplemente asentí.

- Está bien - dije resignada y lo ayudé a desvestirse, hasta quedar en bóxer
- Esta fría - gritó desesperado cuando entró y largué una carcajada
- Es la idea - dije y agarró mi mano para que entre.

Creo que ya estaba temblando y todavía no había tocado el agua.

- No Juli por favor, tengo frío - le supliqué y se rió
- Pero me dijiste que sí, además esta divina el agua, no sabes - mintió
- Claro, por eso temblás, sos un tarado - dije riendo
- Dale, yo te doy calor humano - dijo extendiendo sus brazos como para abrazarme
- Callate, qué decís? - grité
- O te metes, o te meto, no te doy más opciones - dijo mirándome amenazante
- No, por favor, además me tengo que ir en un rato, no me puedo ir toda mojada - le supliqué pero negó con la cabeza
- Vos de acá no te vas hasta pasado mañana más o menos - dijo serio y reí
- Igual Juli, es la única ropa que tengo
- Yo te presto la mía, te queda divina - dijo sonriendo
- Mentiroso me queda horrible - grité y volvió a negar con la cabeza mientras se mordía el labio
- Bueno entonces sacate la ropa y te la volvés a poner cuando salgamos - dijo y abrí mis ojos como nunca
- Vos estás loco no? Desubicadísimo Serrano!
- Pero si te vi mil veces en bikini, cual es la diferencia? - preguntó y creo que me puse bordó
- Julian me da vergüenza - dije tapándome la cara con ambas manos
- No muerdo boluda, no te voy a violar - dijo y largué una carcajada - dale Ori, ni siquiera me puedo mantener parado, me tengo que agarrar de la pared, ayudame - dijo volviendo a hacer ese pucherito que tanto me podía
- Esta bien, pero solo si no me miras - dije y asintió con una sonrisa gigante - date vuelta!

Muerta de vergüenza me saqué los zapatos, el short, el top y entré. No mentía, estaba helada el agua.

- Puedo abrir los ojos? - preguntó con una sonrisa
- Si - dije tímida y me abrazo
- Que tonta sos, no tenés que tener vergüenza conmigo.

Le sonreí y abrí un poco el agua caliente, tenía demasiado frío. Él se sostenía de mi hombro para poder mantenerse de pie, mientras yo le lavaba la cara. Más que eso no me animé, así que el resto del cuerpo se lo enjabonó él, con torpeza, amagando con caerse pero yo lo sostenía del brazo.

- Ya está? - preguntó y asentí - te ayudo?
- No, gracias - contesté riendo y sacándole el jabón de las manos - anda secándote, me tengo que lavar el pelo todavía, esta todo duro, me tiraron un montón de cerveza - dije con bronca y sonrió
- No, te espero - dijo mirándome fijo con los brazos cruzados y apoyando su espalda sobre la pared para poder mantenerse de pie.

- Me pones un poco nerviosa Julian - dije mientras me lavaba el pelo y él solo rió
- Perdón, no puedo no mirarte - dijo mordiéndose el labio mientras sonreía
- Julian, te calmas o te calmo - grité y se acercó a mí con torpeza para besarme.

Me acorraló contra la pared, mientras el agua caía sobre nosotros. El beso iba subiendo bastante de tono pero nos separamos por falta de aire y él se alejó para dejarme terminar de enjuagarme el pelo.

Cerré la canilla, le pasé una toalla a Juli, y con la otra me sequé un poco el pelo antes de taparme con ella. Salimos de la ducha y estaba tan torpe que también lo tuve que ayudar a secarse.

- Te acompaño a tu cuarto y buscas algo seco para ponerte, dale? - le pregunté y asintió.

Sacó un bóxer para él y otro para mí, junto con una remera parecida a la que me había prestado el otro día.

- Ponete esto para dormir, con lo tuyo vas a estar re incómoda - dijo pasándome la ropa y sonreí
- Sos más tierno - susurré cerca de sus labios y lo besé, con ternura - me voy a cambiar, vos hace lo mismo, ya vengo - dije y asintió con una sonrisa.

Me encerré en el baño y me puse lo que me había dado. No pude evitar reírme cuando me miré al espejo, no podía creer lo que parecía con esa ropa. Fui directo a la cocina a hacerle un café, y sonreí al ver que había comprado un montón de cosas, había llenado la heladera, no se por qué pero me dio ternura. Cuando volví al cuarto con el café, Julian ya estaba acostado así que lo dejé en la mesita y me senté a su lado.

- Juli, estás despierto? - susurré
- Ajam - murmuró y reí
- Dale levantate que te traje un café - dije acariciándole el rostro y me dio la mano para que lo ayudara.

Se sentó con dificultad, recostándose sobre el respaldo de la cama y le acerqué la taza, con cuidado.

- Me siento mal - se quejó cerrando los ojos
- Que tenés? Ganas de vomitar? - pregunté y suspiré aliviada cuando negó con la cabeza
- Estoy mareado y me duele un poco la cabeza - dijo sin ganas
- Tomate el café así después dormís tranquilo - dije y asintió.