No se cuanto tiempo habrá pasado, tal vez solo un par de minutos, hasta que nos separamos por falta de aire. Mis manos siguieron sosteniéndose al rededor de su cuello y las suyas en mi cintura. Apoye mi frente sobre la de él y me mordí el labio, como con vergüenza. Abrí los ojos y Julian me miraba con una sonrisa de oreja a oreja. Nadie dijo nada y esta vez fue él quien acortó la poca distancia que quedaba entre nosotros para darme otro beso, más corto que el primero pero con mucha más intensidad.
- Te dije que hoy no te salvabas de mi - dijo cuando nos separamos, solo un poco.
- Callate que si yo no te apuraba, seguirías hablando y gritando - dije riendo
- Perdón por como te traté Ori, no quería
- Shhh - dije callándolo con un beso.
- Ocho años esperé este momento, nunca me imaginé que iba a ser así
- No te gustó? - pregunté alejándome
- Vení tonta - dijo agarrando mi mano para acercarme a él y me abrazó con fuerza - me encantó - susurró en mi oído y yo solo sonreí.
- Me da un poco de miedo la lluvia, vayamos a casa - dije, después de un rato, sin separarme de él
- Uh la lluvia, me había olvidado - dijo y reí
Agarré mis zapatos y salimos corriendo de la playa. Eramos un desastre, todos mojados corriendo por la calle, por suerte ya estábamos cerca de casa.
- Bueno yo me voy - dijo cuando llegamos
- Vos estás loco? Pensás que te voy a dejar ir así? Ni lo sueñes, te quedas acá
- Mmm si insistís - dijo dejando un beso corto en mis labios y sacándome las llaves de la mano para abrir la puerta.
Por suerte no había nadie despierto que nos pudiera ver, así que fuimos entre besos a la cocina a buscar algo para comer.
- Ah bueno - dijo mamá y nos separamos enseguida
- Má, te juro que no es lo que parece - dije nerviosa y Julian ni siquiera podía hablar
- Claro yo ahora tengo que hacer como que no vi nada? - dijo riendo y suspiré aliviada - Vayan ya mismo a cambiarse que se van a enfermar - dijo por último y le sonrió a Julian antes de irse con su taza de té en la mano.
- Uy pensé que me iba a putear - dijo él y largue una carcajada
- Mi mamá te ama Julian!
- Y vos?
- Yo... yo mejor me voy a cambiar - dije nerviosa - vos hace lo mismo, agarra ropa de alguno de los chicos
- Juli te dejé un colchón en el living para que duermas - dijo mamá asomándose por la puerta de la cocina
- Muchas gracias Cathy - dijo sonriéndole
Subí a cambiarme y el hizo lo mismo. Me puse el pijama y antes de bajar nuevamente pasé por el baño para lavarme los dientes y peinarme, mi pelo después de la lluvia era un desastre. Cuando bajé Julian ya estaba acostado en el colchón que mamá le había preparado. Se había puesto un short de Peter y de arriba nada, en cuero. No se si lo hacía a propósito pero verlo así sin remera era mi debilidad.
- Voy a calentar unos pedazos de pizza que sobraron, querés? - pregunté cuando pase por al lado suyo
- Si más vale, te ayudo - dijo parándose rápido y agarrándome por la cintura mientras caminábamos hacia la cocina.
Me dio un beso sentido en la mejilla y abrió la heladera en busca de algo para tomar. Sirvió dos vasos de coca mientras yo recalentaba la pizza de la noche anterior. Llevamos todo al living y nos sentamos los dos en el colchón.
- No tenés frío? - pregunté dándole un mordisco a la pizza
- No - dijo riendo - por qué? Querés que me ponga una remera?
- No! - grité y me sonrojé al instante al darme cuenta lo obvia que era
- Ah bueno - dijo riendo y haciendo caras. Le pegué en el hombro y el hizo lo mismo.
Terminamos de comer, entre risas y peleas y me acosté en el sillón y el hizo lo mismo en el colchón que estaba al lado. No tenía sueño y la verdad que no me quería separar ni un segundo de él, y al parecer a él le pasaba lo mismo.
- Cuándo te volvés a Buenos Aires? - dije después de un rato de silencio en el que simplemente nos mirábamos y sonreíamos.
- El 15 - dijo serio y mi cara cambió completamente
- Qué? Pero faltan solo dos días para el 15!
- Si ya se, ni me lo digas - dijo mirando para otro lado
- Y cuando me lo pensabas decir? - pregunté y se encogió de hombros
- Vos cuando te vas? - preguntó al rato
- A fin de mes. Pero si querés te podes quedar con nosotros, los amigos de Pablo también se van el 15 así que va a haber lugar de sobra
- Me encantaría, pero me voy porque tengo que preparar un par de exámenes para la facu, sino me quedaría acá con vos, de una- dijo triste
- Qué estudias? - dije para cambiar de tema
- Psicología
- Mira vos, no te tenía así tan estudioso - dije y rió
- Vos? Es tu último año de colegio, no?
- Si, pero todavía no se que voy a estudiar después
- Esta re bien, tenés tiempo todavía para pensarlo - dijo y tiró de mi mano para hacerme caer del sillón.
Caí sobre él y me acomodé a su lado, de costado, rodeando su cintura con mi brazo mientras el me acariciaba el pelo.
- Pero para lo que no tenés mucho tiempo es para llenarme de besos - dijo y no me dejó ni respirar que ya estaba volviendo a unir nuestros labios.
La verdad es que cada vez que lo tenía así de cerca, cada vez que me besaba, se me erizaba la piel, mi corazón latía desesperado, y un sensación rara se adueñaba de mi panza. Jamás había sentido algo así con nadie.
El beso iba subiendo de tono, cada vez más, y cuando quise acordar ya lo tenía encima mío.
- Para Juli - dije separándome de a poco
- Qué? - preguntó mirándome a los ojos
Sabíamos que no iba a ir más allá de un beso, pero cualquiera que lo viera de afuera iba a pensar mal.
- Puede bajar alguien y la verdad que no quiero tener que darle explicaciones a nadie - dije en voz baja y volvió a su lugar - me voy a ir yendo, sino mañana no me despierto con nada
- Mmm nooo - dijo con voz de nene caprichoso y reí
- Mmm siii - dije imitándolo y le di un último beso antes de pararme e irme
Subí las escaleras sin hacer ruido y desde el último escalón le tiré un beso. Él solo sonreía. Me acosté en mi cama tratando de no despertar a las chicas y no podía parar de pensar en todo lo que había pasado esa noche. Una sonrisa inmensa se apoderó de mi rostro y no se iba con nada. Afuera seguía lloviendo muy fuerte, y cada diez segundos se escuchaba algún trueno que lograba sobresaltarme. Solo deseaba haberme quedado allá abajo, entre los brazos de Julian, pero bueno, no daba. Minutos más tarde, entre recuerdos y sonrisas al fin me quedé dormida.
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