lunes, 3 de febrero de 2014

CAPITULO 24

- Te voy a matar Julian - grité con todas mis fuerzas cuando salí a la superficie
- Que linda que sos cuando te enojas - dijo sin poder parar de reír, lo cual me dio más bronca
- Me voy a vengar, te juro que me voy a veng... - y no pude terminar de hablar ya que una ola me arrastró haciéndome caer arriba de Julian.

Me colgué de su cuello para no seguir rodando entre las olas hasta la orilla.

- Apa, ya se que soy irresistible, pero es necesario que me agarres así? Hay gente mirando Ori, estamos en la playa - susurró en mi oído y le pegué en el hombro luego de separarme de él.

Ya había perdido la cuenta de las veces que le pegué desde que nos reencontramos.

- Matate Julian - dije dandole la espalda para salir del agua
- Para, a donde vas? - dijo agarrándome del brazo
- Con los chicos, o te olvidas que me trajiste obligada acá? - dije soltándome de su agarre y seguí caminando
- Yo también te quiero Ori - gritó y sonreí aprovechando que no me veía.

Tenía que mostrarme fuerte y enojada delante de él pero no se cuanto podría aguantar, ya que con una sonrisa o un comentario tierno me derretía por dentro.

Me volví a acercar a él y susurré en su oído - Ah y lo que te dije antes era solo para que me soltaras - cerré los ojos con fuerza, odiaba mentir.

Dicho esto, lo empuje sin conseguir que se moviera del lugar, como siempre, tenía el triple de fuerza que yo. Me alejé y lo escuché reír, seguido de un "si, seguro" y no pude evitar sonreír. Llegué a donde habíamos dejado nuestras cosas y estaban solo Jenny, Pablo, Lola y Nico.

- Y los demás? - pregunté interrumpiendo la escena romántica
- Maxi, Peter y Eli fueron a chamuyarse a unas minitas, creo - dijo Nico separándose de Lola y en menos de cinco segundos estaban de nuevo en lo suyo.

Bufé, mis amigas ni me registran cuando están con los chicos. Dominadas. Me quedé parada un rato más para secarme, con los brazos cruzados, y me colgué mirando a los chicos, los había encontrado entre tanta gente y efectivamente estaban hablando con unas minas. Reí por dentro, estos no cambian más. De pronto algo me distrajo, unos brazos rodeando mi cintura por detrás, una respiración en mi nuca. Me estremecí. Eran sus brazos, como no darse cuenta, y su respiración. Ya dije que me generaba algo inexplicable el contacto de su piel con la mía? Bueno, eso es literal. Apoyó su cara en el espacio entre mi cuello y mis hombros y cerré los ojos al instante, una sonrisa no demoró en apoderarse de mi rostro.

- Estas todo mojado Julian, justamente intentaba secarme - dije en voz baja, sin apartarlo de mi, simplemente no podía
- Todo te molesta hoy, que onda? - dijo soltándome y me di vuelta para quedar frente a él
- No es eso - dije bajando la mirada
- Entonces que es? Porque ya no te entiendo, me vivís histeriqueando, un día no me soltás, al otro día no queres que te suelte, y al otro estás re distante, te molesta todo lo que yo haga. Que te pasa? - me miró con el ceño fruncido esperando alguna explicación
- Eh... - nuevamente el silencio incómodo de siempre

Intentaba ordenar mis pensamientos y poder decirle algo coherente. Tenía razón en todo lo que decía, pero en realidad ni yo sabía por qué me comportaba así.

- Vos y tus silencios - dijo con mala cara, amagando a irse
- Vos y tu impaciencia - retruqué agarrando su brazo para que se quedara ahí, pero no pareció hacerle ninguna gracia mi comentario
- Vas a ser clara y sincera alguna vez en tu vida? - preguntó mirándome a los ojos
- Sí - dije segura - pero teneme paciencia, me cuestan estas cosas, vos lo sabes más que nadie - asintió con la cabeza, mirándome atento - mira la verdad es que los dos cambiamos y yo siento que no te conozco mucho, solo tengo unos pocos recuerdos de aquel Julian de 12 años que se ponía nervioso cada vez que me hablaba o cuando me miraba a los ojos - sonrió y se sonrojó al instante - hace solo un par de días que nos reencontramos, me parece que deberíamos ponernos al tanto de un montón de cosas, conocernos bien. Con todo el lío de hoy reaccioné, y me di cuenta de que tendríamos que ir un poco más lento, por eso estuve un poco distante últimamente, ya no se como  manejar esta situación.
- Al final sos más lenta que yo - ambos reímos y me limite a negar con la cabeza - mira que aquel Julian y yo somos la misma persona y hay cosas que no cambian ni aunque pasen mil años.
- Y que es lo que no cambia? - creo que sabía a que se refería pero necesitaba escucharlo de su boca
- Lo que me pasa con vos no cambia, está intacto - dijo mirándome a los ojos y sonreí como una tarada
- Igual yo quiero conocer al nuevo Julian, quiero conocer las cosas que cambiaron...
- Ya me conoces Ori
- No te conozco, solo se que te gusta el fernet, porque es lo que venís tomando todas las noches desde que estás acá. El Julian de antes era un santo, no le gustaba la joda - dije y rió
- Na olvidate, ese no vuelve más, va a ser mejor que te acostumbres a este Julian - hizo una pausa - le pegaste en esa, a ver que más sabes de mi?
- Mmm que sos celoso, que te la crees un poquito bastante, y eso me molesta. Creo que nada más, viste que casi ni te conozco?
- Buen intento, supongo que ya me conocerás más
- Y vos que sabes de mi? - pregunté desafiante
- Que sos re histérica
- No soy histérica - dije pegándole en el hombro, nuevamente.
- Que te gusta interrumpirme, siempre - reí - y pegarme también. Que te gusta la joda más que a mi. Que nunca sabes que decir y te pones nerviosa cada vez que intentas expresar lo que sentis. Y... - dijo acercándose a mi oído - que te gustan los besos en el cuello - susurró y creo que mi cara se puso bordó. Él largó una carcajada al notarlo.
- Ah sos gracioso - dije agachándome para agarrar un poco de arena y tirársela en la cara.
- Pendeja! - gritó escupiendo la arena que había entrado por su boca.

Salí corriendo cuando vi que se agachaba buscando venganza, sabía que no iba a poder contra él.

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