domingo, 13 de abril de 2014

CAPITULO 101

Cuando me desperté Julian no estaba y bufé, lo único que quería en ese momento era despertarme entre sus brazos, con sus besos. Recorrí toda la habitación con la mirada mientras me desperezaba y vi como el reloj marcaba las seis y media. Mierda, me dormí toda la tarde. Agarré el celular que hacía unas horas había dejado en silencio y me atormentó ver todas las llamadas perdidas y mensajes de mamá. Sin leer ninguno le mandé "estoy bien mamá" y lo volví a guardar. En cuanto me volví a acostar apareció Julian por la puerta, apoyando un brazo sobre el marco de ésta. Voy a evitar cualquier tipo de comentario con respecto a lo lindo que estaba.

- Dormite algo gorda - dijo irónico y sonreí, tapándome la cara con las sábanas.

No tardó ni dos minutos en acercarse y tirarse arriba mío. Siempre tan bruto y tierno a la vez.

- Ayyy salí Julian, pesas mucho - me quejé pero no movió ni un pelo.

Solo me destapó y antes de que respirara me besó, así, muy tierno.

- Mmm - dije entre sus labios, mientras rodeaba su cuello con mis brazos - no me quiero ir
- No te vas a ir - afirmó con una sonrisa para luego volver a unir nuestros labios.

- Pero tendría que, mi mamá me dejó mil mensajes, debe estar preocupada
- Decile que te quedas en lo de Jenny - hizo una pausa - a dormir - agregó con una sonrisa pícara
- Sos tremendo eh - dije riendo y él se encogió de hombros - voy a hacer de cuenta que no entendí la indirecta
- Fue bastante directa igual - dijo acercándose hasta rozar su nariz con la mía
- Ojalá te calmes Julian  - susurré seria y él largó la risa
- Nunca, nunca, mira lo que sos - murmuró mordiéndose el labio y negué con la cabeza para luego besarlo yo.

Eran las diez de la noche y yo recién salía de bañarme, me volví a poner la remera de Julian y me senté a su lado, en el sillón.

- Encontraste alguna película buena? - pregunté luego de dejar un beso en su mejilla
- Una de terror - dijo con su mirada fija en la pantalla de la tele
- Uh buenísimo - exclamé entusiasmada, no se por qué extraña razón amaba las películas de terror
- Y también compré pizza y cerveza - dijo volviendo a mirarme - tres horas tardaste bañándote, sucia
- Callate - grité, pegándole en el hombro - no tardé tanto, exagerado
- Ah no, no tardaste nada - murmuró irónico y volví a pegarle
- Tengo hambre, puedo empezar a comer?
- Si gorda, si, comé - dijo riendo.

Pusimos la película y al rato ya nos habíamos comido toda la pizza. Cerveza todavía quedaba, el exagerado de Julian había comprado un montón. Ya íbamos por la tercer botella y quedaban otras tres más, era muchísimo para nosotros dos solos. Obviamente terminamos de mirar la película a las risas, haciendo comentarios estúpidos y no prestando mucha atención a la trama. Él estaba sentado con las piernas apoyadas arriba de la mesita y yo sentada en sentido contrario, con las piernas estiradas sobre su falda y rodeando su cuello con mis brazos.

- Estaba buena la peli - dije sin parar de reír
- Si ni le prestaste atención boluda - se quejó y volví a reír para luego dejar un beso en su cuello
- Y si te tengo a vos acá como querés que le preste atención? - susurré en su oído y él largó una risa
- No me provoques Sabatini
- Por qué? Que pasa? No te la bancas Serrano? - pregunté desafiante y largó un suspiro
- Que mal que te pega el alcohol pendeja - dijo volviendo a reír.

Digamos que no estábamos en nuestro mejor estado cuando terminamos de tomar todas las botellas de cerveza. Estábamos ambos tirados en el sillón, riéndonos como dos nenes de cinco años. Agradezco que me sostenía con su brazo por la cintura porque sino seguro terminaba tirada en el piso.

- Juli - largué después de un momento de silencio
- Que? - preguntó sin despegar su mirada del techo
- Te amo - dije entre risas, no se que le veía de divertido, pero bueno
- Yo no - respondió conteniendo la risa
- Ah, no? - grité tirándome arriba de él
- No - repitió, negando con la cabeza.

Intenté hacerle cosquillas para que aflojara pero recordé que nunca me funcionaban, así que simplemente lo llené de besos. Iba de la boca al cuello y así sucesivamente.

- Ahora si me amas? - pregunté separándome un poco para poder verlo y sonrió ampliamente.

Sin darme mi respuesta me atrajo con fuerza hacia él, continuando con la serie de besos que yo había comenzado minutos atrás. No se como podía llegar a terminar esto, pero igualmente me dejé llevar.

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