sábado, 25 de enero de 2014

CAPITULO 11

"Espero que hayas dormido bien. Por si no te acordás nada... quedate tranquila que no soy un violador, soy yo, Julian.

PD: Vos a mi me debes una respuesta, mira que no me olvido..."

Y abajo estaba su número de teléfono, junto a su firma en letra más grande, "JS".

Tenía una sonrisa inmensa en mi rostro hasta que leí "Julian", y luego "JS". Mi cara cambió de un momento a otro.

- Julian Serrano - pensé.

Tapé con mi mano mi boca y cerré los ojos. Un millón de imágenes y recuerdos vinieron a mi mente, de aquel Julian, mi amigo de la infancia, y de aquella noche en la que todo cambió. Tragué saliva y respiré hondo, odiaba recordar ese momento. Será este Julian... mi Julian? Y en ese momento recordé su mirada, y entendí por qué tan nerviosa me ponía, y su sonrisa, que tampoco había cambiado mucho, pero cómo no me había dado cuenta antes? Si está igual, salvo por la altura, los músculos, el pelo y esa voz gruesa que claramente no es la misma de un chico de 12 años.

Una lágrima comenzó a caer por mi mejilla y al instante la limpié, no me permitiría llorar por Julian. Leí una vez más, sin entender aún la posdata, anoté su número en mi celular y guardé el papel entre mis cosas. Salí a caminar para despejarme y pensar, de verdad lo necesitaba. Todos seguían durmiendo así que dejé una notita en  la cocina para que mamá no se preocupara. Me había puesto el bikini abajo de la ropa así que opte por bajar a la playa, aunque me traía recuerdos de Julian y del día que nos reencontramos, pero nada me daba más paz que caminar por la orilla escuchando música, así que los recuerdos mucho no me importaron en ese momento.

Se me vino a la mente el "me gustas, en serio" de hace 8 años, mezclado con el abrazo de ayer y ganas de llorar no me faltaron. Me senté en la arena y saque mi celular. Entré a whatsapp y ahí estaba mi nuevo contacto, sonreí cuando vi su foto de perfil e inmediatamente me cambió la cara cuando me decidí a hablarle. No puedo negar que me puse nerviosa, ahora que sabía quien era, nada iba a ser como antes, y eso me preocupaba. Escribía y borraba, y así sucesivamente hasta que finalmente se lo mandé.

"Julian... Soy Ori, necesito hacerte una pregunta"
"Parece que encontraste mi carta, estás mejor? Preguntame lo que quieras" - no me imaginé que iba a ser tan rápido para contestar
"Estoy mejor, gracias, y sobre lo de ayer quiero hablar después. Pero lo que quiero saber ahora es por qué no me dijiste quien eras? Vos ya lo sabías y no me dijiste nada?!"
"Bueno al fin te diste cuenta! Yo no lo sabía, me di cuenta cuando me dijiste tu nombre, primero pensé que era mejor que no te enteraras. Después quise decírtelo pero no me pareció el momento, supuse que si te lo decía, al día siguiente ya no lo recordarías"
"Entonces hiciste bien, porque no me acuerdo de nada. Te juro que todavía no puedo creer que seas vos!"
"Yo menos, 8 años sin verte! Me gustaría que habláramos de esto pero personalmente, creo que nos lo debemos. Además me debes una respuesta..."
"Me parece perfecto, vení esta tarde a casa y salimos a caminar, o lo que vos quieras. No entendí eso de la respuesta, qué quisiste decir?"
"Ah no se, no se, vos sabrás..."
"Jaja, seguís siendo el mismo tarado de siempre!"
"Hay cosas que no cambian, y en este caso muchas cosas no cambiaron. Nos vemos a la tarde Ori" - sonreí como una idiota al leer eso, no podía ser más tierno.
"Te espero" - le mandé, con una carita feliz, para dar por finalizada la conversación.

Suspiré, me paré y agarré mis cosas para volver a casa. Me esperaba un largo día...


No hay comentarios:

Publicar un comentario