viernes, 31 de enero de 2014

CAPITULO 22

Deje a Julian en el baño y le prohibí que se sacara la bolsa de hielos. Tenía que ir a vestirme, definitivamente no podía bajar así. Me puse lo primero que encontré y volví al baño a buscarlo, pero ya no estaba.

- Que pendejo, le dije que no bajara!

Bajé las escaleras ignorando a los chicos que estaban todos sentados en el living y me dirigí al jardín, donde estaba Julian discutiendo con Agus y más alejado estaba mi primo hablando con Jenny.

- Pablo puedo hablar con vos? - dije acercándome y Jenny nos dejó solos, dedicándome una sonrisa antes de irse.
- Que quilombo primita - dijo sonriendo y haciéndome señas de que me sentara. Me tranquilicé al ver que se lo estaba tomando con humor y le devolví la sonrisa, tímida.
- No quería que se armara tanto lío, no fue tan grave como para que Agus reaccione de esa forma...
- Olvidate de Agus, quiero saber tu versión, a ver si te puedo entender - dijo apoyando una mano en mi hombro.

Respiré hondo, y le conté TODO. No pudo evitar poner cara de enojo en determinados momentos pero no me interrumpió.

- Si no lo frené en ese momento es porque no quería, porque de verdad me gusta, él no me obligó a nada, es más cuando yo sentí que se le estaba yendo de las manos lo frené. Soy consciente de lo que hago, aparte él estaba borracho, sobrio jamás lo haría, es muy tierno y respetuoso - hice una pausa - y lento - agregué y reímos los dos
- Bueno no pareció tan lento ayer
- Ya te dije, estaba borracho, o a vos nunca te pasó? Dale Pablo, vos también te mandaste cagadas estando borracho, no exageren tanto las cosas
- Me cagaste, tenés razón, aparte si de verdad te gusta no soy nadie para prohibirte nada, ya le voy a poner los puntos al pendejo - dijo señalando a Agus que seguía discutiendo con Julian.
- Te quiero tanto primito - dije y lo abracé fuerte
- Yo también Ori - hizo una pausa - igual un poquitito celoso me pongo eh
- No cambias más vos - dije separándome para poder pegarle.

Pablo se levantó para ir a hablar con Julian y yo me quedé donde estaba, mirando todo desde lejos. Agustín entro a la casa, parecía seguir enojado, juro que nunca lo había visto así antes, lo desconozco.

- Estabas escuchando? - preguntó Julian sentándose a mi lado una vez que terminó de hablar con mi primo.
- Y no, si de acá no se escucha nada, contame vos - dije algo ansiosa
- Cosa de hombres, que chusma resultaste ser Sabatini
- Dale tarado - dije riendo y me sonrió
- No te voy a contar, pero quedó todo bien, menos con el pendejo ese que si me lo cruzo de nuevo lo mato, te juro
- Dejalo ya se le va a pasar, y a mi ganas de matarlo no me faltan - me miró sonriendo - y a vos también te voy a matar, te dije que no te sacaras los hielos - grité haciéndome la enojada
- Perdón mamá - dijo haciendo puchero y me morí de amor
- Te duele todavía? - pregunté mientras corría el poco pelo que caía sobre su cara y mirando su ojo hinchado
- Un poco - hizo una pausa - qué pasa? Te doy miedo con el ojo así? Tan feo quedé? - me miró a los ojos y me mordí el labio mientras negaba con la cabeza
- Quedaste un poquito deforme, no te voy a mentir - dije entre risas - pero igual sos lindo, siempre - no podía apartar mi mirada de la suya ni pude evitar sonreír como una tarada
- Ah bueno, Oriana Sabatini siendo directa y diciendo que le encanto, no lo puedo creer!
- Callate Julian! No dije eso, solo dije que sos lindo, punto.
- Deja de decirme que soy lindo que si no fuera porque me duele toda la cara ya estaríamos chapando, acá, así de simple - dijo serio y no pude evitar ponerme roja
- Nada que ver, ya quisieras! - y para vengarme de todas las veces que me dejó sola con la palabra en la boca, me levanté y me fui.

Me di vuelta antes de entrar a la casa para verlo de nuevo y me tiró un beso, a lo que respondí con un "fuck you" con ambas manos.

jueves, 30 de enero de 2014

CAPITULO 21

- Em, si pasá Ori - dijo Lola y Julian la fulminó con la mirada - yo voy a buscar algo de hielo a la cocina y vuelvo - dijo haciéndome una guiñada y salió del baño cerrando la puerta.
- Te duele? - pregunté sentándome en el piso, a su lado.
- Un poco - dijo haciéndose el duro, ni siquiera me miró a los ojos.

Me quedé un largo rato mirándolo, no sabía que decir y las lágrimas me lo hacían más difícil aún.

- Perdón - largué por fin, rompiendo el silencio y él me miró a los ojos por primera vez desde que yo estaba ahí. Su mirada me dolió, de verdad estaba mal y se notaba.
- Me lo merecía - hizo una pausa - yo me la mandé, me desubiqué con vos. Yo soy el que te tengo que pedir perdón - dijo y negué con la cabeza, me partía el alma verlo así.
- No Juli, vos estabas borracho, yo que era la única consciente no te frené, dejé que siguieras y... - cerré los ojos con fuerza - no se por qué no te frené.
- Sh, no llores - dijo secando mis lágrimas y no pude evitarlo, lo abracé bien fuerte.

Me hundí en su pecho mientras acariciaba mi pelo. Aunque él no lo supiera, no había nada que me calmara más que cuando me tocaban el pelo. Sonreí y me aferré más a él.

- Esta loco Agustín, no sé que le pasó, pero no le hagas caso - dije separándome de ese abrazo perfecto para poder mirarlo.
- Te tiene ganas, ya te dije - dijo intentando sonreír y puse mis ojos en blanco
- No me tiene ganas, es como muy protector, más como un hermano
- Si, seguro - dijo irónico y le pegué en el hombro - vos también me vas a pegar? - dijo haciendo pucherito y me reí, me dio mucha ternura.

Me levanté y saqué de un estante el botiquín para curarle las heridas. Volví a sentarme a su lado y se rió.

- Se puede saber de qué te reís ahora? - dije sonriendo, me gustaba volver a ver su sonrisa y sus dientes perfectos.
- Es que... no se si me lo haces a propósito, pero no se me hace tan fácil mantener una charla seria con vos si me caminas por adelante así, en bikini - me miré y me puse roja al instante. Con todo esto de la pelea me había olvidado de vestirme y seguía con el bikini puesto.
- Sos tarado Julian? - después de todo lo que pasó se te ocurre hacer un chiste como ese
- No es un chiste, y no, yo no pierdo oportunidad para decirte lo linda que sos. Y lo bien que te queda - dijo mirándome de arriba a abajo y mordiéndose el labio.
- Julian!!! Me das miedo, deja de mirarme así, cortala - grité entre risas
- Está bien, la corto, no vaya a ser que tu amiguita se enoje y me empareje el otro ojo.

Reí y saqué un poco de algodón del botiquín, para mojarlo con alcohol y pasarlo al rededor del labio, donde tenía lastimado.

- Ayyyyy - se quejó
- Perdón, te dolió? - negó con la cabeza aunque obviamente le había dolido.

Cuando terminé de curarle el labio tocaron la puerta.

- Permiso, no quiero interrumpir - dijo Lola cuando abrí la puerta- pero traje hielo para el ojo de Juli
- Gracias amiga - dije agarrando la bolsa - pasá
- No, los dejo solos mejor - dijo dando la vuelta y la agarré del brazo
- Esperá, tengo que hablar un minuto con vos - le di los hielos a Julian y le hice señas de que ya volvía.

- Contame ya lo que está pasando abajo - le susurré a Lola una vez que estábamos fuera del baño
- Sigue muy tenso el ambiente, no les recomiendo que bajen, a ninguno de los dos - asentí y siguió hablando - Pablo y Agus siguen en el jardín pero ahora están hablando como personas civilizadas - bajé la mirada, apenada, no podía evitar sentirme culpable - Jenny está con ellos así que después nos contará. Y en el living están todos suponiendo cosas y hablando como viejas chusmas
- Me quiero matar, todo esto es mi culpa, entendés? Les arruiné el día a todos - dije al borde del llanto y Lola me abrazó, automáticamente.
- No digas eso, no te castigues más, ya se les va a pasar a todos, vas a ver, es cuestión de que hablen los cuatro tranquilos y las cosas se van a arreglar, te lo prometo - susurro para luego darme un beso en la mejilla y bajó por las escaleras nuevamente.

Entre al baño, sin decir ni una palabra y Julian me miró preocupado. Me senté a su lado sacándole la bolsa de hielos de la mano y la apoyé con cuidado sobre su ojo hinchado. Hizo un gesto de dolor pero trató de disimularlo para que no me preocupe.

- Por qué lloras? - dijo al rato, aún sin abrir los ojos
- No estoy llorando - mentí y él sonrió
- No te creo
- Es que no puedo evitar sentirme culpable, abajo está todo mal, no vamos a poder quedarnos acá encerrados toda la vida - dije y abrió los ojos para mirarme
- Ori vos no sos culpable de nada, no hiciste nada malo, de última yo si, pero vos no hiciste nada. Y me voy a hacer cargo, voy a bajar y hablar con ellos cuando estén más calmados - agarro mi mano izquierda con la suya y sonreí, él me daba confianza y seguridad, que era todo lo que necesitaba en ese momento.

CAPITULO 20

- Agus - dije mientras me sentaba para poder verlo mejor.

Se había sentado al borde de la pileta, en frente a mi y me miraba expectante, como esperando que hablara.

- Qué querés saber? - pregunté sin ganas, otra vez me veía obligada a tocar el tema Julian.
- Todo, o mejor dicho, lo que se pueda contar, no se si quiero saber todos los detalles - dijo remarcando el "todos" y sonreí, solo un poco.
- Mira... a vos no te voy a mentir, porque sos mi amigo, pero por favor prometeme que no se lo vas a contar a nadie, por favor!
- A nadie, confia en mí y largá todo, dale Ori - dijo ansioso y me aclaré la garganta para comenzar a hablar.
- Fue Julian - me miró serio y con los ojos bien abiertos - pará, dejame explicarte, no interrumpas - dije rápido para no dejarlo hablar - llegó borracho y lo obligué a bañarse, bueno, él no quería y empujón va, empujón viene... terminamos los dos abajo de la ducha - dije bajando la mirada, moría de vergüenza cada vez que se lo contaba a alguien.
- Estás loca Oriana? - hizo una pausa y tragó saliva - pasó? - dijo en un tono enojado. Me dio un poco de miedo.
- No, mal pensado! Solo tuve un momento de debilidad y dejé que me besara el cuello, pero bueno, se le fue la mano - dije señalando el maldito chupón - en todo sentido se le fue la mano, se zarpó, pero ya lo ubique, quedate tranquilo.
- Vos me estas jodiendo? Me decís que te tocó y pretendes que me quede tranquilo? Lo voy a matar - dijo con rabia y salió corriendo.

Entró a la casa en busca de Julian y yo corrí tras él, tratando de evitar que haga una locura. Le grité pero fue inútil, no había forma de detenerlo. Llegó a donde se encontraba Julian y los chicos y le pegó una piña en la cara, así, directo. No pude evitar largar un grito y me tapé la boca con las manos, me había dolido a mi.

- Agustín soltalo - fue lo único que me salió decir.

Todos los chicos quedaron duros. Nadie entendía nada. Clima tenso si los hay.

- Que te pasa pendejo? - dijo Julian con dificultad, apenas podía hablar.
- La próxima vez que le toques un pelo a Oriana te juro que te mato - amenazó Agustin mirándolo a los ojos, con rabia.

Jamás lo había visto tan enojado. Julian no sabía que decir, lo miraba asustado, y los chicos me miraron enseguida a mi, supongo que se habían dado cuenta quien había sido "Dracula". Se me calló una lágrima, luego otra, y otra, y otra, me dolía ver a un Julian tan débil.

- Basta Agustín, te estás yendo al carajo - volví a gritar pero ni siquiera me escuchó, estaba sacado.

Seguía agarrándolo fuerte del cuello de la remera y logró pegarle otra piña antes de que Pablo se metiera en el medio para separarlo. Lo sacó arrastrando a Agus hasta el jardín y solo se escuchaban gritos, estaban discutiendo por mi culpa. Por otro lado, Julian todavía seguía shockeado, me miraba con una mirada distinta, se le notaba la tristeza a lo lejos, pero no dijo nada. Su ojo había quedado un tanto morado e hinchado, y tenía un poco de sangre al costado de los labios. Me mordí el labio con bronca, quien se cree Agustin para hacer una cosa así? Más que ayudarme parecía que quería hundirme. Jenny se acercó rápidamente para abrazarme, mientras todos seguían en silencio y Lola se llevaba a Julian de la mano para curarlo.

Después de unos minutos me separé de mi amiga y fui corriendo al baño donde se encontraban Lola y Julian.

- Permiso, puedo pasar? - dije con un millón de lágrimas en los ojos.

miércoles, 29 de enero de 2014

CAPITULO 19

Cerré de un portazo la puerta del cuarto y me tiré en la cama, escondiendo la cabeza bajo la almohada. Si era posible, no saldría nunca más de ahí abajo.

- Que es ese ruido? Que pasó Ori? - pregunto Jenny medio dormida.

Genial, las desperté, se venía el interrogatorio.

- Quiero desaparecer - grité con la cabeza aún abajo de la almohada
- Contanos amiga - dijo Lola sentándose a mi lado, preocupada.

Jenny tiró de la almohada y no tuve más remedio que levantarme. Me senté en la cama, enfrentando a las chicas y tapé mi cara con las manos.

- Me quiero matar chicas - dije mientras unas lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas - miren - dije corriendo el pelo que tapaba mi cuello.
- Quién te hizo ese chupón Oriana? - gritó Lola con los ojos como platos y Jenny me miraba de la misma forma pero sin decir ni una palabra.
- Shhh te van a escuchar. Fue Ju... Julian - dije cerrando los ojos con fuerza. No había forma, las lágrimas seguían cayendo.
- Qué? Estuviste con él? - preguntó Jenny sin cambiar la cara de asombro
- No, no estuve con él, solo me dio un par de besos en el cuello cuando estábamos en la ducha - dije con vergüenza
- Sí... Un par - susurró Jenny señalando el maldito chupón en mi cuello.
- En la ducha dijiste? Te metiste en la ducha con Julian? - preguntó Lola con una sonrisa enorme, le encantaba hacerme esas preguntas incómodas.
- Si, él estaba borracho, lo obligué a meterse y bueno me arrastró con él. Estaba solo en boxer, casi me desmayo les juro - recordé eso y sonreí como una boba - pero no, lo odio, miren lo que me hizo, lo voy a matar, les juro que me voy a vengar - dije seria y decidida
- Bueno Ori ya está, ahora hay que buscar la forma de tapar eso para que no se den cuenta, te podes poner un poco de maquillaje - dijo Jenny con su mejor sonrisa, intentando tranquilizarme.
- Para qué? Si ya me vieron todos, hasta mis padres, entienden eso? Como los vuelvo a mirar a los ojos ahora? - dije agarrándome fuerte la cabeza
- Uh estas en el horno amiga - dijo Lola y se mordió el labio, preocupada - pero saben que fue Julian?
- No, que se yo, no saben nada, pero si ni siquiera salí ayer, quien va a ser?
- Pero entonces inventa algo, si saben que no saliste capaz que te creen
- Que les invento que vino un bicho y me picó justo en el cuello y me dejo una marca gigante?
- Por empezar tápatelo con base, si queda más suave les inventas algo creíble - dijo Jenny con una sonrisa y asentí, ella siempre me hacía ver las cosas de una manera más fácil.

Las chicas trajeron algo de maquillaje y empezaron a taparme las marcas. Se tomaron su tiempo pero cuando me miré al espejo realmente estaba mucho mejor, o sea, un poco se notaba, pero por lo menos no era tan evidente. Me solté el pelo para taparlo y bajamos con las chicas a desayunar, ya que con todo lo que había pasado ni siquiera pude comer nada. Moría de vergüenza y rogaba que nadie me preguntara nada, que hicieran como si nada hubiese pasado. Mamá y papá ya no estaban, tampoco Caro y Titi, solo estaban los chicos que se habían sentado en el living a jugar a la play por lo tanto teníamos la mesa toda para nosotras.

- Donde están los demás? - preguntó Jenny
- Los tíos se fueron a la playa con las chicas - le dijo Pablo acercándose y saludándola con un beso. O varios. Bueno, venía seria la cosa... Suspiré aliviada, por un largo rato no iba a tener que soportar las preguntas de mis padres - vos y yo vamos a hablar seriamente después - dijo dirigiéndose a mí con mala cara y bufé, mi primo era más cuida que mi padre.

Terminamos de desayunar y las chicas se sentaron junto a los demás, pero yo no me moví de la silla, no estaba de humor para que nadie me pregunte nada ni me hagan bromas. Julian me miraba desde lejos, serio, y era el único de los chicos que no hablaba entre ellos. Permaneció en silencio mucho rato más, mirándome cada cinco segundos mientras yo lo ignoraba y cada tanto le dedicaba unas miradas asesinas. No podía estar más enojada, y definitivamente se lo hice notar.

Aproveché que estaban distraídos y salí al jardín. El día era perfecto, un sol impresionante pero un poco de viento que lo hacía más soportable. No lo dudé y me acosté en una reposera al lado de la pileta a tomar sol. Por suerte tenía el bikini abajo de la ropa y no tuve que pasar por al lado de los chicos para ir a cambiarme.

Cerré los ojos y me relajé, por primera vez en el día. Sentía como el sol me quemaba la piel y eso era algo que realmente disfrutaba. Estuve un largo rato así, tranquila, pensando, entre otras cosas en Julian, no lo voy a negar, hasta que una voz me sacó de mis pensamientos.

- Querés hablar de lo que pasó o me hago el boludo y te pregunto por el clima? - dijo riendo y abrí los ojos, con dificultad por la luz del sol que me encandilaba.

CAPITULO 18

- Estás borracho Julian, esto se nos fue de las manos. Olvidate de lo que pasó y bañate - dije cerrando la cortina de la ducha y saliendo del baño, sin darle el derecho a hablar.

Cerré la puerta de mi cuarto con cuidado de no hacer ruido y me cambié, moría de frío, todo por culpa del imbécil de Julian. No pude evitar recordar todo lo que acababa de pasar. No sabía si ponerme feliz o triste por eso, había sido mi primer acercamiento con él, pero se desubicó, y encima estaba borracho, por lo tanto seguramente mañana no se acordaría, y eso me hacía sentir más patética aún. Me volví a acostar pero el sueño tardaba en llegar, y mi cabeza no dejaba de pensar en él. De repente me vino a la mente la imagen de Julian besando mi cuello y no pude evitar sonreír, sí, definitivamente estaba hasta las manos con él.

Me estaba por quedar dormida cuando sentí el ruido de la puerta abriéndose. Simulé estar dormida porque supuse que eran las chicas que habían llegado y no quería ni tocar el tema Julian.

- Vine a reclamar mi beso de las buenas noches - era SU voz, susurrándome en el oído.

Sonreí y me di media vuelta para poder verlo. Estaba arrodillado en el piso, en cuero, con el pelo aún mojado y mirándome tierno.

- No te alcanzaron los de la ducha? - dije intentando parecer enojada
- No porque esos te los di yo
- No te voy a dar nada Julian, jodete por haberte zarpado - dije cerrando los ojos - quiero dormir, no jodas - por dentro sonreía, me estaba gustando esto de ser mala con él.
- Mmm dale Ori - dijo acercándose - mira que sino te lo robo yo...

Me hice la dormida y se acercó a mi cara, dándome un beso rápido en la comisura de los labios. Sonreí con los ojos aún cerrados provocando que se apartara de mi. Abrí los ojos y me estaba mirando, con una sonrisa igual a la mía.

- Que linda que sos cuando te haces la dormida - dijo y reímos los dos
- Deja de hacerte el lindo que mañana sobrio arrugas
- Vas a ver que no - dijo y depositó un beso sentido en mi frente para luego atravesar la puerta del cuarto como si nada hubiese pasado.


Me levanté y me puse el primer short y la primer remera que encontré para bajar a desayunar. Me hice una colita  en el pelo porque definitivamente haber dormido con el pelo mojado no había sido buena idea. Todo culpa de Julian. Las chicas seguían durmiendo así que me fui sin hacer ruido. Bajé las escaleras y estaban mis padres, Caro, Titi y todos los chicos, incluido Julian, desayunando juntos en el comedor.

- Buen día - dije con terrible voz de dormida mientras me sentaba y todos me miraron.
- Ah bueeeno, parece que se le fue la mano a Dracula eh - dijo Maxi y todos rieron menos mamá, papá, Pablo y Julian que me miraban serios, y yo, que no entendía nada.
- De qué se ríen? - dije aún sin entender y lo miré a Agus que disimuladamente señalaba mi cuello.

MIERDA. Me puse pálida al instante y no sabía como reaccionar. Fulminé con la mirada a Julian sin que se dieran cuenta todos y salí corriendo para mi cuarto ya que no existía la posibilidad de que me tragara la tierra en ese mismo momento.

martes, 28 de enero de 2014

CAPITULO 17

Amagó con sacarse el boxer y le tire la toalla por la cabeza.

- Ni se te ocurra - lo fulminé con la mirada y él largo una carcajada.
- Tengo frío, no quiero - dijo mirando con miedo la ducha - metete conmigo!
- No
- Dale
- No - dije firme y lo empuje hasta que quedó abajo del agua.

Me empece a reír mientras él me miraba ofendido, de verdad parecía un nene de cinco años.

- Está caliente, me quemo - gritó en un momento y me acerqué corriendo a ayudarlo.

Cuando estaba a menos de un metro de distancia, sin darme cuenta, me agarro por la cintura y me metió abajo del agua, junto con él, y me acorraló contra la pared.

- Tarado, te odio! - grité como pude, ya que el agua helada bajaba por mi cara y no podía ni hablar. Le pegue con todas mis fuerzas, que eran pocas y el solo reía.
- Te dije que te ibas a meter conmigo - dijo acercándose más a mi hasta que nuestras caras quedaron a centímetros de distancia.

Con sus manos me agarraba de la cintura, atrayéndome más a él. Sus movimientos eran bruscos, torpes. Mis manos se agarraban fuerte de los hombros de Julian, como si tuviera miedo de caerme. Nuestras narices se rozaban y él me miraba fijo a los ojos, y a la boca por momentos. Yo simplemente no podía desprender mi mirada de la suya. Nuestras respiraciones estaban cada vez más agitadas y a pesar de lo fría que estaba el agua, el calor que estaba sintiendo aumentaba cada vez más.

- Ju... Julian no, por favor - dije cuando por fin me salieron las palabras, de verdad no podía hablar, no podía resistir tenerlo tan cerca.
- Qué? - dijo haciéndose el desentendido, con una sonrisa inmensa.

Suspiré y sus manos empezaron a subir por mi espalda y por debajo de mi remera la cual estaba completamente mojada. El contacto de sus manos con mi piel me generaba algo que no se puede explicar con palabras. Me estremecí. Se acercó a mi oído y pude sentir su aliento chocando contra mi cuello, lo cual me puso más nerviosa aún.

- Sos más linda así, sin maquillaje, en pijama, y... - se alejó para mirarme bien - toda mojada - dijo finalmente sonriendo y no pude evitar sonreír yo también.

Se acercó de nuevo y esta vez comenzó a darme besos en el cuello. Suaves, al principio, y delicados. Temblé. Cerré los ojos y enredé mis manos en su pelo, jugando con él. Era increíble lo que generaba en mí, me estaba haciendo perder el control. No se desprendía de mi cuello, sus besos iban subiendo de tono y yo cada vez tenía menos fuerza y voluntad para apartarlo de mi. Cuando intentó sacar mi remera reaccioné. Qué se supone que estaba haciendo? Lo empuje con fuerza y me miro extrañado.




CAPITULO 16

Después de un rato de estar sentada, sola, pensando en silencio desde que Julian se había ido, se acercaron las chicas para avisarme que ya se iban.

- Suerte amigas, dejen de tomar y pásenla lindo! - les di un beso a cada una - y vos Jenny cuidalo a mi primo eh!
- No te preocupes - me dijo entre risas, de qué carajo se reía? Si yo le estaba hablando en serio!

Me despedí también de los chicos que no entendían nada, recién se enteraban que yo no iba a ir. Me saludaron todos con un abrazo excepto Julian, que pasó caminando por al lado mío con su peor cara, indiferente, y luego se dio media vuelta para hacerme un pequeño saludo con la mano, a lo lejos. Moría de bronca por dentro, tanto se iba a enojar porque le cambié de tema?

Una vez que se fueron me dirigí a mi cuarto. Al fin un poco de paz. Me saqué el maquillaje, me hice una colita en el pelo y me cambié. Me puse un short rosado y una musculosa blanca, suelta y corta, por encima del ombligo. Bueno, ese era mi pijama. Me puse los auriculares y me quedé dormida, escuchando música.

Me levanté sobresaltada por unos ruidos extraños que provenían del piso de abajo. No se cuanto tiempo había pasado desde que me quedé dormida pero las chicas no estaban en sus camas y seguía estando todo oscuro. Serían aproximadamente las cinco de la mañana, supuse.
Me paré tratando de no hacer ruido y agarré mi palo de hockey, no se por qué lo había traído pero al fin servía para algo. Salí del cuarto con el palo en la mano y bajé las escaleras en silencio. Los ruidos se hacían cada vez más fuertes. A pesar de la oscuridad pude ver una sombra en el living y fui corriendo, decidida a golpear al supuesto ladrón.

- Pará loca, soy yo - grito cuando estaba a punto de pegarle.
- Julian! Que haces acá y a oscuras? - susurré para no despertar a nadie mientras encendía la luz
- Te olvidas que hoy me quedo a dormir acá? - dijo con dificultad, estaba más borracho que la última vez que lo vi, hace unas horas.
- No, no me olvido, pero me asustaste - dije sentándome en el sillón, a su lado - mirate como estás Julian, por qué no te das un baño con agua fría? Te va a hacer bien - dije corriéndole el pelo que no me dejaba ver sus ojos café que tanto me gustaban.
- No, no, no - se quejó como un nene de 5 años que lo obligan a bañarse porque no quiere. Me dio ternura y me mordí el labio - me quiero quedar acá con vos - dijo abrazándome y yo sentía que moría en ese mismo momento. Pude sentir instantáneamente una mezcla entre el olor de su perfume y un olor espantoso a alcohol.
- Estás loco Julian, basta, soltáme - no tuve éxito porque no movió ni un pelo.
- Loco por vos estoy - susurró en mi oído y me estremecí. Cerré los ojos  y suspiré, me la estaba haciendo difícil.

Junté fuerzas, no se de donde, y me separé, aunque moría por seguir abrazándolo. Me paré del sillón, agarré su mano y lo arrastré, como pude, hasta el baño. Él no paraba de quejarse. Abrí el agua fría, y lo miré amenazante.

- Dale, sacate la ropa y metete, ya - dije, obligándolo.
- Apa, que directa, me hubieras dicho antes que era eso lo que querías y no me negaba tanto - dijo riéndose y no pude evitar ponerme roja.
- Sos un tarado Julian, solo quiero que te metas en la maldita ducha - dije pegándole y sonrió.
- Ayudame - dijo haciendo pucherito

Me acerqué a él y con cuidado le saqué la remera. Casi muero por dentro, en ese instante. Mis manos temblaban.

- El pantalón sacatelo vos, desubicado - dije riendo y se quejó por lo bajo, qué pretendía?

Se lo sacó y me quedé embobada mirándolo. Sí, lo tenía en frente mío, en cuero, en boxer y totalmente borracho.

lunes, 27 de enero de 2014

CAPITULO 15

- Que facha primito - gritó Peter cuando nos vió bajando las escaleras - esa remera no es la que me la regalaste vos Ori? - nuevamente se produjo un silencio incómodo, Julian me miró serio mientras Peter sonreía.
- Eh, si puede ser
- Si te molesta que la use busco otra - dijo Julian preocupado
- No boludo, te estoy jodiendo - largó Peter y ambos nos rejalamos.

Volví a sentarme con las chicas mientras Julian se unía a los chicos que como siempre, jugaban a la play.

- Salimos hoy? - preguntó Jenny y todos los chicos gritaron que sí. Yo no opiné, no se si tenía ganas de salir otra vez.
- Chicas yo creo que esta vez no salgo, todavía tengo un poco de resaca de ayer, prefiero quedarme - dije en voz baja para que los chicos no escucharan, no tenía ganas de que me insistieran para ir - pero les hago el aguante hasta que se vayan.
- Abandonaste feo Ori, todo mal - dijo Lola haciendo pucherito
- Callate que ustedes siempre me abandonan por los chicos, no tienen derecho a reprocharme nada - dije y reímos todas, claramente tenía toda la razón.

Comimos todos juntos, incluídos mamá, papá, Titi y Caro. La cena fue tranquila, excepto la parte en que mis padres le hicieron el interrogatorio a Julian, de por qué no nos habíamos visto más, por qué se había ido, etc. Él contestaba nervioso al principio, pero con el tiempo se fue relajando, ya era uno más de nosotros.

- Juli hoy quedate a dormir acá después del boliche, y mañana vamos a la playa todos juntos, o a la pileta - sugirió Pablo una vez que terminamos de comer y Julian quedó duro, no esperaba esa invitación.
- Si no les jode, más vale que me quedaría
- Obvio que no negro, tenemos lugar de sobra - dijo Peter para terminar de convencerlo y yo sonreí, que se quedara era lo mejor que me podía pasar.

Lo miré y me devolvió la sonrisa. Podía ser más tierno? Ayudé a las chicas a arreglarse y yo me quedé como estaba, ya que no tenía pensado salir. Bajamos y los chicos ya estaban tomando en el jardín. Yo salí con mi vaso de agua, necesitaba un día tranquilo sin tomar nada de alcohol.

- Que es eso? Vodka? - preguntó Julian divertido cuando me senté a su lado.
- Es agua tarado! Yo soy una chica sana - dije riendo y el me miro sin creerme.
- Posta? Que aburrida! Igual después de lo de ayer no me vengas con que sos una chica sana porque no te la creo - dijo riéndose
- Callate Julian, ni me conoces así que no hables
- Tenes razón, ya no te conozco - dijo con cara seria y suspiré, me dejó sin palabras.

Al cabo de una hora yo era la única sobria, pero eso tenía su lado positivo, me divertía de solo ver a los chicos en ese estado.

- No me diste bola en todo el día pendeja - me dijo Agus mientras agarraba mi mano para ir a bailar
- Pensé que estabas enojado por lo de ayer - dije casi gritando para que me pudiera escuchar ya que la música estaba realmente muy alta.
- Cómo me voy a enojar por eso? Somos amigos o no? Fue solo un juego
- Que alivio que me digas eso Agus - lo abrace fuerte
- Ey soltala pendejo porque te mato - gritó Julian que estaba atrás mío y me sobresalté, separándome de Agus para poder mirarlo.

Se empezaron a pelear en joda y terminaron los dos tirados en el piso, ya tenían la suficiente confianza para hacer una cosa así, y el alcohol obviamente ayudó. No se cual de los dos estaba más borracho.

- Ojo con el pendejo eh, te tiene ganas - me dijo Julian en el oído una vez que se paró y se acercó a mi.
- No lo jodas más, pobre, es mi mejor amigo, no me tiene ganas
- Si si, seguro. Yo no creo en la amistad entre el hombre y la mujer
- Ah no? Pero nosotros antes éramos amigos - dije levantando una ceja
- Que amigos Ori? Si yo te amaba - dijo sincero, mirándome a los ojos y yo quedé inmóvil.
- Pero Agus no me ama, asi que sh - dije después de unos minutos de silencio, necesitaba cambiar de tema urgente, su frase me quedó dando vueltas en la cabeza y nuevamente no sabía que decirle.
- Ves que sos una pendeja Oriana, nunca te vas a hacer cargo de nada, ni te vas a tomar en serio las cosas que te digo - gritó enojado, principalmente por efecto del alcohol, pero en el fondo tenía razón. Nunca sabía que responder cuando él era sincero conmigo.

Se levantó de golpe y se fue, dejándome con la palabra en la boca. Él y su maldita costumbre de dejarme sola con mi cabeza maquinando. Yo y mi maldita costumbre de dejarlo como un boludo sin saber que responderle.

CAPITULO 14

Ya estaba oscureciendo así que decidimos volver. Habíamos hablado de todo, va, casi todo, pero la verdad que me sentía mucho más aliviada. Entramos riéndonos a casa y todas las miradas se fijaron en nosotros. Genial, estaban todos.

- Que onda ustedes dos? Donde estaban? - preguntó mi primo, celoso.
- Salimos a caminar, tranquilo! - dije para luego mirar a los chicos.

Lola y Jenny nos miraban cómplices. Peter estaba serio, nos miró por un segundo y siguió en la suya. Y Agus me miró solo a mi, a los ojos, como con vergüenza, por lo de ayer supongo, pero con una pequeña sonrisa.

- Mmm más les vale - dijo Pablo no muy convencido de mi respuesta.
- Quédate a comer Julian! - gritó mamá desde la cocina mientras le tiraba un beso. No me equivoqué cuando dije que lo ama más que a mi. Julian me miró enseguida, esperando mi aprobación.
- Sí, quedate Juli - le dije sonriendo
- Bueno, está bien, pero tengo que ir a casa a bañarme, cambiarme, y eso
- No jodas Julian, bañate acá y pedile ropa a los chicos - hice una pausa mientras él me miraba dudoso - Peter, te animas a prestarle algo de ropa a tu primo? - dije poniendo mi mejor cara
- Eh, si negro, agarra lo que quieras de mi valija - dijo ignorándome por completo a mi y dedicándole una sonrisa a Julian.

Subí las escaleras con él para mostrarle cuál era el cuarto de Peter y el baño. Me quedé en la puerta del cuarto mientras elegía la ropa, mirándolo con una sonrisa en mi rostro. Levantó su mirada y me vio, al parecer recién se daba cuenta que yo seguía ahí.

- Me estás esperando para bañarte conmigo? - dijo divertido
- Ya quisieras Julian
- Más vale, vos también - dijo entre risas y le dediqué un gran "fuck you" mezclado con una sonrisa falsa antes de irme. Lo escuché reírse mientras bajaba las escaleras y sonreí.

Me senté con las chicas en el living a charlar, pintarnos las uñas y esas cosas que nos gusta hacer a las mujeres. Cada tanto les contaba cosas de la charla con Julian, ya que estaban todos ahí y no podía hablar mucho. Al rato me levanté para ir a cambiarme y arreglarme ya que todavía estaba vestida como hoy a la tarde. Subí las escaleras corriendo y me choque con Julian que recién salía del baño.

- Ay perdón, no te vi - dije cuando finalmente lo miré. Wow.

Estaba todo mojado, con una toalla blanca muy por debajo de la cintura. Las gotas caían por su pelo y rodaban por su cara. Bajé la vista y wow, wow, wow. Cuándo habían aparecido esos músculos en sus brazos? Y esos abdominales? Cuando creció tanto este pibe? Me colgué mirándolo y el rió al darse cuenta.

- Ya se que soy muy facha, y no te podes resistir Ori, pero me estas intimidando - dijo entre risas. Yo seguía mirándolo, con la boca abierta.
- Sos un tarado - dije cuando por fin reaccioné y largué la risa.

Me di vuelta enseguida para irme a mi cuarto, no sabía como disimular lo roja que estaba, que vergüenza! Él entró por la puerta de al lado que era la del cuarto de los chicos y luego yo entré al mío. Una vez adentro, suspiré. Que bueno que está este pibe, pensé.

Me cambié bastante rápido, ya tenía más o menos pensado lo que me iba a poner. Esta vez elegí un short de jean de colores y una camisa blanca, sencilla. Me puse unas plataformas altas y mientras me maquillaba, un poco nada más, tocaron la puerta.

- Pasá - grité sin saber quien era.
- Ah pero que buena que estás - dijo mirandome de arriba a abajo cuando abrió la puerta.

Julian, quien más iba a ser? Sonreí embobada y me detuve en su ropa. Un jean verde oscuro y una remera color rosado claro con unas letras que yo le había regalado a Peter en su último cumpleaños.

- Te quedó muy bien la ropa eh - le dije aunque moría por decirle "vos también"
- Gracias - dijo sonriéndome mientras miraba como me maquillaba
- Que viniste a hacer acá? - dije frunciendo en entrecejo una vez que terminé de pasarme el rimmel.
- La verdad que no se, supuse que ibas a seguir acá, como sos mina, viste que ustedes están horas arreglandose...
- Bueno demoré lo mismo que vos, así que callate - dije golpeándole el hombro mientras pasaba por su lado - bajamos?
- Si vamos, pero que no se te haga costumbre eso de pegarme eh - ambos reimos y bajamos juntos las escaleras.




domingo, 26 de enero de 2014

CAPITULO 13

- Vos también estas muy linda Ori, no te pongas celosa - dijo apenas salíamos de casa y largué una carcajada
- Gracias
- Te pasa algo? Ayer no parabas de hablar, torturaste a mis pobres oídos y hoy estas re seca
- Es que no se, es raro esto, volver a verte, y a eso sumale que no me acuerdo casi nada de ayer. Me da un poco de vergüenza, seguro hice cagadas - dije agachando la mirada
- Mmm no te acordás de nada, nada?
- Que insinuás Serrano? Qué hice?
- Por empezar le diste un beso al pendejo pajero de Agustín - dijo con mala cara
- Ya se, ni me lo recuerdes! - dije cerrando los ojos y negando con la cabeza - qué más?
- Mmm, te chamuyabas al pibe de la barra
- Mentiraaaaa - interrumpí pegándole suave en el hombro
- Eso mismo hiciste, me pegabas - ambos reímos -y te tuve que sacar del brazo del boliche porque gritabas como una loca que te querías quedar - hizo una pausa - y también me abrazaste y no me soltabas, bipolar - sonrió y yo también
- Vos no me soltabas - dije riendo para disimular la vergüenza que me daba - hasta ahí me acuerdo, después de eso nada - dije desesperada por saber
- En el camino no paraste de cantar y gritar, y cuando llegamos no me querías dejar ir, me quedé un rato, te hice un café que lo escupiste todo - yo lo miraba atenta, roja como un tomate - fui al baño y cuando volví estabas dormida sobre la mesa, te tuve que cargar hasta tu cuarto, y ahí te escribí la carta, porque no me pude despedir - dijo apenado por esto último y yo sonreí, más tierno no podía ser.
- Después pretendes que no tenga vergüenza, que horrible, me quiero matar! - dije tapandome la cara y él largó una carcajada

Seguimos hablando por un rato de lo de ayer hasta que él cambió de tema, de la nada.

- Que loco lo nuestro no? Que nos hayamos reencontrado después de tanto tiempo - dijo mirándome serio y yo asentí con la cabeza
- Donde estuviste todo este tiempo? Digo... después de aquel día... en esa fiesta, no te vi más, por qué? - dije ya un poco angustiada
- Eh, mira, por un mes más o menos te estuve evitando, me sentía horrible y no quería verte - tragó saliva - y después tuvimos que volver a Paraná, porque a mi padre le salió un trabajo allá y nos fuimos todos. Pensé que iba a ser lo mejor para mi, que te iba a olvidar, pero no paraba de extrañarte. Pero bueno, después con el tiempo no tuve más remedio que superarte - dijo mirándome con los ojos brillosos.
- Y ahora siguen viviendo allá? - pregunté, con curiosidad y deseo de que me dijera que no
- Mi familia sí, yo ahora me fui a estudiar a Buenos Aires y estoy viviendo solo en un departamento. Igual cada tanto voy a visitarlos, la verdad que los extraño. Y vos? Contáme algo - dijo volviéndome a mirar a los ojos
- Yo sigo viviendo con mis padres, en la misma casa de siempre. Y también te extrañe mucho - listo, lo dije - no entendía por qué no me hablaste más, ni me buscaste, estaba enojada por eso, nadie me supo decir nunca que había sido de tu vida. Creo que elegí odiarte, por así decirlo, para que no se me haga tan difícil olvidarte - dije mientras una lágrima empezaba a salir, y Julián la limpió con su mano antes de que llegara a mi mejilla
- Es bueno saberlo - dijo intentando sonreír. Me encogí de hombros, apenada.
- Pensás que podemos empezar de nuevo? Y llevarnos tan bien como antes?
- Por qué no? No creo que haya sido casualidad este reencuentro - dijo girando su vista hacia el mar.

Estábamos sentados en un banco de la rambla, contemplando el atardecer, en silencio.

- Algún día me vas a explicar qué onda vos con mi primo? - dijo después de un largo silencio, sacándome de mis pensamientos. Reí.
- Si, algún día...

CAPITULO 12

Cerré la puerta de entrada y me tiré, literalmente, en el sillón.

- Ori donde andabas? Estaba preocupada!
- Ay mamá, no leiste la notita? Bajé a caminar por la playa, quería estar sola y pensar. Me hizo bien - dije y le sonreí
- Y se puede saber en qué? Pasó algo?
- Te acordás de Julian? - me miro sin entender - Julian Serrano, mamá, mi amigo de la infancia...
- Como no me voy a acordar, si pasaban todo el día juntos, pero que tiene que ver ese chico?

Le conté a mi mamá todo lo que había pasado con Julian y ella me miraba sorprendida, emocionada, creo que más que yo...

- Me voy a cambiar que en un rato lo veo - dije antes de irme y la abracé, amaba contarle todo y no tener secretos con ella.

Le tuve que prometer que lo iba a hacer pasar a Julian a saludar cuando viniera porque sino no me soltaba. Agarré algo para comer de la cocina y subí al cuarto. Las chicas ya se habían levantado, por fin, y se estaban cambiando. Les conté todo a ellas también y no pararon de hacerme preguntas.

- Y ayer que pasó? Te perdimos en un momento y no te vimos más en toda la noche - preguntó Lola
- Me encontró Julian, muy borracha, y me trajo a casa obligada - dije recordando el momento en el que me arrastro por todo el boliche
- Mmm y pasó algo? - dijo Jenny sosteniendo la campera que él me había prestado y haciendo caras.
- No pasó nada mal pensadas! Va, eso creo, lo último que me acuerdo es un abrazo muy tierno que nos dimos mientras volvíamos caminando. Me prestó su campera porque hacía frío, pero no me acuerdo nada más! - dije preocupada, habré dicho o hecho algo de lo que pudiera arrepentirme?

Seguimos hablando y chusmeando sobre la noche anterior, mientras elegíamos ropa y nos arreglábamos un poco, hasta que sonó el timbre.

- Es él! - grité y los nervios me invadieron al instante.
- Suerte amiga - dijeron las chicas a la vez y me dieron un fuerte abrazo.

Bajé las escaleras lo más rápido posible, salteándome un par de escalones. Me acomodé el pelo y suspiré. Nervios, muchos. Finalmente abrí la puerta y lo vi. Automáticamente sonreí, es que estaba tan lindo. Tenía puesta una bermuda y una musculosa blanca que le resaltaba bien los músculos. Me devolvió la sonrisa y hubo un silencio medio incómodo.

- Hola - dije, como una tarada. Hola? Reaccioná Oriana!
- Ori, todo bien? - dijo dándome un beso en la mejilla. Asentí y le hice señas para que pasara.
- Mi mamá te quiere saludar, sospecho que siempre te quiso más que a mi - ambos reímos
- Que grande tu vieja - dijo aún riendo

Salió mamá de la cocina apenas escuchó eso y corrió hacia él, abrazándolo, siempre tan efusiva ella.

- Juli, que bello que estás! Cuanto tiempo! - dijo con una sonrisa cuando se separaron
- Usted también esta muy linda, cada vez más joven eh - dijo y no pude evitar reír, se notaba a kilómetros lo nervioso que estaba, me dio mucha ternura.
- Ay pero que caballero, igual me hacés sentir más vieja, tuteame mejor - ambos sonrieron y yo tuve que interrumpir porque sino mamá no lo largaba más
- Bueno, Juli, vamos a dar una vuelta?
- Si, vamos - dijo para luego dirigirse a mi madre - un placer volver a verte Cathy
- Igualmente Julian, espero verte más seguido por casa, como en los viejos tiempos...
- Ojalá - dijo él mirándome a los ojos y no pude evitar sonreír, que tierno que era.




sábado, 25 de enero de 2014

CAPITULO 11

"Espero que hayas dormido bien. Por si no te acordás nada... quedate tranquila que no soy un violador, soy yo, Julian.

PD: Vos a mi me debes una respuesta, mira que no me olvido..."

Y abajo estaba su número de teléfono, junto a su firma en letra más grande, "JS".

Tenía una sonrisa inmensa en mi rostro hasta que leí "Julian", y luego "JS". Mi cara cambió de un momento a otro.

- Julian Serrano - pensé.

Tapé con mi mano mi boca y cerré los ojos. Un millón de imágenes y recuerdos vinieron a mi mente, de aquel Julian, mi amigo de la infancia, y de aquella noche en la que todo cambió. Tragué saliva y respiré hondo, odiaba recordar ese momento. Será este Julian... mi Julian? Y en ese momento recordé su mirada, y entendí por qué tan nerviosa me ponía, y su sonrisa, que tampoco había cambiado mucho, pero cómo no me había dado cuenta antes? Si está igual, salvo por la altura, los músculos, el pelo y esa voz gruesa que claramente no es la misma de un chico de 12 años.

Una lágrima comenzó a caer por mi mejilla y al instante la limpié, no me permitiría llorar por Julian. Leí una vez más, sin entender aún la posdata, anoté su número en mi celular y guardé el papel entre mis cosas. Salí a caminar para despejarme y pensar, de verdad lo necesitaba. Todos seguían durmiendo así que dejé una notita en  la cocina para que mamá no se preocupara. Me había puesto el bikini abajo de la ropa así que opte por bajar a la playa, aunque me traía recuerdos de Julian y del día que nos reencontramos, pero nada me daba más paz que caminar por la orilla escuchando música, así que los recuerdos mucho no me importaron en ese momento.

Se me vino a la mente el "me gustas, en serio" de hace 8 años, mezclado con el abrazo de ayer y ganas de llorar no me faltaron. Me senté en la arena y saque mi celular. Entré a whatsapp y ahí estaba mi nuevo contacto, sonreí cuando vi su foto de perfil e inmediatamente me cambió la cara cuando me decidí a hablarle. No puedo negar que me puse nerviosa, ahora que sabía quien era, nada iba a ser como antes, y eso me preocupaba. Escribía y borraba, y así sucesivamente hasta que finalmente se lo mandé.

"Julian... Soy Ori, necesito hacerte una pregunta"
"Parece que encontraste mi carta, estás mejor? Preguntame lo que quieras" - no me imaginé que iba a ser tan rápido para contestar
"Estoy mejor, gracias, y sobre lo de ayer quiero hablar después. Pero lo que quiero saber ahora es por qué no me dijiste quien eras? Vos ya lo sabías y no me dijiste nada?!"
"Bueno al fin te diste cuenta! Yo no lo sabía, me di cuenta cuando me dijiste tu nombre, primero pensé que era mejor que no te enteraras. Después quise decírtelo pero no me pareció el momento, supuse que si te lo decía, al día siguiente ya no lo recordarías"
"Entonces hiciste bien, porque no me acuerdo de nada. Te juro que todavía no puedo creer que seas vos!"
"Yo menos, 8 años sin verte! Me gustaría que habláramos de esto pero personalmente, creo que nos lo debemos. Además me debes una respuesta..."
"Me parece perfecto, vení esta tarde a casa y salimos a caminar, o lo que vos quieras. No entendí eso de la respuesta, qué quisiste decir?"
"Ah no se, no se, vos sabrás..."
"Jaja, seguís siendo el mismo tarado de siempre!"
"Hay cosas que no cambian, y en este caso muchas cosas no cambiaron. Nos vemos a la tarde Ori" - sonreí como una idiota al leer eso, no podía ser más tierno.
"Te espero" - le mandé, con una carita feliz, para dar por finalizada la conversación.

Suspiré, me paré y agarré mis cosas para volver a casa. Me esperaba un largo día...


CAPITULO 10

Estuvimos abrazados por una eternidad. Se sentía tan bien estar entre sus brazos, no me importaba el frío, la gente, no me importaba nada. Podía oler su perfume que me estaba volviendo loca, y sentir los latidos de su corazón, que seguían igual de acelerados que cuando recién lo abracé.

- Gracias - susurró y me separé, dedicándole una gran sonrisa para luego continuar caminando
- No se si te lo merecías por como me trataste adentro del boliche pero... de nada - dije y él se limito a reír, pasando su brazo derecho por mi hombro mientras caminábamos, yo, como por inercia rodeé su cintura con mi brazo izquierdo, apoyé mi cabeza en su hombro y emprendimos camino hacia mi casa.

Menos mal que él recordaba el camino porque si era por mi, con lo perdida que estaba, no hubiéramos llegado a ningún lado.

- Llegamos borrachita - dijo entre risas y yo golpee su hombro a modo de defensa - voy yendo para mi apartamento que sino no llego más, es medio lejos.
- No, quedate, por favor! - le supliqué mirándolo a los ojos
- Bueno, si me lo pedís así... me quedo un rato
- Cómo que un rato? Hay lugar de sobra para que te quedes! - Oriana controla tus impulsos y cerrá esa boca - pensé
- No gracias Ori, me esperan en casa, pero te prometo que me quedo hasta que te duermas - dijo con una sonrisa

Entramos y nos dirigimos a la cocina, él insistía en hacerme un café y no tuve forma de convencerlo para que no lo haga. Me lo dejó servido frente a mi y lo miré sin ganas, odiaba el café solo. Lo probé y acto seguido, lo escupí, casi en su cara.

- Esto es un asco! - grité y el rió
- Callate que vas a despertar a tu familia! No soy muy bueno haciendo café pero te va a hacer bien, estás destruída Ori - dijo sentándose a mi lado y corriendo el pelo de mi cara
- Ni me lo digas, debo estar horrible! Seguro te doy vergüenza - dije y tapé inmediatamente mi cara para que no me vea
- No seas tonta, sos hermosa aún en este estado
- Cómo haces para ser tan tierno? - dije, más sincera y borracha que nunca.
- Shh, ya estás delirando - dijo haciéndome señas de que no gritara - ya vengo, voy al baño, esperame acá.

Me quedé mirándolo hasta que atravesó la puerta de la cocina y suspiré.

Cuando me desperté estaba en mi cama, no entendía como había llegado hasta mi cuarto y no recordaba nada, lo último que recuerdo es el abrazo que nos dimos en el medio de la calle, pero después de eso, nada. Me moví un poco en la cama, con una resaca horrible que me recordaba todo lo que había tomado el día anterior y todas las cagadas que me había mandado, entre ellas, el beso con Agustín. Sacudí mi cabeza intentando borrar esa imagen de mi mente. Me senté en la cama y me vi, estaba vestida como la noche anterior y llevaba puesta SU campera, me había olvidado de devolvérsela. La olí un poco y sonreí, tenía su olor, ese olor que me volvió loca cuando nos abrazamos. Definitivamente su perfume era como una droga para mi. Metí la mano en uno de los bolsillos y solo había un poco de plata. Por otro lado, en el bolsillo izquierdo, un papel. Lo saqué rápidamente y lo leí.


viernes, 24 de enero de 2014

CAPITULO 9

Le quisieron seguir preguntando, creo que todos teníamos la misma duda, quien era la chica? Pero antes de que pudiera contestar, grité, no podía seguir escuchando.

- Ya son las tres! Vamos? - todos me miraron al instante, había arruinado el juego, sin embargo él me miró aliviado, lo había ayudado a evitar un momento incómodo.

Ibamos a ir caminando, el boliche quedaba cerca, en el puerto, y además ninguno de los chicos estaba en condiciones de manejar un auto. Llegamos en más o menos 15 minutos y con las chicas entramos primeras, los privilegios de ser mujeres... Una vez adentro, nos dirigimos a la barra, a seguir tomando. Nos compramos cada una una cerveza y en menos de cinco minutos ya estábamos bailando, entre una multitud de gente. Impresionante, no se podía ni caminar. Seguimos bailando juntas hasta que las chicas se encontraron con Pablo y Nico y me di cuenta que sobraba, así que me fui sin decirles nada y me quedé sola, en la barra, contándole mi vida entera al chico que me vendía las cervezas, un completo desconocido. Una, y otra, y otra, y otra hasta que me quedé sin plata y el chico solo me miraba y se reía, seguro ya se había cansado de mi.

- Qué haces Oriana? - dijo una voz, LA voz, SU voz. Temblé.

Levanté la cabeza ya que anteriormente estaba apoyada entre mis brazos, sobre la barra, y lo vi. Borroso, pero lo vi. Me miraba enojado, como rezongándome.

- Quien sos vos para venir a gritarme así? - dije como pude, me costaba hablar. Y luego lo empujé, inútil, porque ni siquiera logré moverlo del lugar en el que estaba parado.
- Soy más de lo que crees, pero no tiene sentido discutir con vos en el estado en el que estás, algún día te darás cuenta - hizo una pausa, tragó saliva - vámonos, te llevo a tu casa
- Já, ni lo sueñes - dije con una sonrisa falsa y me di media vuelta, para perderme entre la gente.
- Te dije que nos vamos, te guste o no - dijo alcanzándome y agarrándome fuerte del brazo.

Me llevó casi arrastrando hasta la salida del boliche. Por qué era tan bruto? Tan seco? Tan... idiota? Y por qué me gustaba tanto?

- Soltáme tarado, me duele! - grité una vez que habíamos salido de ese lugar. Me soltó y sin decir nada continuó caminando.
- Seguíme si no querés que vuelva a buscarte y te lleve a upa hasta tu casa - gritó cuando ya estaba un poco lejos.

Corrí como pude hasta donde él estaba, no quería dar otro espectáculo como el de adentro del boliche así que no me quedaba otra que hacerle caso.

No nos dirigimos la palabra por un par de cuadras. Ibamos solos por el medio de la calle, con un silencio incómodo que nos invadía. Suspiré y me agarré de su brazo, sin pedir permiso, necesitaba sostenerme o en cualquier momento me caería. Entre el alcohol y los tacos, se me estaba haciendo muy difícil volver caminando. Él me miró, y sin decir nada, sonrió. Creo que fue la primera vez en toda la noche que lo vi sonreír, tenía la mejor sonrisa del mundo, lo puedo jurar.

- Tenes frío? - largó por fin, me ponían muy incómoda los silencios, y más cuando estaba con él.
- Sí, un poco - confesé, en voz baja.
- Esperá, tomá - dijo deteniendo el paso y sacándose su campera para luego, con delicadeza, ayudarme a ponérmela.
- Pero, y vos? No tenes frío ahora?
- Eh, un poco, pero me la re banco - dijo riendo. Quedé embobada mirándolo, su risa era perfecta, y pude notar como se le achinaban levemente los ojos cuando lo hacía. Sonreí, sin dejarlo de mirar.
- No tengo una campera para ofrecerte, más que la tuya, pero seguro no la vas a aceptar, así que por lo menos dejame abrazarte - dije haciendo pucherito. Él me miró y levantó una ceja, sorprendido ante mi reacción.

No le di tiempo a contestar que ya estaba pasando mis brazos al rededor de su cintura, abrazándolo fuerte y escondiendo mi cabeza en su pecho. Cerré mis ojos y pude sentir su corazón latiendo más fuerte de lo normal. Él automáticamente pasó sus brazos por mis hombros y depositó un sentido beso en mi cabeza. Jamás me había sentido tan protegida en toda mi vida. Sonreí, cómo era posible ser feliz con tan poco?

jueves, 23 de enero de 2014

CAPITULO 8

Ya estaba todo ordenado, y limpio. Maxi me había insistido para lavar él los platos, no podía ser más bueno, pero llegamos a un acuerdo, la mitad cada uno. Y así, entre risas, en 10 minutos ya habíamos lavado todo.

Nos empezamos a servir los tragos, hoy tocaba vodka con pomelo, estaba asqueada del whisky. Una vez que estábamos todos con sus respectivos vasos, a Lola se le ocurrió la maldita idea de jugar a un juego para tomar. Trajeron cartas y jugamos, nunca lo termine de entender pero los chicos me soplaban lo que tenía que hacer y cuantos sorbos debía tomar.

- Que juego más aburrido - protesté luego de haberme tomado unos cinco vasos, o más, en realidad perdí la cuenta.
- Que flojita que resultaste ser primita - dijo Pablo despeinándome y me crucé de brazos, enojada.
- Bueno bueno, tengo una idea... Verdad o consecuencia - propuso Peter con una sonrisa pícara y todos aceptamos

Jugamos un rato hasta que finalmente me tocó a mi.

- Ori! Verdad o consecuencia? - gritó Jenny para captar mi atención
- Ehhh... consecuencia - dije decidida, Jenny sabía muchas cosas de mi, no podía arriesgarme a una pregunta de la colorada, definitivamente no.
- Tenés que darle un beso a... al que más te guste de los chicos! - dijo sonriéndome cómplice, de verdad pensaba que me estaba ayudando? La fulminé con la mirada y me paré, mirando a cada uno de los chicos a mi alrededor.

Miré a Eliseo, no. Maxi, no. Pablo, reí, claro que no. Miré a Nico, y Lola me miró amenazante, definitivamente no. Peter, no, no podía ser tan forra de darle un beso a mi ex. Agus, es mi amigo! Y finalmente, quedaba solo él. Lo miré un buen rato, analizándolo. Obviamente era él el que más me gustaba de ahí, va, el único. Me miró a los ojos, su mirada rogaba en silencio que lo eligiera. Levantó una ceja, expectante y yo tapé mi cara con las manos.

- No puedo! - grité desesperada. Miré a Jenny suplicándole - puede ser a un amigo? - ella solo asintió con la cabeza, rendida.

Me acerque a Agus que se estaba riendo, no se lo esperaba, abrió los ojos como platos y me miró serio. Tiré de su mano para que se parara y lo hizo, dudoso, con miedo.

- Relajá, es solo un beso de amigos - le dije en el oído y él solo me sonrió, como si me estuviera dando permiso.

Nos reímos los dos, esto definitivamente iba a ser raro. Se escuchaban los gritos y risas de los chicos y me puse un poco nerviosa. Me acerque un poco más a Agus, apoyé una mano en su hombro, y con la otra agarré su cara. Tomé aire, cerré los ojos y le di el tan esperado beso. Fue corto, y un poco incómodo. Me separé y lo miré, no pude contener la risa y él tampoco. Menos mal que lo elegí a Agus que tengo confianza, si hubiera sido otro, moría de vergüenza. Volvimos a nuestros lugares y recién ahí lo vi. Su mirada transmitía odio, tristeza y decepción. No le pude sostener la mirada, me ponía muy nerviosa, y más después de lo que acababa de pasar. Jugamos un rato más hasta que le tocó a él.

Eligió verdad.

- Mmm, te gusta alguna de las chicas de acá? - preguntó Lola. Mis amigas se estaban esforzando por ponerme incómoda, no? Cerré los ojos y agaché la cabeza, no estaba muy segura de querer escuchar su respuesta.
- Sí - contestó seco, directo, casi sin pensarlo. Me paralicé, un ejército de mariposas recorrió todo mi estómago. Levanté la cabeza casi por impulso y no pude evitar mirarlo. Sin embargo él estaba tan relajado, como si no le incomodara haber dicho que alguna de nosotras tres le gustaba.

CAPITULO 7

Estuve cerca de una hora eligiendo que ponerme, hasta que me decidí. Obviamente, aprobado por Jenny y Lola. Hoy lo iba a ver, cuanto más pensaba en eso, más nerviosa me ponía, así que para despejarme me puse a preparar las ensaladas y los tragos con las chicas, mientras los chicos prendían el fuego para el asado. Bailábamos y reíamos como locas en la cocina (y eso que todavía no habíamos tomado nada) hasta que el timbre sonó, cortando totalmente el clima.

- Uhhhh, yo abro chicas! - grité mientras corría hacia la puerta de entrada

Abrí la puerta todavía riendo, hasta que lo vi, ahí parado, tímido, un poco menos despeinado que ayer, con un jean oscuro, una camisa a cuadros, y una campera negra, sencillamente perfecto. Me cambió la cara automáticamente, quedé inmóvil, mirándolo.

- Puedo pasar o me vas a dejar toda la noche acá esperando? - dijo serio
- Claro, pasá! - sonreí pero a él no se le movió ni un pelo, seguía con la misma cara seria lo cual me puso más nerviosa aún.
- Gracias, donde están los pibes?
- No me pensás saludar?
- Ah perdoná - dijo dandome un beso en la mejilla - todo bien?
- Si, todo bien - dije molesta - los chicos están en el fondo haciendo el asado, vení pasa por acá - y le mostré el camino.

Nunca me sentí tan ignorada en toda mi vida, lo que demoré eligiendo que ponerme, maquillándome, peinándome, para que ni siquiera me mire. Imbécil, quien se cree que es?

Volví a la cocina con mi peor cara, enojada y triste a la vez y me senté en la mesada al lado de donde las chicas preparaban todo.

- Que pasó Ori, por qué esa cara? - Jenny siempre se daba cuenta de todo - pasó algo con... tu héroe? - reí, sin ganas.
- No me vio, me ignoró completamente, como si fuera invisible. Entienden que le tuve que pedir que me salude porque ya se quería ir con los chicos? - dije frustrada, agarrándome la cabeza
- Ah pero lo que tiene de potro lo tiene de tarado! - dijo Lola tan directa como siempre
- Yo soy más tarada que me hago ilusiones con un flaco como él, y que encima ni lo conozco
- No le habrá dicho algo Peter? - dijo Jenny y ambas me miraron. Dudé.
- Na, no creo, hoy hablé con él y le dije que nada que ver con su primo - las miré seria a las chicas y ambas se encogieron de hombros al mismo tiempo
- Bueno, bueno, ya está, olvidate de ese pibe, es un tarado. Hoy se sa-le! - gritó Lola para subirme el ánimo y todas reímos.

Terminamos todo y salimos al jardín con los chicos. Me senté al lado de Agus, quería contarle lo que había pasado pero todos me escucharían así que le pedí que me acompañe y nos sentamos al borde de la pileta. Le conté todo lo sucedido minutos atrás y él miraba atento, sin interrumpir.

- Querés que le pegue? - me preguntó serio una vez que terminé de hablar
- No, tonto! - le grité entre risas y mire para donde estaban todos.

Me miraba fijo, con bronca, con la misma cara que cuando le abrí la puerta. Se ve que estaba muy atento a mi charla con Agus, aunque no pudiera escuchar nada. Por un lado me gustó, estará celoso de mi mejor amigo? Sacudí mi cabeza, de qué iba a estar celoso si ni bola me daba? Seguí charlando con Agus, intentando no pensar en él. Aunque me daba cuenta que nos seguía mirando, ahora era mi turno de ignorarlo. Nos entretuvimos hablando y riendo hasta que nos llamaron a comer. Me senté inconscientemente en frente a él, y a mis costados, Agus y Titi. Terminamos de comer pero nadie se movió, seguimos hablando y riendo todos juntos.

- Dame un poco - le supliqué a Agus, intentando sacarle la botella de cerveza de las manos
- Salí de acá borrachita, no te tenía así eh - dijo riendo
- Te dije que sos el mejor? El más lindo? El más bueno? Y que te quiero mucho? - le dije para convencerlo y luego lo abracé, en un intento estúpido de darle celos a un pibe que no me da ni la hora.
- A qué estás jugando Sabatini? - me dijo al oído cuando vio la forma en que nos miraba el primo de Peter que estaba sentado en frente nuestro, a menos de un metro de distancia. Yo solo reí, me había sacado la ficha el pendejo.
- Tomá, te lo ganaste - dijo dándome la botella y haciéndome una guiñada - pero solo un poco eh!

Me incomodaba su presencia y su mirada, esa mirada... Así que me paré de la nada y empecé a levantar los platos. Jenny y Lola que estaban hablando entretenidamente con los chicos, se levantaron a ayudarme. Había que dejar todo lo más ordenado posible ya que faltaba la previa, y eso implicaba correr todo de lugar, poner música y llenar la mesa con botellas de todo tipo.





miércoles, 22 de enero de 2014

CAPÍTULO 6

La tarde pasó tranquila, ordenamos y limpiamos toda la casa, juntos. Pero yo no podía sacarme de la cabeza la "charla" de la pileta, lo iba a ver hoy, bueno, si es que Peter lo invitaba...

- En que pensas tanto? - dijo Lola sacándome de mis pensamientos
- En... bueno es larga la historia, cuando venga Jenny les cuento a las dos. Primero explicame vos que paso ayer con Nico! Ya!
- Nada pasó - dijo entre risas - bueno, nada de lo que te estás imaginando, solo nos besamos
- Ay esa sonrisa! Me encantan! Pero donde dormiste entonces?
- No dormí directamente, nos quedamos hablando al borde de la pileta toda la mañana, es un tierno - dijo mordiéndose el labio mientras lo miraba jugar al fútbol con los chicos - y qué bueno que está! - yo solo reí, ese comentario me hizo acordar al primo de Peter, lo cual me puso bastante nerviosa...

Cuando se unió Jenny a la charla les conté todo, con muchos detalles. Ellas solo me miraban, con cara de emoción, como si les estuviera contando una película.

- Te dije que iba a haber otra oportunidad amiga, es hoy! - dijo Jenny toda tierna antes de darme un abrazo. Por estas cosas la amaba tanto
- No, igual, es el primo de Peter chicas, no da, no quiero tener más problemas con él, a pesar de todo, lo quiero, y no puedo demostrar ni un mínimo interés por su primo! - bajé la mirada, sabía que se me iba a hacer imposible eso.

Seguimos hablando con las chicas hasta que se hizo de noche, los chicos por otro lado seguían jugando al fútbol, cómo es que no se cansaban? Jenny y Lola estaban en su mejor momento con Pablo y Nico,  hablaban de lo tiernos que eran y todo lo que había pasado después de la fiesta, sin embargo yo estoy cada vez peor, una vez que me gusta un chico resulta que es imposible por ser primo nada más y nada menos que de mi ex. Definitivamente, soy una chica sin suerte.

- Peter, podemos hablar? - le pregunté una vez finalizado el partido, de verdad quería arreglar las cosas con él.
- Sí, que pasa? - seco, distante, serio. Me ponía mal que me tratara de esa forma.
- Te quiero pedir perdón por lo que te dije ayer, tomé de más e hice pelotudeces, pero te juro que no pienso todo lo que dije. No te odio Peter, te quiero, y no quiero que pienses cualquiera, lo de tu primo fue solo para hacerte enojar, no pasó ni va a pasar nada entre nosotros, es injusto que dejes de hacer cosas con él por mi culpa. En serio, perdoname - le sonreí, tímida, me costaba mirarlo a los ojos.
- Perdoname vos a mi Ori, yo también te trate muy mal, no pienso que seas una pendeja - río, desde ayer cuando lo saludé que no me sonreía. Suspiré, aliviada - y también te quiero, y se que no va a pasar nada con mi primo, pero que te fijaras en él, me mató - dijo con un tono de voz más triste que el anterior.
- No, quedate tranquilo, como te dije, fue solo un comentario para hacerte enojar - ya no podía mirarlo, le estaba mintiendo, no había sido solo un comentario...
- Me alegro entonces, le voy a avisar lo de hoy a la noche, seguro se prende el negro - se alejó con el celular en la mano y una sonrisa de oreja a oreja.

Me sentía un poco mal, no le estaba siendo sincera a Peter con respecto a su primo, pero de verdad no quería problemas con él. Definitivamente no era buena idea seguir pensando en ese chico, era algo... imposible.

martes, 21 de enero de 2014

CAPITULO 5

Le sostuve el pelo a Jenny mientras vomitaba y mientras le iba contando lo que había pasado con... mierda, otra vez me olvidé de preguntarle el nombre. Bueno, le conté todo con una sonrisa gigante dibujada en el rostro, cómo me podía gustar tanto si recién lo conocía? Creo que no escuchó nada de lo que le dije pero aunque hubiera escuchado, mañana lo olvidaría y tendría que contarle todo otra vez. La obligué a bañarse con agua fría antes de llevarla a nuestro cuarto para que descansara. Por suerte me la hizo fácil, y apenas se acostó se quedó dormida. Moría por bajar a la fiesta y volver a verlo pero preferí quedarme acompañando a mi amiga, así que me cambié y me acosté en mi cama. No me podía dormir, no paraba de pensar en él y en todo lo que había pasado, hasta que un mensaje en whatsapp me sacó de mis pensamientos.
"Donde estás Ori?"
Era Agus, pobre, le dije que iba al baño y nunca volví.
"En mi cuarto, estoy con Jenny que se sentía mal. Veni un rato si querés, no me puedo dormir"
Dejé el celular abajo de la almohada y en menos de 10 minutos tocaron la puerta, Agus.
- Agus, vení sentate acá - le susurré para que Jenny no se despierte
- Ah pero esta está peor que vos, en las malas - dijo riendo al ver a mi amiga tirada en la cama, con todo el maquillaje corrido, de verdad nunca la habíamos visto así
- Que malo que sos, vomitó todo pobre. Y yo estoy perfecta, qué decís?
- Si eso se nota a kilómetros, se puede saber a que se debe esa sonrisa?
- Ayyy, el primo de Peter! Estuve hablando con él y nada, estuvimos muy cerca, hasta que apareció la que te dije - susurré señalando a Jenny
- Bien ahí, que grosa la colorada! - me miró con mala cara - hablando de ese chabón, lo vi irse hace un rato, con una cara...
- Cómo que se fue? Que pasó?
- Yo que se, se fue corriendo después que habló con vos, lo asustaste me parece - dijo riendo
- Callate tarado! - me quedé pensando un rato, se había ido por mi culpa? Sacudí la cabeza, no, no podía ser, si quedó todo bien entre nosotros.
- Eu, que pasa? Te enojaste por lo que dije? - dijo Agus preocupado, con su mano en mi hombro
- Eh? No, nada que ver, todo bien, es que tengo sueño, creo...
- Esta bien, descansá Ori, nos vemos mañana - dijo dandome un beso en la frente antes de salir por la puerta.

Abrí los ojos de a poco, todo culpa de la maldita luz que entraba por la ventana. Di media vuelta en la cama, me negaba a levantarme. Mire la cama de Jenny y ella seguía ahí, en la misma posición en la que la dejé ayer. Si no fuera por los ronquidos ya me habría acercado a ver si respiraba. Me asusté al darme cuenta que Lola no estaba en su cama, y ésta estaba hecha como ayer a la noche. Una vez que me senté en la cama me di cuenta el nivel de resaca que tenía, no era un dolor de cabeza pero mi panza daba mil vueltas, estaba muy mareada y me maldije a mi misma por haber tomado tanto ayer. Agarre mi celular pero no tenía noticias de Lola, se habrá ido con Nico, supuse. Como pude me levante para bajar a desayunar, aunque eran las tres de la tarde y difícilmente pueda comer algo en el estado que estoy. Pasé por el baño y me lavé la cara y los dientes, una y otra vez ya que el aliento a whisky no se iba con nada, que asco.

- Primita, como va esa resaca? - dijo Pablo con una cara de dormido tremenda cuando me lo cruce en el pasillo
- Vos también te sentís como el orto? No puedo más - lo abracé - Jenny esta durmiendo todavía, se sentía horrible ayer - sabía que me iba a preguntar por ella en cualquier momento.
- Uh pobre, que bajón, la vi mal pero no pensé que iba a terminar así
- Ayer te advertí que la cuides eh, así que ahora andá a fijarte como está y habla con ella
- Eso iba a hacer, gracias primita - me despeinó y se fue corriendo

Salí al jardín, o a lo que quedaba de él, era un desastre, botellas y vasos tirados por todos lados, todo desordenado. Y ahí estaban, Lola y Nico en la pileta, con Agus, Maxi, Eliseo y... Peter - tragame tierra - pensé al verlo y acordarme de todo lo que le dije ayer.

- Buen día - dije vergonzosa mientras me sentaba en el borde de la pileta
- Buen día borrachita - me dijo bajito Agus, saliendo del agua
Todos saludaron menos Peter que ni siquiera me miró desde que estaba ahí. Moría por pedirle explicaciones a Lola sobre por qué no durmió en el cuarto y qué onda con Nico, pero no me pareció el momento ni el lugar indicado así que me callé.
Estuvimos un rato tomando sol y escuchando música, el día estaba hermoso así que nos encargaríamos de limpiar todo luego. Al rato se sumaron Titi, Caro, Pablo y Jenny, que no tenía su mejor cara pero le puso toda la onda.

- Eu Peter, y tu primo? Por qué no lo invitás? - dijo Pablo en medio de un silencio que hubo. Agus me miro enseguida y Jenny seguía distraída con Titi y Caro, seguro no se acordaba de todo lo que le conté ayer. No sabía que hacer para disimular, Peter me miró con mala cara antes de dirigirse a Pablo.
- Eh, no se, en otro momento capaz - dijo serio y nervioso
- Por qué? Me calló bárbaro el pibe, es muy buena onda. Decile que venga hoy a la noche que hacemos asado, previa y después se sale!
- Bueno esta bien, después le aviso - volvió a mirarme con una mirada rara, no pude darme cuenta si era odio, bronca, o tristeza. No lo pude soportar y bajé la mirada.

lunes, 20 de enero de 2014

CAPÍTULO 4

Agus se acercó a mi para ver como estaba y le pedí que se sentara conmigo, me ponía nerviosa el chico ese y sentir su mirada fija en mi.

- Che Agus, disimuladamente mira para mi derecha, conoces a ese chico? - le dije susurrando, como si alguien me fuera a escuchar a pesar de lo alta que estaba la música.
- Eh, no, por qué? Te hizo algo? Lo mato! - volvió a mirarlo y rió - Ahhh, ya se quien es, es el primo de Peter, ni idea el nombre pero lo vi en un par de fotos con él
- Qué?! El primo de Peter? Me estás diciendo que el bombón que me rescató hoy en la playa es el primo de mi ex? - le dije desesperada, agarrándome la cabeza.
- Que te rescató que? Que pasó en la playa? Bombón dijiste?! - no entendía nada pobrecito
- Hoy casi me ahogo en la playa y el me rescató, no puede estar más bueno, por qué justo tiene que ser su primo?
- Calmate porque voy y lo emboco, deja de decir que esta bueno! - no pude evitar la carcajada, lo que lo molestó aún más - deja de reírte Oriana!
- Voy al baño - mentí para que no me siguiera.

Fui directo a donde estaba Peter con la mina esa, lo agarre del brazo y lo arrastre un par de metros para poder hablar con él.

- Paraaaa, que haces? Estás loca?
- No sabía que tenias un primo, decile de mi parte, que esta divino, que le re doy - dije entre risas, que pelotuda, eso definitivamente no lo hubiera dicho sobria!
- Qué? Sos una pendeja!
- Te odio, te juro que te odio, de verdad pensas que trayendo un gato a mi casa me voy a poner mal? No, sabes que no? Hace tu vida!
- Parece que la que no puede hacer su vida sos vos, que ya venis a buscarme, madurá Oriana! - dijo enojado antes de dar media vuelta para volver con la rubia esa
- Besos a tu primo! - le grité para que se enoje aún más. Si antes lo odiaba, ahora lo odiaba el triple.
- Por qué no me los das directamente a mi? - susurró una voz en mi nuca. Era la misma voz que hoy en la playa me había preguntado "estás bien?" Casi infarto, mi cuerpo no respondía, sabía que al darme la vuelta me iba a encontrar con esa mirada que tan nerviosa me ponía. Tomé fuerzas y giré.
- Vos, que haces acá? - fue lo único que se me ocurrió decir, fue una pregunta al pedo, ya se
- Me parece que ya sabes que hago acá, soy el primo de Peter. Y vos, quien sos? - dijo mirándome a los ojos, no se cuanto tiempo iba a resistir la tentación
- Soy la dueña de esta casa, la prima de Pablo, y... la ex de tu primo - me dolió decir lo último pero bueno, lo tenía que saber
- Ahh ya entiendo, por eso la escenita de recién - dijo riendo y rascándose la cabeza. Me quería matar, había visto todo, quedé como una pendeja histérica adelante del chico más lindo de toda la fiesta
- No fue una escenita, no se que fue, pero con Peter cero onda, en serio
- Esta bien, no tenés que darme explicaciones a mi
- Tenés razón, perdón, y gracias por lo de hoy en la playa, nunca te agradecí como debía
- Y como debías agradecerme? Con un beso, tal vez? - dijo acercándose cada vez más
- Em... no te desubiques - dije cuando finalmente tome fuerzas para separarlo. La verdad que si, le agradecería con uno o miles de besos pero no daba - Que seas mi héroe no te da ningún derecho eh - ambos reímos
- Que linda que sos - me miraba fijo, no podía creer volverlo a tener así de cerca, y que me estuviera diciendo eso!

Obviamente este momento tenía que ser interrumpido, esta vez, Jenny.

- Amiga, acompañame, me siento mal, creo que voy a vomitar!
- Vamos, rápido - dije preocupada, jamás la había visto tan mal, la agarre del brazo para llevarla hasta el baño. Lo miré a él, seria - Disculpa, Jenny me necesita, nos vemos - le dije para luego hacerle una guiñada
- Esperá, linda, no me dijiste tu nombre!
- Me llamo Oriana - grité mientras me alejaba y gire para verlo una vez más. Quedó inmóvil, a lo lejos, mirándome. Era la primera vez desde que lo conocí, que lo había visto tan serio.



domingo, 19 de enero de 2014

CAPITULO 3

La noche había llegado, ya estábamos de vuelta en la casa que habíamos alquilado. Me maquillaba en el cuarto con Jenny mientras Lola se terminaba de bañar.
- Y Pablo donde esta?
- Fue a la terminal a buscar a los amigos. Que? Ya lo extrañas?
- Ay callate, no entendés nada Oriana!
- Mmm si te encanta Pablito - le dije, amaba molestar a Jenny.

Las horas habían pasado y ya estábamos las tres cambiadas, peinadas, y maquilladas, creo que por primera vez en nuestras vidas estábamos prontas tan temprano. El motivo era que hoy había fiesta en casa, había sido el cumpleaños de mi primo hace unos días y decidió festejarlo hoy ya que llegaban todos sus amigos. Iba a ser en casa, pero con muchos invitados, ya que aparte de sus amigos Pablo tenía muchos conocidos que se estaban quedando en Punta del Este.
Estábamos con las chicas organizando todo en el jardín (era muy amplio y con pileta así que la fiesta sería allí) cuando llegaron los chicos con Pablo.

- Holaaa bombones! - por supuesto, Nicolás, quien iba a ser sino? Tan efusivo como siempre, me dio un abrazo y luego se dirigió a Lola - que linda que estás - y la abrazo hasta que no quise ver más y seguí saludando a los amigos de mi primo.

Fuimos saludando uno por uno, Maxi, Agus, Eliseo, y finalmente, Peter. No lo había vuelto a ver desde que nos separamos, hace unos meses. Un clima tenso nos invadió, se notaba a kilómetros lo nerviosa que me ponía esta situación. Pero parecía que a él no tanto, porque me abrazó con toda la confianza del mundo, como si no hubiera pasado nada. Que bronca, por qué todos los hombres son así? Siempre tan indiferentes, y Peter no era la excepción.

- Ori, tanto tiempo! Como estás? - dijo con una sonrisa de oreja a oreja
- Eh, bien - largué, lo más seca y cortante posible

Seguro notó que estaba molesta porque me dirigió una última sonrisa, no tan sincera como la primera, y continuó saludando a mis amigas.
Los chicos nos ayudaron a arreglar todo y al cabo de una hora ya estaba todo pronto, las luces, la decoración, la música, el alcohol, todo.

Me acerqué a mi primo que estaba en la cocina sirviendo algo de comida, seguro necesitaba ayuda, no podía hacer nada solo.
- Te ayudo Pablito, dame eso que yo sirvo
- Uf gracias, no podía con todo - dijo aliviado y yo solo reí, cómo era que lo conocía tanto?
- Viene mucha gente hoy?
- Y... si, bastante, faltan mis amigos del club, los de la facu, algunos conocidos más que andan por aca también, y unas minitas que no sabes como están! - dijo emocionado, y mi cara se transformó en ese mismo instante. Si, yo también era celosa.
- Ah unas minitas, sos un tarado Pablo - lo fulminé con la mirada antes de retirarme de la cocina con las bandejas de comida en la mano, pero no sin antes gritarle - ojo con Jenny! - Escuche su risa cuando ya estaba afuera. No se toma nada en serio este chico, no?

El tiempo iba pasando y los invitados iban llegando, hasta que la casa estaba llena de gente. De donde sacaba tantos conocidos?
Con las chicas ya habíamos empezado a tomar desde antes que llegaran los invitados, estábamos en la etapa en la que nos reíamos de absolutamente todo. Bailábamos con los amigos de mi primo menos Peter que ya se estaba entreteniendo con otra mina. Yo no paraba de mirarlo, ya me había olvidado de él, pero por qué tenía que estar con otra adelante mío? No daba!

- Celosa? - preguntó Agus riéndose de mi poco disimulo
- Ni un poco, pero me da bronca, es un imbécil - dije ya un poco mareada
- Estás bien Ori? Deja de tomar pendeja! - dijo Agus enojado sacándome el vaso de la mano, como ya dije, eran uno más cuida que el otro, menos Peter, claro, a él no le importaba nada de mi.
- No, no, estoy bien, dame eso! - grité suplicándole por mi vaso de whisky
- Esta bien, pero prometeme que es el último que tomas - dijo serio y yo reí, asintiendo con la cabeza.

Le saqué el vaso a Agus y me fui a sentar, me reía sola, parecía que todo se movía y daba vueltas a mi alrededor, pero seguramente era mi cabeza, y los siete vasos de whisky con pomelo que había tomado. Los miraba a los chicos bailar y me reía, Jenny que no soltaba a Pablo (seguramente mañana se arrepentiría de esto), Lola y Nico bailando juntos (no se cual de los dos estaba en peor estado) y Agus que me miraba y dedicaba las canciones a lo lejos. Siempre me había llevado bien con él, nos reíamos mucho juntos y cuando estábamos en este estado, más todavía. Seguí recorriendo el lugar con la mirada hasta que lo vi, la persona que menos esperaba ver ahí. Estaba apoyado sobre una pared, más lindo que nunca, con un jean ajustado blanco, y una camisa rosada con algunos botones desabrochados, su pelo más despeinado de lo normal y sus ojos, bueno, me estaban haciendo una radiografía.



CAPITULO 2

- Mi vida, mi amor, estas bien? Que te pasó? Te dije que no te metieras al mar. Ay no lo puedo creer! - obviamente, la exagerada de mi mamá, que no paraba de abrazarme y darme besos por toda la cara. Yo seguía mirando al chico que ya se había parado y me sonreía, con la sonrisa más perfecta que vi en mi vida, no exagero. Me hizo una especie de saludo con la mano y seguido de eso, una guiñada, a lo que respondí con una sonrisa inmensa.
- Gracias! - grite mientras se alejaba, seguro alcanzó a oírme porque giró y me saludo a lo lejos.
Lo mire hasta perderlo de vista y recién ahí le hable a mi mamá que no podía estar más preocupada.
- Ya está mamá, no llores más, estoy perfecta, no ves?
- Gracias a Dios, no sabes como nos preocupamos cuando te vimos ahí en la arena, mi amor, segura que estás bien?
- Si má, ya te dije, tranquila! - le dije mientras la separaba de mi para poder pararme - menos mal que estaba... bueno no se como se llama pero menos mal que estaba ese chico cerca para salvarme
- Si lo vi, un amor, te sacó del agua y te hizo respiración boca a boca porque no reaccionabas, que susto que pasamos!

Cuando me paré vi a las chicas que corrieron a abrazarme y a papá que me dio un sentido beso en la frente seguido de un "te amo", seguro el sermón se venía después...
Llegamos a donde estaban nuestras cosas y ahí estaba Pablo que se había quedado cuidando a Caro y a Titi. Todos me abrazaron, y Pablo, bueno, Pablo no me soltaba.
- Bastaaaaa Pablo, me vas a asfixiar!
- No te vendría nada mal, así llamamos a tu héroe para que te haga respiración boca a boca - dijo Jenny mirando a Lola, si, seguro notaron lo fuerte que estaba ese pibe
- Que te hicieron qué? - gritó Pablo y todos reímos, hasta en estos momentos iba a ser tan celoso?
- Callate tarado, me salvo la vida, con eso no se jode! - dije mientras me sentaba y pensaba en lo que me habían dicho. Me hizo respiración boca a boca! Cómo puede ser que no me acuerde de eso? Me quiero morir. Me imaginé el momento y sonreí, no se cuanto tiempo paso pero yo seguía pensando en él, y en lo que había hecho por mi.
- Orianaaaaa! - gritó Jenny en mi oído - te colgaste, que pasó?
- Ustedes vieron lo bueno que estaba? - menos mal que no estaba Pablo cerca, ni papá, porque seguro me mataban
- Ay siii, más tierno! - no podía esperar otra frase de Jenny
- Ni el nombre le pudiste sacar? Estaba divino amiga - agregó Lola
- Pueden creer que no le pregunté el nombre? Me quiero matar, ahora no lo voy a ver más!
- Seguro va a haber otra oportunidad, tranquila - Jenny como siempre tan optimista
- Mmm, mira que hoy vienen los amigos de Pablo, a partir de hoy no se me acerca un pibe ni en pedo, son uno más cuida que el otro
- Uy me hiciste acordar, viene Nico, me muero, no se que me voy a poner, ayuda! - dijo Lola muy alterada, como de costumbre, mientras Jenny y yo reíamos.

Lola moría por Nico, el mejor amigo de Pablo, y el por ella, de verdad no entiendo como nunca estuvieron juntos, siempre histeriqueando pero nada más que eso.
Jenny, por otro lado, estaba enamoradísima de mi primo, desde que éramos chicas, aunque nunca lo quiera admitir, lo sabemos! Creo que andaban en algo hace un par de años pero no duró nada, ahora dicen que son amigos pero esta clarísimo que se tienen ganas.
Y yo, bueno, nada, sola como siempre. Desde que dejé con Peter (amigo de mi primo, también) no estuve con nadie, no porque no tuviera con quien, sino porque creo que todavía no encontré al indicado. Ya sé, suena cursi, pero lo siento así. Creo que ni siquiera con Peter que fue mi novio mas "largo" me sentí completa, o enamorada.

sábado, 18 de enero de 2014

CAPÍTULO 1

8 AÑOS DESPUÉS...


Otro verano en Punta del Este, como siempre desde que tengo memoria. Tengo los mejores recuerdos de ese lugar, siempre íbamos en familia, mi hermana Titi, nuestros padres, los primos (Pablo y Caro) y por supuesto, mis mejores amigas, que nunca pueden faltar, Jenny y Lola. Siempre fuimos un grupo muy unido, tenemos todos casi la misma edad excepto Caro y Titi, que son más chicas, e inseparables!

- Eu Pablo, Lola quiere saber cuando viene Nico, digo... tus amigos - obviamente recibí un codazo de parte de mi amiga. Siempre tan disimuladas nosotras...
- Hoy a la noche llegan, aguanta Lolita, falta poco
- Ayyyyy basta los odio! - gritó la rubia antes de llenarnos de arena y salir corriendo hacia el mar

La seguí, eran las dos de la tarde y el sol estaba muy fuerte, creo que era el día más caluroso desde que llegamos.

- Voy saliendo Ori, te quedas?
- Si, un rato más, está divina el agua, anda yendo, no hay problema
- Bueno dale, cuidado que están peligrosas las olas! - dijo Lola con tono de preocupación
- Ay si, me quedo en la orillita mamá! - le grite entre risas mientras ella se alejaba.

Al girar no podía creer lo que veía, ese pibe no podía estar más bueno! Sacaba la cabeza del agua sacudiendo el pelo de una forma increíblemente sexy, lo juro. Morocho, alto, calculo que tendría mi edad, o un par de años más, no mucho. Caminé un poco más hacia adentro, tenía que estar cerca de ese chico, lo necesitaba. Cada vez se me hacía más difícil, daba un paso y una ola me arrastraba, como si nunca fuera a alcanzar mi objetivo.  Lo último que pude ver antes de ser tapada completamente por la ola fue la cara del chico, su mirada, esos ojos café que me resultaban tan conocidos. No puedo explicar lo que sentí en ese momento, cuando me miró. Lo tenía a un metro de distancia, y después de eso lo único que recuerdo es estar luchando para salir a la superficie, cada vez que intentaba sacar la cabeza para respirar, otra ola. Y así sucesivamente hasta perder la conciencia.

Lo primero que vi al abrir los ojos, el chico del agua. Me miraba preocupado mientras sostenía mi mano, estar en contacto con él me generaba algo que no puedo explicar con palabras. Veía borroso pero igual no podía dejar de mirarlo.

- Ei loca, estas bien? - se ve que me quede mucho rato mirándolo porque volvió a preguntar lo mismo - estas bien? - y ahora tocaba mi cara, no puedo creer esto!
- Sss... Si - dije cuando por fin pude hablar
- A ver, dame la mano e intenta sentarte. Estuviste un rato inconsciente, sabes? Pero tranquila, ya pasó, ya estas bien, respira.
- Gracias, por todo, por salvarme - dije con la voz entre cortada mientras el chico me ayudaba a sentarme, y haciéndole caso respire hondo, mientras él me hacía señas para que no hablara.

Recién en ese momento me di cuenta que había estado acostada en la arena todo este tiempo, con un montón de gente a mi alrededor, que al ver que me movía empezaron a aplaudir. Y yo que pensaba que estaba sola con él. Nos miramos por un rato a los ojos y le sonreí por primera vez después de todo lo que había pasado, en modo de agradecimiento. El hizo lo mismo, y yo no podía dejar de mirarlo. Hasta que...


PRÓLOGO


- Me gustás, en serio.

Ella solo lo miraba, seria, sorprendida,  no le salían las palabras, ni siquiera sabía que se suponía que debía decir en un momento como ese.
La música seguía sonando, sin embargo entre ellos dos el silencio predominaba.
Él, muerto de vergüenza, apenas podía sostenerle la mirada. Hasta que no aguantó más y rompió el silencio.

- Bueno Ori, creo que... me tengo que ir - dijo mientras se levantaba de su asiento rascándose la cabeza, nervioso. Se acerca a su oído, susurrando - perdón, pensé que debías saberlo, no te molesto más.

Julian le depositó un beso suave en la mejilla y salió lo más rápido que pudo de esa fiesta, la peor de toda su corta vida. Jamás se había sentido tan humillado. Era la primera vez que se le declaraba a una chica, con tan solo 12 años estaba completamente enamorado de esa chica castaña de ojos claros y una mirada profunda. Desilusión era la palabra? Vergüenza, tal vez?
Oriana, por su lado, quedó inmovil, sentada en una silla en la esquina del salón, con la música que la aturdía y las luces de colores que no la dejaban ver nada, sin embargo ella seguía con la mirada en el mismo punto fijo desde que Julian se había ido del lugar. "Estúpida, por qué no hablaste? Por qué no le dijiste nada? A vos te gusta?"  eran algunas de las miles de preguntas que pasaban por su mente, de las cuales no podía responder ninguna.

No sabía si me gustaba, llevábamos meses peleándonos, histeriqueando,  pero no sabía si me gustaba, creo que no, va no se, en realidad sí. Cómo puede ser que no sepa si me gusta Julian o no? Jamás había pensado en eso, yo lo veía como un amigo, por eso no supe que contestarle, no me esperaba una declaración así de él. Me agarre fuerte la cabeza con las manos mientras cerraba los ojos y seguía maldiciéndome por no haber sido clara con él. Nunca me lo perdonaría, ni yo, ni él. Deseaba con todas mis fuerzas no verlo más, no me imaginaba que iba a sentir ni que iba a decir cuando lo vuelva a ver, cuando lo mire a los ojos. Ojalá no sea nunca, no quiero saber más nada de Julian, y seguramente el no quiera saber más nada de mi.

8 AÑOS DESPUÉS...